No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

sábado, 16 de octubre de 2010

En Escaparate de Igualdad los libros no se leen, se exhiben y se miran.

Habían aprendido a desenmascarar al tipo de hombre puramente macho, su falsa masculinidad, su fuerza física, su destreza en los deportes y su arrogancia; y algo más peligroso todavía: su falta de sensibilidad. El protagonista de El último tango en París les repugnaba. El sádico, el hombre que humilla a lamujer, cuya demostración de poder es una fachada. Los llamados héroes, la postura de un Hemingway o un Mailer en literatura, la falsa fuerza. Estas mujeres nuevas desenmascararon y terminaron con todo esto, pues eran demasiado inteligentes como para ser engañadas, demasiado sensatas y orgullosas como para someterse a esta demostración de poder que no las protegía (como creían las anteriores generaciones de mujeres) sino que ponía en peligro su existencia como individuos.

La atracción que las mujeres sentían hacia el hombre se desplazó hacia el poeta, el músico, el cantante, el hombre sensible con el que ellas habían estudiado, el hombre natural y sincero sin posturas ni alardes, un hombre que no se imponía, interesado en los valores aunténticos y no en la ambición, que odiaba la guerra y la codicia, el mercantilismo y las conveniencias políticas. Un nuevo tipo de hombre que armonizaba con el nuevo tipo de mujer. Se ayudaban mutuamente, valoraban su relación y le dedicaban cuidados, tiempo y atención. A ninguno le gustaba la sensualidad impersonal. Los dos querían trabajar en algo que amaban.

Conocí muchas prejas que encajaban en esta descripción. Ninguno de los dos dominaba. Cada uno trabajaba en lo que sabía hcer mejor, compartían tareas sin importunarse, sin necesidad de crear papeles ni establecer límites. Su rasgo característico era la amablilidad. No existía la noción del cabeza de familia. No había necesidad de afirmar cuál de los dos era el que suministraba los ingresos. Había aprendido el arte sutil de la oscilación, que es muy humano. Ni la fuerza ni la debilidad son cualidades fijas. Todos nosotros tenemos nuestros días fuertes y nuestros días débiles. Ellos habían descubierto el ritmo, la flexibilidad, la relatividad. Cada uno tenía conocimientos e intuiciones especiales que aportar. La guerra de sexos no existe en estas parejas. No hay necesidad de redactar contratos sobre las reglas del matrimonio. La mayoría no sienten la necesidad de casarse. Algunos quieren tener hijos y otros no. Los dos están enterados de la función de los sueños -no como síntomas de neurosis sino como guías que indican el camino de nuestra naturaleza oculta-. Saben que cada uno de ellos está dotado de cualidades tanto masculinas como femeninas.

In favor of the sensitive man and other essays, Anaïs Nin. Tribuna Feminista. Ed. Debate, 1979.

Quizás esta obra, titulada en español Ser Mujer, sea una de las más de 250 que forman la exposición Escaparate para la Igualdad, y que por tanto, cualquier niño o niña, mujer u hombre que se acerque a ver la exposición, podrá leer el título, nombre de la autora, editorial, colección, e incluso, una breve reseña de la obra en la contraportada. Pero nadie podrá leerla. Nadie sabrá quien fue Anaïs Nin, cual es su obra completa, su trayectoria profesional, su pensamiento, la sociedad en la que vivió, sus aportaciones literarias y feministas al mundo. Ni siquiera podrá conocer el contenido de Ser Mujer. A lo sumo retendrá en su memoria el título, que según esté en inglés o en español, nos puede llevar a una interpretación u otra sobre el contenido, bien diferentes. Es posible que alguien retenga el nombre de la autora porque le recuerda a un perfume, pero no el apellido que no le suena de nada.

Esta exposición, Escaparate para la Igualdad, estará abierta al público durante seis días, entre el 19 y el 26 de este mes, en la biblioteca pública municipal de Huéscar, como nos informan en la web del ayuntamiento, y está organizada por el Centro de Información a la Mujer del Excmo. Ayuntamiento de Huéscar en concertación con Diputación de Granada. El horario será el habitual de la biblioteca, aunque por las mañanas recibirá visitas de los centros escolares con los que las técnicas del Centro de la Mujer trabajarán pequeños cuentos y textos.

No sabemos, ya que no lo dicen en la información, qué cursos escolares serán los que visitarán la exposición. Sabemos que en Huéscar hay tres colegios de primaria y dos institutos. Y que las técnicas del Centro de la Mujer son tres: jurista, empleo y dinamizadora. Como hablan de cuentos, vamos a pensar que participarán los tres colegios y los dos institutos; pongamos que van a ser 8 cursos por centro, y que cada curso tiene una sola clase, y que en cada clase están matriculados 20 alumn@s. Es decir, que la exposición será visitada por, siguiendo con las aproximaciones, un total de 800 alumn@s; lo que nos da una media de 133 visitas diarias de alumn@s, dinamizados por las tres técnicas de igualdad para la creación de cuentos y textos y/o lecturas, que eso tampoco se especifica en la información. Durante esos seis días, el Centro de Información a la Mujer permanecerá cerrado, claro, no se puede estar en dos lugares al mismo tiempo, o bien, la dinamización de los talleres para l@s 133 alumn@s diarios estarán a cargo de una o dos técnicas.

No sabemos tampoco la metodología que emplearán para dinamizar los talleres, ni el objetivo del material resultante. Les llevarán a la biblioteca, les permitirán un rápido repaso a la exposición, l@s sentarán alrededor de las mesas con el material ya dispuesto, les darán una pequeña charla sobre igualdad, les instarán a que escriban un cuento, así, por las buenas: niños y niñas, teneis equis minutos para escribir un cuento sobre igualdad de género, y ¿ya está?. ¿O les sentarán alrededor de las mesas y se realizarán lecturas de igualdad? ¿Quien realizará esas lecturas, los niños y las niñas, o las técnicas? ¿Qué lecturas serán, de los libros expuestos, elegidas al azar, las llevarán preparadas las técnicas, conocerán las técnicas los contenidos de los libros expuestos, habrán trabajado previamente en clase l@s alumn@s para hacer una selección?.

Tratándose como se trata de un evento de igualdad y cultura, bien podían haber convocado a las asociaciones de mujeres -a Dahira no nos han convocado, desde luego-, para que participáramos en una lectura pública, mesa redonda, yo que se, ser informadas del objetivo de la exposición, o simplemente, cursar una invitación vía e-mail para que visitemos la exposición. Pero ni siquiera eso. La igualdad de género cada vez la entienden más penosamente en el Excmo. Ayuntamiento de Huéscar, con lo que parece ser la complicidad de Diputación de Granada.

Que ya tienen que ser poco creativas y creativos, y tener pocas implicaciones en materia de igualdad y pocas nociones de pedagogía y cultura, para organizar un evento tan absurdo como este: exposición de libros Escaparate de Igualdad. También podrían haberla titulado Exhibición de Igualdad, como si se tratara de un desfile de moda. Me van a perdonar, tanto en Diputación de Granada, como en el Excmo. Ayuntamiento de Huéscar, pero los libros, salvo en el caso de los incunables y excepcionalmente de primeras ediciones, o como complemento curioso o de apoyo al tema principal de una exposición, no se exhiben. Los libros se imprimen para ser leídos, ya sea por adquisición, o por préstamo. Incluso admito por hurto en las grandes librerías. Pero siempre para ser leídos, releídos, consultados, comentados, citados, debatidos, disfrutados, recomendados, olvidados, rechazados, admirados, subrayados ... . Nunca para ser mirados. Las letras que contienen los libros, y que forman palabras, que a su vez forman frases que a su vez, hilvanadas unas con otras, nos muestran una historia, una situación, un pensamiento, una descripción, una filosofía, cada uno con un estilo literario, seña de identidad del autor o autora, son impresos para ser leídos. Solamente es de recibo exhibir libros en estanterías, o cualquier otro soporte, tanto privadas como de librerías, ferias del libro, y bibliotecas, con el objeto de tenerlos ordenados y dispuestos para l@s lector@s.

¿Qué pretenden Diputación de Granada y Excmo. Ayuntamiento de Huéscar con esta exposición de libros entre los que se encuentran de "poesias"? (poesía, poema, poemario ... poetas, poetisas). Tal vez ¿educar en materia de igualdad de género? ¿Fomentar el vicio de la lectura? ¿Ser innovadores en temáticas expositivas? ¿Tomarnos por tont@s de remate?.

http://www.aytohuescar.com/ventanaInfo.asp?url=noticia.asp?IdN=173

Margaret Mead, en su libro Sexo y temperamento en tres sociedades primitivas, describe tres tribus de Nueva Guiena: los arapesh, los mundugumor y los tachambuli. Entre los arapesh, el adulto ideal tienen una manera de ser amable, pasiva y protectora que se asemeja la tipo femenino de nuestra cultura. En las relaciones entre los sexos, incluidas las abiertamente sexuales, los arapesh no manifiestan en absoluto ninguna diferencia temperamental. El "trabajo" fundamental de todos los adultos, sean hombres o mujeres, es tener hujos y criarlos -denominan "trabajo" a la relación sexual cuando tiene por finalidad la procreación-. Mead cuenta que si alguien comenta sobre el buen aspecto de un hombre de mediana edad, la gente contesta: "¿Guapo? Sí, pero ¡tenía que haberlo visto antes de que pariese a todos esos niños!".

Esta acentuación de la paternidad y la femineidad en las personalidades y papeles de ambos sexos se invierte completamente en el caso de los mundugumor, entre los que los dos sexos se aproximan a nuestro modelo masculino. Las mujeres son tan enérgicas y vigorosas como los hombres; detestan parir y criar hijos, y los hombres a su vez detestan que sus mujeres se queden embarazadas. A ambos sexos se les educa para ser independientes y ariscos, y los chicos y las chicas poseen personalidades muy similares.

La tercera tribu, los tchambuli, muestra diferencias de personalidad en razón del sexo. Los varones se asemejan a nuestro estereotipo de femineidad y las hembras al de masculinidad. En el libro Hombre y Mujer, Mead señala que las mujeres son agresivas, prácticas y mandonas, mientras que los hombres adultos son coquetos, recelosos los unos con los otros, interesados por el artes, el teatro y por pequeñas murmuraciones y cotilleos... Mead asegura que es la única sociedad de todas en las que ha trabajado donde las niñas de diez y once años estaban más espabiladas intelectualmente y eran más emprendedoras que los niños ... , estos niños mimados y aislados, tenían un aire caprichoso y delicado, una incapacidad para luchar con fuerza por algo.

La mujer discriminada, Ann Oakley, Tribuna Feminista, Ed. Debate, 1977. Título original: Sex, Gender and Society.

DahirA.

Declaración Universal de los Derechos Humanos, Art. 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

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