No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

martes, 24 de agosto de 2010

El mejor rincón del molino ... y sostenible.

"El concepto de desarrollo sostenible es la materialización de la sostenibilidad. El desarrollo sostenible a nivel global es el de los grandes instrumentos y decisiones, el de las gandes esperanzas pero también el de las grandes decepciones.

El desarrollo sostenible en el ámbito local es el próximo al ciudadano, del del día a día, el del compromiso individual imprescindible para el éxito de cualquier actuación en sostenibilidad."

Valentina Sierra Toro: http://www.seminariopublica.info/maindata/seminario/200824-195535/imagesdirs/Ponencia_3_SierraToroV.pdf

Estoy de acuerdo en que el compromiso individual es imprescindible para que las actuaciones en materia de sostenibilidad tengan éxito. Si cada persona, en el discurrir diario de sus vidas, aplica los principios de sostenibilidad, las grandes hazañas sostenibles a nivel global estarán servidas.

Conozco a una familia altiplánica que practica en buena medida la sostenibilidad, aunque ell@s no le dan importancia y por supuesto, no se llaman sostenibles a sí mism@s. Posiblemente no sepan definir el concepto de sostenibilidad ni esta palabra les diga mucho. Pero son un ejemplo digno a tener en cuenta y sería necesario visibilizarlo a nivel comarcal por lo menos para que pudiéramos aprender de ell@s. Aunque esta familia no es la única, ni en el Altiplano ni en otras comarcas y regiones, afortunadamente para la especie humana y para el planeta.

¿En que consiste la sostenibilidad cotidiana? ... desde el punto de vista de quien vive en un medio rural, como es el caso de esta familia de la que hablo, lo fundamental es el respeto a los ciclos naturales de las cosechas, tanto si son cultivadas como si son silvestres, y el aprovechamiento integralde lo que brindan esas cosechas utilizando para ello distintos métodos de conservación de forma que el producto de la cosecha pueda ser consumido en condiciones óptimas durante el máximo tiempo posible hasta la llegada de la siguiente cosecha. Cuando, por cualquier circunstancia, la esperada cosecha no llega, ese año no se consume ese producto. Hay que esperar pacientemente hasta el año siguiente y cruzar los dedos, o rezar a l@s dios@s, que esos son asuntos exclusivamente personales, para que la siguiente cosecha sea abundante.

Este año, por ejemplo, la cosecha de melocotones de esta familia ha sido escasa y de mala calidad. Cuando es abundante, los excedentes del consumo en fresco los transforman en mermelada para consumo familiar y la producción sobrante, la ponen a la venta en su localidad y en los mercadillos sostenibles de la comarca. Esa mermelada de melocotón es la más exquisita que he probado jamás. Y no solamente yo, conozco a otras personas que la han consumido anteriormente y que estaban esperando impacientes la mermelada de melocotón fruto de esta nueva cosecha de la que esperaban hacer acopio para al menos buena parte de la próxima estación y estirarla hasta el invierno.

Todos, unos y otras, nos hemos quedado sin ella este año. Nos contaba hace unos días esta agricultora y autora de las mermeladas, que se negaba a comprar melocotones frescos en el mercado para hacer la mermelada, aún sabiendo que fácilmente podría vender una cantidad interesante que le supondría más ingresos económicos, pero ya no sería su mermelada: la calidad y el sabor de los melocotones serían distintos. Y se habría roto la cadena entre cultivo, recolecta, selección y elaboración sin salir del entorno natural.

Esta mujer que practica junto con su familia y de forma natural la sostenibilidad no solamente ofrece mermelada de melocotón. También recolectan moras silvestres y la transforman en otra delicada mermelada, y la cosecha de calabazas la transforman en una exquisita "mermelada de calabaza al vino blanco". Y de la cosecha de aceitunas elabora deseables patés de aceitunas y mermeladas de aceitunas. Y con los excedentes de la leche de las cabras de propiedad familiar consigue un dulce de leche con un peculiar sabor que nada tiene que envidiar al tradicional dulce de leche argentino. Y aún le queda leche para elaborar quesos frescos, aunque la escasez de éstos hace que más de uno y una estemos en lista de espera para conseguirlos.

Además, esta mujer no sólo es agricultora y elaboradora de mermeladas y quesos. Es una decoradora nata de interiores, como lo demuestra en los stand de los diferentes eventos en los que participa. Cada uno diferente, utilizando siempre elementos naturales, étnicos y antiguos de procedencia familiar, consiguiendo siempre un hermoso equilibrio visual que nos remite a la naturaleza, a sabores auténticos, a formas entrañables de vida. Tampoco le hace ascos a las nuevas tecnologías: se apunta a un curso en el Guadalinfo para aprender a diseñar e imprimir las etiquetas para las mermeladas.

¿Ésta es o no es una práctica de economía local sostenible y de desarrollo sostenible?. Aunque no llame la atención de los agentes que supuestamente están trabajando para impulsar el desarrollo sostenible comarcal. Aunque otros agentes le digan administrativízate, déjamos utilizarte para cubrir nuestras plazas en cursos y cursillos, invierte cuanto y como nosotros te digamos para que nosotros podamos justificar la utilidad de la financiación que hemos solicitado para que entres en el engranaje de nuestro concepto de economía sostenible.

Estas prácticas, unidas a otras de otras índoles -nuevas tecnologías, reutilización, reciclaje, reducción de residuos y consumo energético, energias renovables, comercio justo, ecología, comunicación horizontal, democracia participativa, justicia social- son los pilares en los que se basa el desarrollo sostenible: "El concepto de sostenibilidad surge por vía negativa, como resultado de los análisis de la situación del mundo, que puede describirse como una emergencia planetaria, como una situación insostenible que amenaza gravemente el futuro de la humanidad" como leemos en:

http://www.oei.es/decada/accion000.htm

Y la mejor mermelada de melocotón del rincón del molino de Cortes de Baza para cuando haya buenas cosechas. Que ojalá sean muchas. Y entre tanto, ya sabemos: moras, calabazas, membrillos, tomates del río, leche, dulces y quesos de cabra, aceitunas ... y la calidad de los productos ecológicos de los productores organizados locales, quizás nos la cuenten alguna vez los desconocidos y remotos consumidores a los que tienen a bien vendérselos.

DahirA.

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