No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

jueves, 7 de octubre de 2010

La comarca está liada, la madeja enmarañada

La Comarca del Altiplano está liada. Muy liada, a que vamos a engañarnos. Engañados, por cuenta propia, y por cuenta ajena, ya llevamos mucho tiempo. Ahora es tiempo de hojas caídas y de realidades. Mal momento, cierto, para poner la realidad sobre la mesa: se asemeja a las vainas de largas y espesas espinas de las castañas, y así no hay forma de hincarle el diente.

La comarca está tan liada como una madeja de finas hebras de lana que ha sido mal transportada y almacenada en multitud de ocasiones durante años. No hay manera de encontrale la punta. Unas hebras se entremezclan con otras, haciendo perder la paciencia a la persona más paciente, en cada nuevo intento de desliarla. Aunque es posible hacerlo. Es sólo una madeja de lana.

Es sólo una comarca: 14 pueblos, 3 docenas de anejos, 60.000 habitantes, tirando por lo alto. Recursos endógenos que ya los quisieran para sí en otros lugares, ayudas económicas de la UE para provocar la envidia de medio país, estudios socioeconómicos suficientes para levantar otra vez el muro de Berlín -los dioses no lo quieran, y los humanos y las humanas no lo permitamos-, agentes especialistas en desarrollo rural que superan en número al de concejales y concejalas, un porcentaje aceptable de hombres y mujeres universitarias. Por tener, tenemos hasta ínfulas, en toda la extensión del término.

La comarca tiene un río que, aún sin una idea muy precisa sobre la relevancia global de su caudal por segundo, ni por año, pero que a simple vista es un caudal pequeñito (igual es que mi referente de compararión es el Ebro), está en las espectativas de muchos y muchas: dar de beber a la mayor población de la comarca -que por arte de birbiriloque se ha quedado sedienta, mejor dicho, ha adivinado que en futuras épocas de sequía tendrá escasez de agua y quiere prevenir-, crear nuevos regadíos, abastecer a una empresa de mármol y a cuatro plantas termosolares, convertir estériles territorios de otra provincia en sabrosos solares para la especulación inmobiliaria y/o regadíos, suministro para un spa ... ¡por los dioses y diosas, que es un río pequeñín!, que llega a desaparecer prácticamente en épocas de años hidrológicos secos. Vamos a utilizar un poco de cordura y sentido común, demostrando que realmente somos dignos y dignas de pertenecer al género humano (vale, vale, admito comentarios irónicos respecto a esta última frase), y a dejar que el río siga cumpliendo su función equilibradora del ecosistema y de vida humana en sus zonas de influencia natural.

La comarca tiene un sector ovino importante: miles y miles de cabezas, cientos de familias que viven de ello, millones de euros anuales en ingresos directos. Un sector que cuenta con su propia feria temática de categoría nacional, su asociación también nacional, su matadero, su IGP, o no, que esto último no está muy claro. Que en poco tiempo, como nos informa la prensa comarcal, va a disponer de un recinto ferial propio, de un edificio histórico rehabilitado para su interpretación (la interpretación de la oveja segureña, no del convento o de su estilo arquitectónico) y que tiene hasta una Escuela de Pastores, única en todo el territorio andaluz (¡anda que no nos gusta ser los primeros y/o los únicos!, que cada cual se sacude sus complejos de inferioridad como puede). Escuela de pastores segureños, por cierto, y al margen de bucolismos, en la que se van a estudiar las distintas razas ovinas, no solo la segureña, y que se nutre de alumnas y alumnos llegados a Huéscar de los más dispares confines del estado español, no sabemos si con el objetivo de cumplir su tarea de alumn@s y después si te he visto no me acuerdo, Huéscar querida, o con el firme propósito de quedarse trabajando en la comarca, bien como empleados y empleadas, bien como empresarios y empresarias con el fin de que la cabaña segureña aumente, así como la imagen del pastor informatizado. El tiempo nos dirá. De momento, les damos la bienvenida a la comarca y les deseamos una feliz estancia y aprovechamiento formativo, tanto a los quince alumnos y alumnas como a los veinte monitores licenciados y/o con tres años de experiencia en puestos similares.

La comarca tiene, desde hace años ya, un consolidado sector de turismo rural, al que apenas le falta un detalle: crear un destino. Pero en cuanto resuelvan ese pequeño detalle sin apenas importancia -sabemos que si la casa se empieza por el tejado, colocando primero de todo la bandera sostenida en el aire, se construye más rápido y es más económico, y ese principio indiscutible lo han aplicado a rajatabla quienes dirigen el sector de turismo en el Altiplano-, este sector, y los sectores subsidiarios, funcionarán al cien por ciento y acabarán con la lacra de desempleo comarcal. Tiempo al tiempo, tengamos paciencia, que crear un destino turístico que abarque toda una comarca no lleva mucho, habida cuenta que ésta se encuentra un tanto diversificada: basureros incontrolados, edificios sin rehabilitar, lugares para visitar cerrados, coches, coches, coches, aparcados hasta en las mismísimas puertas del cielo, aceras sin arreglar, barrios enteros en ruinas junto a fantásticos pabellones deportivos donde practicar deporte puede ser algo complicado por las equívocas dotaciones que puedan tener, macro criaderos de cerdos, con ese exquisito aroma tan peculiar que desprenden... y, a la que nos descuidemos, podrán ofertar incluso cauces secos de antiguos ríos. También, como rutas de naturaleza incluirán recorridos por cada uno de los muchos parques eólicos que tan hábilmente engrandecen el paisaje (siempre nos ha parecido que nuestro paisaje natural no es digno de gustar a nadie, así que hemos pasado a la acción y hemos diseñado algunos parques eólicos aquí y allí con el fin de aboniticarlo), y muchos huertos solares, que es lo más cool en huertos, así como alguna que otra gran fábrica; como de plásticos ya tenemos una, y no nos gusta repetirnos, por aquello de ser únicos siempre, hace años ya que nos han prometido una de transformación de mármol (no sabemos si el mármol vendrá de China y se exportará a EE.UU., o si será local, pero la fábrica viene con sus empleos bajo el brazo, no crean: 200 de una tacada). ¿Son o no son éstos detalles importantes a la hora de crear y dar por ultimado un destino turístico en menos que canta un gallo de la Bérbula?... Si todo es ponerse, y aunque algo tarde, se han puesto, y con unas bases inmejorables. Bueno, inmejorables no, que perdimos, ¡cachis en la pena colorá! la oportunidad, única en su género también, de albergar una macro incineradora en nuestro territorio, que eso si que habría sido un destino turístico de primerísimo orden. Pero bueno, eso ya no tiene remedio, no perdamos el tiempo en lamentaciones que a nada nos conducen.

La comarca tiene también unos yacimientos paleontológicos de inestimable valor. Téngase en cuenta que el trocito de hueso más antiguo encontrado en Europa perteneciente a un homínido se halló en Fuente Nueva, municipio de Orce, comarca de Huéscar, y por añadidura, Altiplano de Granada. Ese hallazgo fue hecho apenas sin excavar, imagínense todos los que se podrían encontrar si se tomaran en serio las excavaciones. Pero, la natural y exquisita galantería de nuestros dirigentes políticos, les hizo cederle todo el protagonismo (en materia de inversiones, empleos y prestigio) a Atapuerca, "ustedes primero, por favor". Y ahí están esas posibilidades de encontrar más huesos de homínidos más antiguos de Europa casi intactas. La vergüenza paleontológica de Andalucía, que dicen algunas maldicentes lenguas. Otro recurso tirado a la basura, que dicen otras, tanto o más maldicentes que las primeras. Sin tener en cuenta que el mismísimo GDR personificado nos organizó una jornada abierta al público en general en la que uno de los ponentes, el representante de la empresa Paleorama, nos contó con detalle el éxito de su empresa, basada en yacimientos paleontológicos y arqueológicos, y que abarca reproducciones, talleres, recreaciones, tiendas, visitas, campamentos, etc etc y como cuidan hasta el más mínimo detalle relacionado con cada trabajador y trabajadora para que todo sea perfecto en todo momento. La conclusión de la jornada, tan bien organizada por el GDR, fue algo así como "¿veis lo que nos estamos perdiendo?, ¡de buena nos hemos librado!". Por que otro sentido no pareció tener. Bueno, si, si. La jornada venía a cuento para que viéramos como se puede iniciar un entramado cualitativo y cuantitativo comercial y turístico eficaz basado en esos temas, y que funcione y se mantenga. Finalizada la exposición de los tres ponentes, uno de nuestros más influyentes representantes del sector turístico comarcal, ¡oh, la, lá!, dijo: "No, si aquí el turismo funciona muy bien ... el único problema que tenemos es que no conseguimos atraer a turistas, y los que vienen nos cuesta conseguir que se queden más de una noche ...". Pues eso, querido insigne abogado defensor del turismo rural del Altiplano, justo lo que han estado contándonos durante más de tres horas: si queremos visitantes, primero tenemos que poner a punto los recursos. Lo de que funciona muy bien el turismo en el Altiplano, sin visitantes, nos lo explica usted aparte, por favor.

La comarca también tiene una agricultura ecológica en auge. O eso nos han hecho creer. Por que consumirla, lo que se dice consumirla, no la consumimos apenas. Los y las productores nos han puesto a prueba, y nos tememos que no la hemos superado. La prueba ha consistido en una suerte de ginkana llamada "adivinen ustedes en que comercios de cualquier localidad del Altiplano pueden comprar productos ecológicos comarcales". Los y las diseñadores de esta sencilla ginkana estaban convencidos de que tendría muchas y muchos ganadores, sería un éxito rotundo: la gente se subiría rauda y veloz a sus vehículos y emprenderían una carrera frenética, día sí y día también, de pueblo en pueblo, preguntando en todo tipo de comercios si tenían a la venta productos ecológicos locales con el objeto de aprovisionarse de ellos, uno, dos productos, en cada localidad: en Castril, las lechugas, de ahí a Campo Cámara a por el aceite y de ahí, con un pequeño rodeo, a por las alcaparras de Benamaurel para la salsa que acompañará a la carne en la cena de esta noche; total, unos ciento cincuenta kilómetros para media ensalada y algo de la salsa, acción sostenible donde las haya, especialmente para desemplead@s de alto standing sin ninguna conciencia medioambiental. Pero no, no ha sido así. La población altiplánica somos personas calmas y serenas y bastante pragmáticas: que nos abran tiendas de productos ecológicos comarcales en nuestro propio pueblo, y que nos convenzan de las ventajas de comprar esos productos sobre los de otra procedencia y cultivo; o eso, o no consumimos comarcal, ¡ea!. Y así nos va: nuestra producción ecológica la disfrutan otros y otras. (NOTA: excluyo de este comentario a EcoAltiplano e Intagrec, conste).

Entre unas cosas y otras, así de liada está la comarca: que no saben, nuestros queridos y queridas dirigentes, si modificar el paisaje a golpe de huertos solares y plantas termosolares, o crear un destino turístico basándolo en la singularidad de nuestra naturaleza y nuestro paisaje; si acusar de pseudoecologista a quien le se supone un proyecto para envasar agua mineral de un manantial propio, o llamar benefactores a quienes pretenden destruir un ecosistema; si rehabilitar edificios históricos para crear un turismo cultural, o invadir de contaminación acústica y aérea nuestro territorio; si explotar unos yacimientos o dejarlos ahí dormidos para contemplación de las numerosísimas personas desempleadas de la comarca soñando con algún empleo digno; si aceptar que los museos (incluido el propio Gugenngheim de Bilbo) sobre todo, están formados por contenidos, o consisten en edificios vacíos que pongan en la puerta "Museo"; si los hoteles que se abren son para generar empleo comarcal o sólo es para chinchar al contrario; si las escuelas de pastores son para modernizar a éstos o para conseguir un poco de dinerín y darnos de progres rurales; si decir que no tenemos agua para beber o nos publicitarnos como ciudad del agua; si aprovechar que los recursos hídricos van menguado progresivamente para fomentar nuevas zonas de regadío, o fomentar los terrenos de secano para cultivos que se adapten a éste; si abrir Guadalinfos para sensibilizar y formar a la ciudadanía para que se inicie en las nuevas tecnologías, anunciándoles que a partir de ya todo se hará por internet, y "cada casa, una conexión", o que el territorio tenga menos megas que yo girafas en mi jardín, y se tarde más en hacer una operación básica por internet que desplazarse hasta la ventanilla tradicional y esperar en la interminable y lenta cola ... si dar permiso para instalar una macro incineradora o solicitar que nos concedan un parque natural ... o las dos cosas al mismo tiempo, por aprovechar el viaje ...

Y en esas van: que si quieren ser rurales con imagen de urbanitas, o urbanitas disfrazados de rurales; que si nos mantienen en la pobreza vergonzosa aparentando ser ricos; que si qué más da un parque natural que un campo de golf; que si, uf, que me van a contar ustedes de feminismo ¡aquí en este ayuntamiento si que entendemos de igualdad!, hasta tenemos ahí un plan y todo que, hablando de igualdad, les cuento el proyecto que está en marcha para el arreglo de las acequias en el paraje de, con financiación de, para mejorar la, con los parados de, ... En fin que no saben si están o no están (no voy a entrar en análisis de si son o no son); si van hacia delante o hacia atrás, si dicen, desdicen o contradicen ... dudan incluso de que esa enmarañada madeja tenga una punta siquiera, y si la tiene, poco les importa, así que mejor la dejan pululando otros cuantos años más, y si tiene punta, ya aparecerá, y si no ... ancho es el Planeta, vaya perra que nos ha entrado a algunos y algunas últimamente - cada vez somos más, vamos sumando-, con que si queremos vivir dignamente en este nuestro territorio, con que si queremos empleos, con que si al pan pan, y a igualdad igualdad, con que si no queremos que vendan en nuestro nombre el patrimonio, ni urbano ni natural, con que se aclaren con sus ideales políticos y actúen en consecuencia, con que no queremos titulares de prensa, queremos las cuentas claras, ¡hasta pedimos transportes públicos eficaces! ...

DahirA.

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