Hasta ahora no habíamos alcanzado a comprender por qué en el Centro de Información a la Mujer de Huéscar recibieron tan mal la noticia, de que fulanitas y menganitas habíamos decidido formar una asociación de artesanas. Les gustó tan poco que intentaron disuadirnos de nuestra idea y decisión. Por más vueltas que le hemos dado durante estos cinco años, seguíamos sin comprenderlo. Por un lado, la técnica del CMIMH se quejaba de lo reacias a asociarse que son las mujeres de la comarca, y por otro, intenta frenar la puesta en marcha de una nueva asociación de mujeres, que además representan a un gremio que pertenece a los nuevos yacimientos de empleo rurales. Una paradoja difícil de entender.
Pero en vista de los acontecimientos del último año, más un exhaustivo repaso a extraños comportamientos del CMIMH con la asociación (exclusiones, inclusiones, comportamientos ambiguos disculpados con un "no me di cuenta", sies que terminaban siendo noes, pequeños subterfugios cuya finalidad era paralizar actuaciones, etc), hemos llegado a la conclusión de que fue precisamente el anuncio de que "habíamos decidido" constituirnos en asociación lo que produjo ese rechazo. Nosotras, un grupo de mujeres, mayores de edad, habíamos tomado una decisión, la de asociarnos en la defensa de nuestros derechos gremiales, sin consultar con el CMIMH, sin pedir permiso, sin rogar que nos ayudaran en la tramitación porque somos unas pobres mujeres que no entendemos de esas cosas. Simplemente acudimos al Centro de Información a la Mujer a eso, a pedir información (una copia de estatutos standard), y justificamos para qué la necesitábamos.
Ese fue nuestro "delito": que sin pretenderlo, dimos una imagen de independencia, de capacidad de decisión propia, de ideas claras, de ver a los organismos locales en su justa dimensión, ni más ni menos. Y eso no había ocurrido en la comarca nunca, donde las asociaciones de mujeres, desde su misma creación habían sido absorbidas por los organismos locales que las habían hecho altamente dependientes y por tanto, fácilmente manipulables. Esa futura asociación, que ni estaba constituida ni tenía nombre, podía ser un peligro para la pacífica sumisión que se había logrado, tras casi una década utilizando unas y otras herramientas para conseguirlo.
Agora todo encaixa, que dirían en gallego. Ahora todo encaja. Mientras las quejas que teníamos respecto a unas y otras actuaciones del CMIMH las estuvimos haciendo en privado, en las reuniones cerradas, y aceptábamos determinadas zancadillas sin protestar públicamente, todo fue más o menos bien: posiblemente éramos un grano en salva sea la parte, pero éramos un grano pequeñito, que molestaba poco, un grano controlado del que posiblemente se esperara que desapareciera por si solo, sin tratamiento, con el paso del tiempo.
Y en estas llegó el anuncio de la macro incineradora, anuncio que consiguió revolvernos las tripas. ¿Qué tenía que ver la macro incineradora con una asociación de mujeres artesanas?. Todo, tenía que ver todo: vivimos en la comarca, respiramos el aire de la comarca, comemos producción ganadera y agrícola comarcal, bebemos agua comarcal, aspiramos a un trabajo sostenible en la comarca, tenemos hijos que queremos que crezcan sanos y cuyo futuro laboral no sea el de emigrar o trabajar en la empresa que los enferma y nos enferma a tod@s. Y en nuestra calidad de ciudadanas libres y asociadas dijimos lo que pensábamos. Esta vez en público.
Y como unas cosas llevan a otras, la intención de incineradora abrió la caja de Pandora. No fuimos DahirA quien la destapó, la feliz idea de darle rienda suelta fue de quien quiso implantar aquí una macro incineradora, sin más información al respecto, sin respaldo ciudadano, y sin consenso político. Una vez destapada la caja de Pandora, su contenido se expande libremente; y como el contenido de esa caja es negativo, los "males" empiezan pulular por el aire sin control. Insistimos: DahirA no destapó la caja de Pandora.
En su momento se nos acusó, de forma más o menos velada, de hacerle el juego al partido de la oposición, ya que éste también era contrario a la incineradora y la única entidad, además de DahirA, que se mostró abiertamente en contra de la incineradora en Huéscar; e incluso se nos asoció directamente con ese partido. Nada más lejos de la realidad, ya que DahirA no es una asociación política y mucho menos satélite de ningún partido político. Y precisamente por eso, porque no somos una asociación perteneciente a ningún partido político, vemos la realidad desde el exterior, con una cierta objetividad, y cuando estamos de acuerdo con algo, no nos fijamos en las siglas de quien lo defiende, ni tenemos prejuicios políticos. ¿Que coincidimos con el partido en la oposición en el tema de la incineradora? Muy bien, coincidimos ¿hay algún problema al respecto?. Y si coincidiéramos con más, tampoco lo ocultaríamos. Como no ocultaríamos los desacuerdos. Con ningún partido. Tampoco es que queramos desprestigiar deliberadamente al partido que gobierna. Es que el partido que gobierna es el que toma las decisiones del municipio, y según nuestra opinión, muchas son desafortunadas y otras nefastas. Según la opinión de la asociación y de otra parte de la ciudadanía, que es anónima, y a la que muy posiblemente el partido no puede acceder (no le dirían abierta y claramente lo que piensan de él, de sus actuaciones, precisamente por eso, por ser un partido político y el que gobierna, el que manda, el que tiene en sus manos que entre en un Taller Ocupacional o no entre; el que influirá para que me concedan una subvención o no me la concedan; o son personas conocidas de toda la vida, familia, vecin@s, y no voy a enemistarme con ellas, les pongo una cara, expreso mi opinión de espaldas a ell@s y a seguir la convivencia aparentemente pacífica e hipócrita), y así lo decimos. Se llame el partido Perico o Perica. No estamos en contra de ningún partido, estamos en contra de cualquier decisión política que adopte cualquier partido político y que afecte negativamente a la ciudadanía, que suponga una pérdida de identidad, trabajo, cultura, igualdad, calidad del aire, patrimonio, movilidad; dignidad, derechos y desarrollo sostenible, en definitiva. Ni más, ni menos. Nada extraordinario, por otro lado.
Y digo ésto porque hace unos días, en el foro que ya empieza a ser una referencia comarcal, pikazahuescar.superforos.com, un comentarista dejaba su opinión respecto a DahirA y al tequio: "No se si es artesanía lo que venden allí. Más bien parece una tapadera". ¿Por qué parece una tapadera? Quizás porque nadie en su sano juicio de machista, conservador, posiblemente funcionari@, y fiel defensor de "o eres del PSOE o eres del PP" puede entender que una asociación de mujeres pueda expresarse libremente sin el respaldo de un partido político, aunque este respaldo sea desde la sombra. A estas alturas damos por hecho que no se nos vincula directamente con el primero. Por tanto queda la opción del segundo. Tal vez hayan pensado en más opciones: IU, Falange, Plataformas Ecologistas, AIT, o vaya usted a saber con que otras siglas nos puedan relacionar. Y también se nos presupondrá vinculación porque nadie en su sano juicio de ideología "sin subvención por delante no muevo un dedo" es capaz de entender que se pueden iniciar actuaciones en defensa de lo nuestro, de nuestros recursos, de nuestros yacimientos de empleo, de nuestra producción, aún sin que medie subvención.
La cuestión es que muy probablemente, pocas o muchas personas de ideología progresista-conservadora, o a la inversa: conservadora-progresista (conviven, si; conviven ambos términos aunque sea difícil de comprender y explicar) siguen sin aceptar la insumisión de un grupo de mujeres, organizadas en asociación, que miran a los hombres de igual a igual, que apuestan por el desarrollo sostenible de la comarca, que se reponen de las zancadillas que les van poniendo quienes están en contra de los principios que ellas manifiestan, que defienden el contenido frente a las formas, que piden responsabilidades a quienes gobiernan, que exigen congruencias y que, en un momento dado, son capaces de emprender una actuación kamikace por su cuenta: alquilar un local sin subvenciones para sede, y exposición venta de los productos más ninguneados en Huéscar: las artesanías y algún guiño a la producción ecológica. Con tablón de anuncios incluido.
Para esas pocas o muchas personas, necesariamente tenemos que ser la cabeza de turco de alguien más potente, y masculino, claro, porque aquí no hay ninguna entidad fuerte en la que predominen las mujeres; somos la avanzadilla, el tanteo, el escudo, la parte subliminal de algo o alguien que nada tiene que ver con la producción artesanal comarcal, ni con la igualdad de género, ni con el desarrollo sostenible. Algo o alguien que, naturalmente, estará corriendo con los gastos.
Pues no. No actuamos en representación de ninguna organización, ni mayor ni menor. Hemos realizado y presentado proyectos a la administración local, provincial y autonómica; hemos pedido subvenciones; hemos adaptado el presupuesto a la cantidad concedida, siempre mucho menor, eso cuando nos la han concedido; hemos devuelto una subvención por considerar que no habíamos realizado correctamente la actuación para la que habíamos solicitado la subvención,y no era honesto quedarnos el dinero; alguna administración local nos ha propuesto financiación para una actuación y después se ha desentendido, o nos ha dicho que nos habían aprobado una cantidad y en función de esa cantidad hemos invertido, y después esa cantidad era menor, y hemos tenido que asumir las facturas si o ni, o nos ha contratado para una actuación y después ha dicho "no es eso lo que dije" o se ha desentendido de la factura presentada; y hemos realizado unas cuantas actuaciones sin ninguna financiación pública, con fondos propios provenientes de las cuotas y de los talleres abiertos remunerados que realizamos de cuando en cuando.
Los proyectos los realizamos nosotras, la documentación la rellenamos y presentamos nosotras, los fondos los conseguimos nosotras, las memorias nos las hacemos nosotras, el tequio está atendido por nosotras, en calidad de voluntarias. Hacemos lo que decimos hacer. Y defendemos lo que creemos oportuno y necesario defender. Las personas que se sienten identificadas, nos apoyan. Las que piensan lo contrario, nos llaman fanáticas, tapadera, y nos presuponen un gusto romántico por ser perseguidas. A otras muchísimas, estamos seguras, les seremos indiferentes o ni siquiera sabrán de nuestra existencia. En cualquier caso: somos mujeres mayores de edad, con plena capacidad de decisión, conocedoras de la libre expresión, e independientes de cualquier grupo político, mafia, o intereses ocultos de terceros.
Y no nos gusta sentirnos perseguidas ("A algunas personas les gusta sentirse perseguidas y proscritas o proscritos, ¿que romántico, no?", mismo foro). Dejando a un lado la ironía y los comentarios acerca de quien quiere utilizar un lenguaje no sexista y no sabe, ¿a quien le gusta sentirse perseguid@?. La persecución entraña irremediablemente vigilancia, acoso, maltrato y, llegados a casos extremos, exterminio. La persecución supone miedo, recortes o privación total de los derechos fundamentales, exilio, detenciones, torturas, cárcel, asesinatos. DahirA hablamos, y hacemos, en igualdad de género, desarrollo sostenible, artesanías ... todo perfectamente legal en nuestro país, al que pertenecen Huéscar y el Altiplano de Granada. Incluso mucho más que legal: está de moda, especialmente igualdad de género y desarrollo sostenible. Y si no, que le pregunten a quienes viven de solicitar y tramitar subvenciones: el apellido igualdad de género o desarrollo sostenible es imprescindible o son puntos añadidos para que tengan en cuenta la solicitud. Por tanto, jamás se nos ha ocurrido pensar, y muchísimo menos desear, que por pensar y actuar desde unos principios tan lícitos y tan en boga, seríamos perseguidas. Ni por asomo barajamos la posibilidad de que seríamos perseguidas por pensar y actuar en igualdad y sostenibilidad, por tanto, no tuvimos, que asumir el riesgo que ello entrañaría.
El romanticismo lo entendemos de otra forma bien diferente: como un movimiento revolucionario basado en la libertad, que supone la ruptura con el orden anterior y con los valores culturales y sociales que representaba. En ese sentido sí que podríamos ser románticas, ya que repudiamos completamente el orden anterior: la dictadura franquista. Aunque no nos sentimos nada orgullosas por ser las primeras románticas en la comarca: por lógica, hace treinta años que tendrían que haber aparecido los primeros movimientos románticos en la comarca, tanto de hombres como de mujeres. Si acaso, nos apena ser las primeras.
DahirA.