No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

jueves, 14 de abril de 2011

¿Que tal si le perdemos el miedo a las siglas?

Mucho se está hablando estos días de las listas electorales de los partidos que se presentan a las municipales de Huéscar, que en realidad se reducen a dos, por orden alfabético: PP y PSOE. Cada uno de los partidos tiene sus defensores y defensoras, detractores y detractoras, como no podía ser menos, viviendo como vivimos en un estado democrático.

Desde desde el punto de vista de quien no es afiliada a ningún partido político, ni seguidora por amor u otros intereses más prosaicos, y cuya máxima es reconocer cualquier actuación positiva y cualquiera negativa, sin el prejuicio de las siglas que la precedan, y teniendo en cuenta que estamos en pre-campaña electoral, que es cuando se magnifica todo, cada uno lo positivo, o lo que considera positivo de sí mismo, dejando lo negativo exclusivamente para el otro, o los otros, ahora mismo estamos ante una lluvia de acusaciones cruzadas de partidarios y partidarias de uno y otro partido.

Cada uno de los partidos parte con una desventaja respecto al otro. El que no ha gobernado, porque no puede aportar la experiencia, ninguna retahila de hechos que induzcan a la ciudadanía a confiar basándose en lo tangible. Y el que ha gobernado y gobierna porque los muchos errores cometidos durante sus legislaturas, pese a las promesas de futuro, inducen a la ciudadanía a desconfiar.

Siempre he escuchado que en las municipales no se vota a los partidos, se vota a las personas, pero es ahora cuando estoy comprendiendo esa máxima, partiendo de que apenas conozco ni a la candidata por el PP, Soledad Martínez, ni al candidato por el PSOE, José María Martínez, que pese a la coincidencia del primer apellido, no creo que sean hermanos ni primos hermanos. Hace meses DahirA tomamos la decisión de contactar con cada uno de los partidos que se presentaran en Huéscar, cuando estuvieran más próximas las elecciones, con el objetivo de conocer mejor a cada una de las candidaturas y de esta forma poder hacer una valoración más objetiva de cada una de ellas. A la salida de la primera mesa de la AL21, por el mes de noviembre, José María Martínez me dijo que quería hablar con nosotras. Perfecto, "cuando quieras", le contesté. Al finalizar la tercera mesa, hablamos unos minutos y terminé recordándole que nos llamara y hablábamos detenidamente. No se ha producido esa llamada, aunque sabemos, por el blog del alcaldable, que ha mantenido una reunión con dos asociaciones de mujeres de Huéscar, La Alhábega y La Encandada. Parece bastante claro que finalmente desestimó la conveniencia de convocar también a DahirA. Naturalmente, presuponemos que es debido a las críticas que hacemos del Ayuntamiento. Aunque precisamente esas críticas es lo que hubiera hecho de la reunión un momento de debate interesante, que nos hubiera enriquecido a ambas partes. Pero, quizá, no ha sido ese el motivo, y simplemente ha pensado que DahirA, las artesanas, no tuvieran algo que aportar, ni él, en calidad de alcaldable, nada que aportarnos a nosotras.

En cambio, sí hemos mantenido una reunión con la alcaldable del PP y con parte de las personas que forman su lista electoral. Aún sin otra referencia sobre la que comparar -y ésto nos apena verdaderamente-, fue una reunión positiva, desde la perspectiva de DahirA. La reunión no consistió en una relación de peticiones por nuestra parte, y promesas formales por la suya. Tampoco lo pretendíamos. Ni pedir, ni escuchar promesas. Las promesas aburren, y las peticiones, si corresponden, al Ayuntamiento, a quien esté gobernando, y con un proyecto, o un derecho, en la mano, según sea el caso. Arrancarle promesas en pre-campaña a quien opta a la alcaldía es fomentar la demagogia, en ambos sentidos. Un regalo de oídos mutuo.

En dicha reunión hablamos de Huéscar. Hablamos de como hacer un ayuntamiento más transparente, más participativo, más ciudadano. Hablamos de los medios de comunicación. Hablamos de artesanías. Hablamos de como aprovechar el parque en los veranos. Hablamos de la escultura Mariana Pineda. Hablamos de consumo de proximidad. Hablamos del aprovechamiento de recursos endógenos. Hablamos de corrientes políticas, cada parte desde el respeto a la otra. Entercambiamos perspectivas, saberes, proyectos, ideas.

A día de hoy, transcurridos varios días desde la reunión, los aspectos más positivos que destacaría de la misma en cualquier orden: la participación abierta y natural de todas las personas que estuvieron en la reunión, que denotaba que están acostumbradas al diálogo, al debate, a la opinión, por tanto, la participación colectiva no les es ajena, la practican internamente. Otro aspecto fue que reconocieron abiertamente que no dominan el tema de desarrollo sostenible; esto me pareció muy positivo, porque es bastante obvio que ningún político o política sabe en realidad de que va el tema, sin embargo, la mayoría habla y habla de desarrollo sostenible, y por tanto, mete la pata continuamente. El humilde reconocimiento, lejos de ser negativo, es un buen punto de partida: no se, pero quiero aprender; no se, pero puedo rodearme de personas que saben, y juntas podemos conseguirlo. El tercer aspecto fue algunas preguntas, formuladas desde la perspectiva de quien tiene una idea pero por desconocer el tema no sabe si son adecuadas o no y espera, también humildemente una respuesta que le confirme o le desmienta.

Como ya he dicho antes, es una lástima que no podamos comparar estas impresiones positivas con otras fruto de reuniones con el alcaldable y otros miembros de la lista electoral del PSOE. No obstante, nos alegra haber mantenido esa reunión con Soledad Martínez y otras personas de su equipo. Nos sabemos un poco más. Nos saben críticas. Nos saben dialogantes. Nos saben vivas. Los sabemos participantes de Huéscar, amantes de Huéscar. Sin siglas. Sin enfrentamientos. Con madurez democrática.

DahirA.




sábado, 9 de abril de 2011

Enchufes, la otra prostitución

Hace años, un chaval quería estudiar una carrera universitaria concreta en un país en el que no requerían pruebas de selectividad para acceder a la universidad, aunque la admisión estaba sujeta en principio a unas notas mínimas en bachiller, que variaba de una universidad a otra. Esta carrera se impartía en seis universidades públicas de ese país. Este chaval quería estudiar en una universidad concreta de esas seis, ya que el programa que ofrecían era el que más le interesaba. Como aún no tenía la nota definitiva del bachiller cuando llegó el momento de solicitar la matrícula, sin ese aval, intuyó que su situación no era nada favorable. No obstante, como además de la nota media tenía que adjuntar, por escrito, los motivos que le impulsaban a querer estudiar esa carrera y en esa universidad, optó por solicitar las seis universidades, en la confianza de que alguna lo admitiría, aunque no fuera su favorita. Poco a poco le fueron llegando las respuestas de cada una de las universidades. Las seis fueron positivas, estaba admitido en las seis, aún sin conocer las notas. Pero lo que le hizo dar saltos de alegría -saltos literales- a este chaval es que le habían admitido en la que él quería, por sí mismo, no por la nota. Les he gustado yo, decía, no unas putas notas. (Hay que decir que finalmente la nota que obtuvo estaba dentro de la requerida por la universidad donde finalmente cursó sus estudios universitarios). Y no nos equivoquemos, hablo de una universidad pública, gratuita, y la matrícula, por cuestiones económicas de la familia del chaval, fue subvencionada por el gobierno de ese país; es decir, no cabe pensar que lo admitieron porque el alumno era una fuente de ingresos económicos para la universidad.

Esto viene a cuento por el tema de los enchufes, de los que tanto se está hablando en los últimos días en Huéscar y tantos nombres propios están saliendo a luz. Casi cada cargo político de alcalde para abajo tiene el suyo propio y aporta los de sus familiares, distribuidos no solo en el ayuntamiento sino en las empresas públicas locales y demás entidades satélites dependientes de las distintas administraciones. Los saltos de alegría que puedan dar esas personas, una vez que les haya sido confirmado el empleo, no tienen nada que ver con los que en su momento dió el chaval al que me refiero, ya que ese puesto de trabajo no se lo han ganado, no los han elegido por sus méritos y su currículum, si no por dación o lazos familiares. Nada, por otro lado, de lo que deban sentirse orgullosos y orgullosas. Todo lo contrario: demuestran una profunda indignidad como personas solicitando ser las primeras, amparadas en los servicios prestados a un partido político, o la promesa de prestarlos en el futuro, sin tener en cuenta que sus sueldos, a partir de ese momento, los vamos a pagar la ciudadanía, no el partido político que se ha hecho eco de sus peticiones. Indignidad e insolidaridad. Más allá de su ombligo el mundo no existe o les importa un pimiento.

Los enchufes son una enrevesada forma de prostitución. No estoy refiriéndome a la prostitución física, al alquiler del cuerpo con fines sexuales por una tarifa establecida de antemano, o la prestación del cuerpo con los mismos fines más servicios domésticos adicionales, a cambio de seguridad económica. Este tipo de prostitución al que estoy aludiendo es bastante más grave. No interviene el cuerpo directamente, ni tiene nada que ver, por lo general, con la sexualidad. Se trata de la prostitución de la persona en sí misma. Esa persona que ofrece su apoyo, su nombre, su imagen, a un partido político a cambio de un empleo, para sí misma y para ciertos familiares y amistades. Y el partido en cuestión, está encantado: obtiene las prestaciones que necesita y además no le cuesta un euro: los euros los pagamos la ciudadanía, en efectivo y en desempleo. Me pregunto, al igual que lo hago con la prostitución física, ¿que es necesario erradicar primero, a la prostituta y el prostituto o al cliente que demanda los servicios de prostitución?. Si no existieran personas que reclamen un enchufe, las y los enchufadores no tendrían nada que hacer. Y si no existieran los y las enchufadoras, las personas que demandan un enchufe tampoco tendrían nada que hacer.

Hace ya años, una persona que trabaja en una de las entidades satélites, me dijo, con cierto retintín, "como eres muy amiga del alcalde..." No, perdona, no tengo ningún tipo de amistad con el alcalde, ni con ningún otro político o política, fue mi respuesta. Mi relación con el alcalde se debe exclusivamente a las entrevistas que hemos mantenido, en su despacho de la alcaldía, en relación directa con la asociación y los proyectos en los que es imprescindible que se involucre el ayuntamiento para su desarrollo. La primera vez, y la segunda, que me dirigí, posiblemente, con alguna compañera más, al alcalde, o solicitamos una cita con él, no sabía a que partido político pertenecía, no porque, obviamente, eso no fuera de dominio público, si no porque no tuve el mayor interés en saberlo (por aquel entonces, apenas vivía aquí desde hacía un par de años, y no había coincidido con ningún periodo electoral). Daba por hecho -en un alarde de tremenda ingenuidad por mi parte, es cierto- que un alcalde o alcaldesa y su equipo gobiernan para toda la ciudadanía, y están obligados, cuanto menos, a escuchar las demandas de ésta y a hacerse eco de ellas si son de justicia o suponen un beneficio para la comunidad. Quizás la respuesta que dí a la persona que hizo tal afirmación de la presupuesta amistad sirvió, más que para fortalecer el apoyo a los proyectos de la asociación, para desestimarlos. Si no había enchufe, si no era una enchufada, si no contaba con el apoyo incondicional del alcalde, por cuestiones ajenas, no era necesario molestarse en estudiar la viabilidad de las propuestas, ya que no era una obligación, según el código ético en uso.

Por eso, cuando, como ha sucedido hace poco, una persona me explicaba los motivos por los que quería entrar en un determinado programa asociado a la administración, y que me parecieron motivos suficientes, y méritos suficientes, añadió que iba a remover cielo y tierra hasta encontrar un enchufe que le asegurara esa plaza, sentí una profunda vergüenza ajena. Lo lógico hubiera sido que esa persona dijera que iba a remover cielo y tierra para demostrar que merecía esa plaza. Sin embargo, esa persona reducía su valía a sus contactos políticos, o sus posibles contactos políticos. Quizás porque, menos ingenua que yo, sabía que era la única forma de conseguir sus objetivos. La única forma según el sistema habitual en estos pagos de selección para contratos públicos y plazas formativas públicas. Lo penoso es que esa persona, muy válida a priori, no se diera cuenta de que con su actitud está perpetuando un sistema caquicil y dictatorial y por tanto, tremendamente injusto. Incluso para sí misma. Que esa persona no haya sido capaz de dar un paso más, y poner sobre la mesa sus méritos y defenderlos, y reclamar, y denunciar si es necesario, demuestra que nos falta un eslabón para alcanzar la verdadera democracia. Que todavía, después de más de treinta años llenándosenos la boca hablando de democracia, no conocemos nuestros derechos, ni hemos recuperado la dignidad.

Y ya, cuando empiezan a circular los nombres, numerosos nombres, van encajando todas las piezas del puzzle, de las personas que aprueban unas oposiciones o están ocupando puestos de trabajo públicos y su relación directa en calidad de afiliadas, políticas en ejercicio y familiares de, del Partido Socialista Obrero Español, me pregunto que parte del nombre del partido no han entendido todavía las personas afiliadas y afines al mismo y las que ocupan cargos políticos en su nombre. Como también me pregunto cuantas personas desconocemos la Constitución Española del 1978 y los derechos y obligaciones derivados de ella.

¿Cuando daremos saltos de alegría, como el chaval del ejemplo primero, al ser seleccionados y seleccionadas, elegidos y elegidas, contratados y contratadas, por nuestros méritos, y no por nuestras afinidades con un partido y los contactos políticos por razones de sangre y/o de agenda?

¿Cuando erradicaremos la prostitución?

DahirA.

jueves, 7 de abril de 2011

Que levante la mano el político o política comarcal que sepa definir correctamente "sostenibilidad"

El tan vapuleado desarrollo sostenible, que ha sido manipulado y ha perdido credibilidad antes siquiera de implantarse, debería ser la prioridad de cualquier programa electoral que se precie de cara a las municipales que están a la vuelta de la esquina, especialmente cuando de zonas rurales se trate, como es nuestro caso. No nos estamos refiriendo a que digan, unos u otros, que van a potenciar el desarrollo sostenible. No, no es eso. Tampoco alargar la vida de las nucleares, o proteger los derechos de autor de nuestros artistas afincados en otros países para evitar el pago de impuestos, es desarrollo sostenible, como nos ha pretendido hacer creer el gobierno con la Ley de Economía Sostenible. Como no lo es cambiar huertos de hortalizas por huertos solares.

Que algún partido político de los que se presentan a las elecciones, o todos ellos, diga en periodo de campaña "vamos a potenciar el desarrollo sostenible" tendrá tanta validez como si yo digo que voy a desbancar a la modelo Kate Moss en las pasarelas del diseño de alta costura, y adjunto currículum a mis palabras. La cosa puede producir un inusitado asombro, pero credibilidad, ninguna.

Porque desarrollo sostenible, ya lo hemos dicho en más de una ocasión, no es un apellido, ni un nombre de pila que se haya puesto de moda. Es un concepto. Una forma de vida, en la que cada proyecto que se realice en su nombre tiene que ser el fruto de una exahustiva reflexión, un profundo conocimiento de los recursos y del entorno, y una coordinación exquisita con cada uno de los sectores existentes en el territorio. Trompiconear en este caso no sirve de nada. Es decir, anunciar simultáneamente que el turismo sostenible comarcal ha obtenido una cuantiosa subvención para su desarrollo, y que han dado luz verde a una macro incineradora, no es desarrollo sostenible, ni siquiera mirando con los ojos cerrados, por muy estupendo y sostenible que sea el proyecto presentado por las y los implicados en el sector turístico. La absoluta insostenibilidad del otro proyecto paralelo anula completamente la sostenibilidad del primero. Y quien dice incineradora dice helipuertos privados, merma artificial del cauce de un río, fábrica de plásticos, cochineras industriales, macro plantas solares - aún estando totalmente a favor de esta fuente energía-, autovías, o cualquier otro disparate que modifique y perjudique el ecosistema, el aire, el paisaje y el urbanismo.

Desarrollo sostenible, entre otras cosas, es el aprovechamiento respetuoso de los recursos endógenos creando sinérgias de forma que el desarrollo de un sector beneficie a los demás, apoyándose cada sector en los demás, implicándose así el conjunto de la población. Por poner un ejemplo al que ya hemos recurrido en otras ocasiones: agricultura ecológica. Aparentemente, es sostenible, dado que el cultivo ecológico no degrada la tierra y demanda menos cantidad de agua de riego, y tampoco perjudica la salud de los agricultores y agricultoras, ni de los consumidores y consumidoras de los productos que se cultivan en esas tierras. Pero dependiendo de como se lleve a cabo esa agricultura ecológica, será sostenible o no lo será. Si esa agricultura además de ecológica es de monocultivo, las especies no son autóctonas -perfectamente adaptadas al clima y a la tierra-, la cosecha tiene un único comprador multinacional y es necesario trasladarla a cientos o miles de kilómetros, el producto permanece almacenado en cámaras figroríficas durante semanas o incluso meses, y tanto el precio como el tamaño y la cantidad mínima y máxima lo fija ese único comprador, de agricultura sostenible tiene muy poco. Ecológica sí, pero sostenible no.

Para que esa agricultura ecológica sea además sostenible, como decíamos antes, tiene que implicar al resto de la población no agrícola. Y, ¿como se hace eso? ¿Qué tiene que ver el albañil o la jueza con la agricultura ecológica local? Pues tienen que ver y mucho, como consumidores que son, tanto él y ella como el resto de la población. ¿Cuantos kg. -o toneladas- de patatas ecológicas se cultivan en la comarca? ¿Cuantos kg. -o toneladas- de patatas se consumen en la comarca al año? ¿Cual es la diferencia entre cultivo y consumo? ¿Se consumen más de las que se producen? Es necesario aumentar la producción. ¿Se consumen menos de las que se producen? Es necesario introducirlas en los mercados más próximos que a su vez carezcan de producción patatera y demanden ese producto. Así, la agricultura ecológica comarcal forma parte de nuestras vidas, de las de todas las personas que habitamos la comarca, y aún de las visitantes: agricultoras, comerciantes, distribuidoras, consumidoras. Ya se ha establecido el equilibrio, ya tenemos una agricultura ecológica y sostenible.

Estoy imaginando el excepticismo de más de uno si leyera lo que decimos, argumentando que eso no es tan fácil como lo pintamos, que los agricultores en sus tierras cosechan lo que les viene en gana y lo venden a quien les parece mejor. Y es cierto, por supuesto. Pero en la comarca, hay agricultores ecológicos que reciben subvenciones públicas con el compromiso de vender las cosechas íntegras a multinacionales, so pena de que les sean retiradas las subvenciones. Dejando de lado lo que puede ser una coacción no tan subliminal, ¿no sería más lógico que esas mismas subvenciones les sean dadas con el compromiso de vender los productos prioritariamente en la comarca donde se cosechan? ¿No sería más lógico que el GDR subvencionara a agricultores cuya producción se comercialice prioritariamente en la comarca? ¿No sería más lógico que los ayuntamientos adheridos a la Red Sostenible, como es el caso del de Huéscar, fomentaran la comercialización comarcal al mismo tiempo que incentivan a comerciantes y desarrollan campañas en ese sentido destinadas a la población?. Porque al agricultor y agricultora, si se le garantiza la venta de su cosecha a un precio justo (las multinacionales nunca compran a un precio justo, no lo olvidemos) no creo que tenga inconveniente en que sus productos se comercialicen en un radio máximo de ciencuenta o cien kilómetros ¿O acaso sí lo tiene? ¿Se les ha preguntado en ese sentido? ¿Cual ha sido su respuesta? ¿Y la respuesta a su respuesta?. Ahí es donde se tienen que poner a trabajar, y con urgencia, involucrándose cien por cien, todas estas entidades que tenemos en la comarca con el objetivo, eso dicen de sí mismas en su prolífica propaganda, de generar empleo, al unísono con los ayuntamientos, para que la respuesta a la respuesta convenza, tanto al sector agrícola como al consumidor.

En el caso de excedentes, lo primero es transformar en la comarca. Pero sin los aspavimientos, por favor, de que hay que ir a copiar el modelo de no se que sitio, ni de que están tratando de que venga una empresa de no se donde a que se encargue de ello. No, utilicen el sentido común por una vez. Formen a personas desempleadas, especialmente sin formación anterior de algún tipo. Recurran a las personas desempleadas con formación afín en alguna de las áreas. Fomenten las cooperativas sociales. Creen infraestructuras que puedan ser aprovechadas por más de una pequeña empresa o trabajadoras y trabajadores autónomos. Copen cada uno de los subsectores y háganlo con capital humano comarcal. Involucren al sector turístico, al comercial, al restaurador, a colectivos (colegios, hospital, residencias), al consumo familiar.

Verán como genera empleo, la tierra y el agua y el paisaje se conservan en buen estado, el sector agrícola se beneficia económicamente, y el consumidor también. Ganamos, unos y otras, en salud. Y no se produce un consumo añadido de energía ni estamos contribuyendo a un exceso de contaminación, todo lo contrario, estamos evitando contaminación.

Eso sería, a grosso modo, desarrollo sostenible tocante a la agricultura, sobre el que hemos desarrollado un ejemplo. Y, afortunadamente, en la comarca tenemos más recursos endógenos: está el sector ganadero; y tenemos ese sector tan mimado económicamente por las administraciones y tan poco eficaz al mismo tiempo: el sector turístico, que a lo sumo, se mira el ombligo y nada más. Y podríamos tener un sector artesanal ya en marcha, si a algún organismo local y a alguna entidad comarcal, les hubiera interesado un mínimo. Y si el agrícola puede ser amplio, el ganadero puede serlo más, y el turístico y el artesanal no se les quedaría a la zaga. Los cuatro juntos, apoyándose mutuamente, pueden dar un cambio significativo a la comarca. Cambio a mejor en cuanto a empleo, alimentación sana, educación, formación, personalidad, economía, y por ende, a cultura.

Así que, anímense, señores y señoras candidatos y candidatas a gobernar los próximos cuatro años, rodéense de personas con formación y conocimientos y capacidades y experiencias en desarrollo sostenible, que al mismo tiempo sepan el territorio y lo amen. Personas jubiladas, personas jóvenes, aportando experiencia, formación, que pueden ir desde el conocimiento de semillas y otras materias endógenas, a las nuevas tecnologías de la información; hace unas semanas, en el foro pikazahuescar.com un o una participante, con el nombre de "apunten", 3 marzo, 9.54, hilo "El Psoe de Huéscar ya tiene lista..." dejaba unas veinte propuestas relacionadas con la almendra, imaginen lo que pueden dar de sí seis u ocho productos más, y sólo en agricultura. Aprendan, señores y señoras políticas, con y de esas personas, viabilicen, estructuren, y particípenlo a la ciudadanía. Y, si a ustedes no les gusta, les resulta demasiado ampuloso o marginal o revolucionario, depende de como lo miren, no pronuncien la frase "desarrollo sostenible". Simplemente, argumenten, desarrollen los proyectos de actuaciones que llevarán a cabo si gobiernan. El nombre ya lo pondremos la ciudadanía. Cuando ustedes escuchen que decimos "ah, eso que están proponiendo es desarrollo sostenible" o, en su defecto "esa propuesta para crear empleo si que me la creo", es que lo están haciendo ustedes correctamente.

Pero, por favor, no nos repitan por enésima vez "vamos a crear empleo" o "vamos a crear quinientos empleos", o adaptándose a los tiempos "vamos a hacer una autovía sostenible". Lo primero, estamos hartos y hartas de escucharlo y de comprobar que nunca es verdad. Lo segundo, más que promesa, nos parece una demostración de su absoluta incultura en materia de sostenibilidad. Y, nos guste o no, les guste a ustedes o no, el desarrollo local y comarcal, pasa inevitablemente por la sostenibilidad. Sin ella, no tendremos desarrollo nunca. No se esfuercen en contarnos y prometernos fantásticas inversiones de fantásticos empresarios en fantásticas industrias porque eso, jamás supondrá desarrollo para el territorio. Deterioro del territorio, empleos de pésima calidad, enriquecimiento de los empresarios, y abandono cuando encuentren otro lugar más barato, si. Pero desarrollo territorial, no.

Y recuerden, señoras y señores candidatos, que lo que no nos propongan y sea prioritario, les pasará factura. Y lo que nos propongan y no se convierta en realidad, también.

DahirA.



sábado, 2 de abril de 2011

Superávit de tres cifras donde debía decir deuda de siete cifras

Hace unos días dejaron en el buzón un folleto-boletín a todo color titulado "Programa de Gestión 2011", firmado por el ayuntamiento de Huéscar que, humildemente, debo reconocer que no acabo de entender, ya que antes de abrirlo pensé que se trataba de la puesta al día y hecho público de las cuentas del ayuntamiento, que a juzgar por el grosor del boletín, debían estar reflejadas al más mínimo detalle; pero no, una vez abierto el boletín descubro más de doscientas cincuenta fotografías, la mayoría de ellas con su correspondiente pie de texto, algunos de ellos acompañados de cifras, más un resumen de los presupuestos aprobados en pleno municipal desde el 2006 hasta el 2011 y el número de jornadas y contratos de 15 días en lo que llaman Políticas Activas de Empleo, que más bien son Políticas Activas de Desempleo, porque ¿para que hacen contratos de 15 días si no para que esas personas puedan cobrar el subsidio del Régimen Especial Agrario?.

Este es el mismo boletín, sí, del que se está hablando en los foros pikazahuéscar.superforos.com y huescar.org, el del superávit al 31/12/09; superávit escrito en letras rojas que destacan sobre el negro del resto del texto; me refiero al superávit de los quinientos ochenta y seis euros con veintinueve céntimos, que tardó en descubirse que no es cierto lo que tardaron en colgar en el foro pikaza el enlace del Ministerio de Economía y Hacienda donde dice que la deuda viva del ayuntamiento de Huéscar al 31/12/09 es de dos millones treinta y siete mil euros. Vamos a pensar que fue un pequeño lapsus del ayuntamiento que en esos momentos no recordaba la deuda viva de dos años atrás, ni a cuanto ascendía la misma. Aunque un ayuntamiento de apenas ocho mil habitantes, por mínima responsabilidad, bajo ningún concepto debe olvidar que ha endeudado a la ciudadanía en más de trescientos cuarenta millones de pesetas, o lo que es lo mismo, cada persona, ya sea recién nacida o muy anciana, en la nochevieja del 2009, tenía una deuda de alrededor de cuarenta y tres mil pesetas generada por el ayuntamiento en su nombre. Es cierto que casi ningún ayuntamiento del país se ha substraído a la tentación de endeudar a la ciudadanía que representan, y ejemplos muchísimo más escandalosos podemos encontrarlos de norte a sur de la península y de este a oeste, pasando por el centro geográfico de este nuestro país. Pero a la ciudadanía huesquerina nos preocupa y nos afecta particularmente nuestro ayuntamiento.

En cuanto a las actuaciones de las que hace gala el ayuntamiento, hay que matizar que no son de una legislatura, sino de la suma de legislaturas del PSOE, cuatro en total. Comentarlas todas sería una tarea compleja que requería mucho tiempo y bastantes comprobaciones, algo que se escapa a este humilde blog. Muchas de ellas, personalmente, las desconozco; otras las conozco de oídas y con versiones contrapuestas. Tampoco tenemos datos reales entre lo que hayan podido costar y lo que dicen que han costado, por tanto ahí se quedan tal cual las ha mandado imprimir el ayuntamiento. No obstante, algunas si que son cuestionables. Por ejemplo, la carpa de exposiciones, que inicialmente, allá por el año 2007, era comarcal y costó cien mil euros y ahora es huesquerina y ha costado doscientos treinta mil euros. O la rehabilitación del convento de San Francisco, que inicialmente el Urban habló de una inversión de setecientos mil euros y ahora ya va por el millón trescientos sesenta mil euros. O la verja del parque municipal, que ha costado doscientos noventa y seis mil euros y que, además de innecesaria, en realidad es fruto de talleres ocupacionales que, si mal no recuerdo, están financiados casi en su totalidad por la Junta. O el tan discutido ferial ¿realmente la almazara vieja tenía un precio de mercado de ochocientos mil euros cuando la compró el ayuntamiento?. O la sede de Mancomunidad, a la que se se supone gastos compartidos entre los seis municipios.

Y qué decir de casi los tres millones de euros en los llamados talleres de empleo -sobre los que no nos aportan fechas-, sin contar los dos talleres que sirvieron para construir la verja del parque, y el solicitado para instalación de placas solares, que el solito va a costar quinientos treinta y ocho mil euros. Dije antes "mal llamados de empleo", y lo mantengo. Descontando la utilidad que puedan tener algunos de esos talleres, que sin duda la tendrán, la mayoría de ellos son entretenimientos remunerados para cubrir las plazas de enchufados y enchufadas y aliviar temporalmente a unas pocas personas desempleadas. Y, por otro lado pueden resumirse en: bajo sueldo, bajo rendimiento, y conocimientos adquiridos de difícil aplicación local una vez concluido el periodo de aprendizaje. Aunque los ayuntamientos siempre salen beneficiados, eso sí: sobre todo, han arreglado edificios extrapresupuestariamente. Y quienes fueron docentes y conformaron el alumnado, otra vez a la oficina del SAE a demandar empleo. ¿Cuantas cooperativas sostenibles y viables, que hubieran creado empleo estable, se podrían haber puesto en marcha con esos aproximadamente cuatro millones de euros?.

En la media página destinada a Planes para la Sostenibilidad del Empleo hablan de mejoras en cuatro urbanizaciones, que no se hasta qué punto eso significa sostenibilidad -o algo sí que se pero no me voy a enredar en ello ahora- y mucho menos empleo estable. Aunque eso sí, han costado en total un millón y medio de euros.

También podemos encontrar muchas chorraditas de relleno. Por ejemplo, la Presentación de la Escuela de Pastores de Andalucía, que todavía no sabemos muy bien que beneficios ha reportado, o reportará en el futuro, a la comarca, además de los mediáticos que nos hicieron olvidar la incineradora; o la firma del Convenio Granada-Empleo o el foro territorial por el empleo, de los que se desconoce su utilidad y que además son comarcales y a propuesta de Diputación, área de Promoción Económica y Empleo, así que flores las justas, Sr. Ayuntamiento. Por ejemplo, también, tenemos la Cesión de Locales para el Desarrollo de la IGP del Cordero Segureño ¿la lucha por la IGP no se podía realizar desde los locales de ANCOS, sino que fue necesario dotarla de un edificio particular?. Por cierto, la inversión de cincuenta mil euros anuales en la Feria Agroganadera no estaría mal que lo explicaran; la carpa es propia (del ayuntamiento o de mancomunidad, pero la tenemos en propiedad), para el festival de pastores se requiere una pequeña tarima y poco más, la organiza el ayuntamiento con personal propio... ¿podrían explicar los cincuenta mil euros, por favor? Porque DahirA somos capaces de organizar una mucho, mucho más agroganadera y con muchos, muchos más contenidos, y con muchos, muchos más servicios, por la mitad de precio.

En el apartado de cultura han incluido la celebración del Día de Andalucía, la recepción de la obra de José de Huéscar, el festival de flamenco (durante la feria Agroganadera), el mercado medieval (¡por favor! ¿no lo organiza una hermandad? y consiste exclusivamente en poner unos rudimentarios stand, el año que los ponen, y cobran una pequeña cantidad a cada expositor y expositora?, eso sin entrar en detalles de que de medieval tiene poco), el apoyo a la Semana Santa (¿no decía hace poco el ayuntamiento que se gastaban las subvenciones en comilonas?), el museo Rodríguez Penalva (ruego información sobre su ubicación y horarios de visita). Inclusiones que por obvias o vanas podían haberlas ahorrado, y ahorrarnos a la ciudadanía la molestia estomacal al leerlas.

Y ya, Igualdad, derechos sociales (en minúscula en el original) y Educación, mejor no tocarlos: actos Día de la Mujer, Actividades en los Institutos (¿qué actividades?) Actividades con Asociaciones de Mujeres (¿de qué año es la fotografía que adjuntan, y quien financió la actividad?), parque de mayores (financiado por una caja de ahorros, tiempo ha que están desvalijados los aparatos), apoyo a asociaciones de mujeres (menos a DahirA, no lo olviden, somos las proscritas del ayuntamiento de Huéscar, que por no apoyar no nos concedió ni agua), Entrega de Diplomas Programa UNEM (sí, el texto es literal: entrega de diplomas, tal cual, no añaden el motivo), exposición Alhábega-Saramago (iniciativa de una asociación de mujeres, que fue mal recibida por el Centro de la Mujer, y de la que luego se llevó los méritos el ayuntamiento), Visita del Defensor del Pueblo Andaluz, Mejora Biblioteca Municipal (¿en qué año se inauguró y cuantas veces la han mejorado desde entonces? porque tiene menos de 16 años)... en fin, todo literal y de profundos contenidos. DahirA agradecemos, eso sí, que no hayan incluido entre las numerosas actuaciones la del Escaparate de Libros.

En Turismo, Comercio y Banda de Música tenemos carnaval, el arroz en las santas (de una singularidad extraordinaria, me refiero al arroz, aunque en otros sitios le llaman paella), Presentación del logotipo turístico, concentración motera, nueva iluminación navideña (¿nueva de qué año?), Pregón de la Feria (de la misma extraordinaria singularidad que el arroz), actuaciones en la feria (como cualquier feria que medio se precie, Sr. Ayuntamiento, no han descubierto nada), asistencia a ferias turísticas (financiadas por el GDR y, debería, la Asociación de Turismo, que subvencionada está).

La página dedicada a Medio Ambiente no está mal, habida cuenta los pocos conocimientos al respecto que tiene el ayuntamiento, véase el diagnóstico AL21. Aunque las fechas es lo que no está tan claro ¿cuantos años hace que se adecuó Fuencaliente?. La construcción del área recreativa de Parpacén ¿se refieren a los cuatro bancos con mesa de obra?. ¿La campaña Huéscar limpia, cuando fue, en qué consistió?.

Y en deporte, lo que más destaca es la inversión de medio millón de euros en el césped artificial del campo de fútbol, así como la construcción de la Pista Pádel, aunque hay que reconocer que el área de deporte está bastante completa en cuanto a escuelas, y eventos deportivos. En Juventud, en cambio, hacen una sola mención: acondicionamiento y mejora de la Casa de la Juventud, que no se sabe ya los años de aquello, y que desde hace años también, y salvo que alguien me corrija por actuaciones de última hora, lo mismo servía para fiestas, con bebidas alcohólicas para menores (esto lo corrigieron ya, afortunadamente), que para talleres de la UP en la actualidad.

Así que el Programa de Gestión 2011 es un recordatorio de lo que ha hecho el ayuntamiento de Huéscar durante cuatro legislaturas, acompañado de un baile de cifras, muchas inclusiones penosas, muchas buenas fotografías (¿por cierto, quien es el fotógrafo o fotógrafa?), una buena impresión y un papel de calidad. Por cierto, ¿cuanto nos cuesta? ¿lo hemos pagado ya o todavía lo debemos?. Nada que ver con los estadillos detallados sobre entradas y salidas, debe y haber, fechas, con fotocopia de albaranes y facturas, así como el estado actual, a 2011, de las cuentas bancarias del ayuntamiento.

DahirA.