No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

sábado, 15 de mayo de 2010

Huéscar y su proyecto de macro incineradora. O "curioso método de hacer frente a la grave crisis climática planetaria"

Según datos del Ministerio de Medio Ambiente encontrados en la página villardelolmo.es, los residuos urbanos están compuestos por:
Materia orgánica: 44 %
Papel y cartón: 21%
Plástico: 10,6 %
Vidrio 7 %
Metales férricos: 3,4 %
Metales no férricos: 0,7 %
Maderas: 1 %
Otros: 12,3 %

Según datos de Greenpeace, encontrados en el mismo informe, por cada tonelada de residuos generados en los procesos de uso y consumo, previamente se han producido cinco toneladas de desperdicios en su fabricación, y veinte toneladas de desechos en la extracción de materias primas.

Al reciclar vidrio se ahorra un 44 % de energía; 1.000 kg. de vidrio reciclado ahorran 1.200 kg. de materias primas y de 100 a 150 kg. de petróleo.

Una tonelada de plástico reciclado ahorra una tonelada de petróleo.

Una tonelada de papel reciclado ahorra entre 1.700 y 2.4oo kg. de madera; entre 100.000 y 200.000 litros de agua y de 2.500 a 4.500 Kwh de energía.

Por otro lado, al reciclar, se reduce la cantidad de residuos a tratar en vertederos o incineradoras, lo que mengua el número y el volumen de éstas.

La Política de Residuos actual está basada en los principios de Proximidad y Autosuficiencia. Reciclar, fomentar los sistemas de devolución y retorno, reducir, transformar en compostaje ... Todo ésto no tiene nada que ver con destruir todo tipo de residuos, como nos proponen las empresas que fomentan las macro incineradoras de gasificación de plasma, que nos obligarán a producir nuevos residuos basados en materias primas no renovables y a emplear grandes cantidades de energía en la producción, así como la energía necesaria para alimentar la gasificadora y en el transporte desde largas distancias de los resíduos. Todo para que la empresa gasificadora obtenga energía, nos la venda una vez producida y así conseguir los beneficios económicos deseados que son el objetivo único de esa empresa.

Para obtener esa energía, que en un principio el Ayuntamiento de Huéscar trató de vendérnosla como "energía verde" se destruye innecesariamente tantas materias primas no renovables, tanta energía, tantos recursos hídricos, se contamina tanto en su transporte, se desequilibra el ecosistema -pensemos un poco; el agua necesaria para el proceso de gasificación, una vez acabado éste, es destilada y devuelta a su cauce original, ¿que efectos tendrá en el ecosistema el agua desprovista de sus características originales?-, que es imposible catalogarla de "verde", por más vueltas que se le de al asunto. Las macro incineradoras de gasificación por plasma, que producen energía relevante, si es que ésta llega a ser realmente relevante, después de descontar el consumo propio, que es muy elevado, son grandes contaminadoras, atentan contra el equilibrio del planeta, y por tanto, atentan contra las personas de cualquier parte del planeta, aunque éste se halle a miles de kilómetros de donde está implantada la gasificadora.

En cuanto a que no emite contaminación dañina para las personas, los animales y la tierra, si no hay informes independientes que lo corroboren con un estudio de seguimiento de entre veinte y treinta años consecutivos, nadie lo sabe. La empresa que pretendía gestionar la incineradora por gasificación de plasma de Alcalá de Henares -de momento, después de dos años de intento, está paralizada y buscando nuevo emplazamiento-, a la pregunta que alguien hizo sobre si es segura, el responsable de la empresa respondió "hemos aprendido de los errores". ¿Y si estas empresas siguen aprendiendo de los errores y el siguiente error lo cometen en Huéscar, con nosotr@s?. Aprenderán de él, según su política, pero ¿y nosotr@s, que será de nosotr@s?. La empresa, Plasma System Valencia, que pretendía instalar una gasificadora por plasma en Monóver, tras seis años intentándolo, ha decidido no recurrir las denuncias de los ecologistas y ha renunciado a construir la planta. La empresa Selena Group habla de la planta que tiene en Belmez, cuando esa planta de momento ni se ha comenzado a construir, a la espera, que dura ya dos años, de recibir los certificados de visto bueno de la Junta de Andalucía. Eso sí, "amenaza" con irse a otro lugar de España o Francia, de los muchos que la desean (sic) si no le dan pronto las licencias pertinentes. La planta que el Grupo Hera iba a construir en un pueblo de Teruel se quedó finalmente en agua de borrajas, nadie la quiso allí. No pueden asegurarnos, por tanto, que sus sistemas son seguros para las personas y la tierra, no tienen ningún dato ni siquiera para dulcificarlo.

En cambio, en Huéscar es muy fácil construir una macro incineradora de gasificación por plasma: empresa de pacotilla con socios de pacotilla y capital de pacotilla solicita la construcción de la planta al Ayuntamiento; éste agiliza los permisos, según sus propias palabras, y ¡voilà! trescientos puestos de trabajo, grandes ingresos económicos para el Ayuntamiento y eliminación de todo tipo de residuos, incluídos todos los reciclables que son casi el 90 % del total; residuos que, como alguien defendía en algún foro, llegarán a Huéscar en camiones eléctricos. Todo en un plazo máximo, según la promotora, de 36 meses, y de 18 según el Ayuntamiento. Al desarrollo sostenible de la comarca, a la salud de los habitantes de la comarca, a los recursos no renovables, a la contaminación del agua y del aire, al Planeta, que le den morcilla.

¿Que importancia tiene todo eso si a cambio Huéscar pasará a la Historia como el pueblo que en época de muy grave crisis climática contribuyó considerablemente al aumento de ésta y fué pionera en terrorismo climático al construir la primera macro incineradora de gasificación por plasma con una capacidad de 2.000 toneladas diarias para todo tipo de resíduos? (léase por terrorismo climático acciones erróneas que contribuyen al deterioro profundo y acelerado del Planeta). Las treinta monedas por las que Judas vendió la vida de Jesús -si, ya se que esa teoría ha sido desvancada hace poco, pero permitirme la licencia de utilizarla como válida-, se quedan en mantillas frente a los 300 empleos a cambio de los cuales Huéscar pretende vender parcialmente la vida del Planeta. Con el agravante de que igual solamente se pretende que nos creamos que se va a hacer, sin tener verdaderas intenciones de hacerlo. Por presumir un poco, por asustar un poco. Por hacerse notar. Nada más.

DahirA.

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