No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

domingo, 30 de enero de 2011

Mujeres luchadoras

Women of Egytp:

http://www.facebook.com/album.php?aid=268523&id=586357675&fbid=493689677675

Nuestro apoyo a esos miles de mujeres que han salido a la calle y se enfrentan a la policía en defensa de los derechos de libertad y democracia en su país.

DahirA.

viernes, 28 de enero de 2011

Hablaremos de artesanías exclusivamente cuando hayamos hallado las respuestas a las no artesanías.

Es verdad, como me han dicho en alguna ocasión, que en este blog, firmado por una asociación de artesanas, hablamos poco de artesanía, cuando por lógica, debería ser al revés: que habláramos muy poco de otras cosas y mucho de artesanía.

Pero todo tiene su explicación. La asociación de artesanas la creamos, eso sí lo hemos dicho ya, entre otras razones, porque en esta comarca la artesanía en general estaba ninguneada, y al borde de la extinción, sin ningún tipo de organización gremial y sin ninguna expectativa de futuro. Nosotras, artesanas, habitantes en un medio rural que tuvo un pasado artesanal interesante y diverso, y que posee un legado cultural importante, sentimos la necesidad de defender nuestro sector para avanzar, partiendo de la memoria y la recuperación, y aportando innovación. Como además en esta comarca estaba despegando el turismo rural, casi que dimos por hecho que, al igual que ocurre en cualquier otra parte del mundo, el turismo rural nos necesitaba a l@s artesan@s, tanto como nosotr@s lo necesitábamos a él. Nos podíamos desarrollar paralelamente a la vez que interconectados ambos sectores. Esto nos enriquecería a los dos sectores y a la población en general.

Si bien nuestros estatutos contemplan, además de la artesanía, la igualdad de género -por cuestiones obvias: todas éramos mujeres al principio-, la agricultura ecológica, y el desarrollo sostenible, al principio todos nuestros esfuerzos y proyectos tuvieron un marcado matiz artesanal sobresaliente sobre los demás aspectos: charlas de sensibilización y demostración artesana, exposiciones de artesanía, censo artesanal, revista de artesanías, participación en ferias de artesanía, formación artesanal, ferias artesanales, centro de artesanías... Nuestra primera actuación fue la I Semana de Desarrollo Sostenible, en Huéscar, que aunaba artesanías, turismo (eso pretendimos, pero ni la Asociación de Turismo del Altiplano, ni la Central de Reservas de Huéscar estuvieron por la labor) y productos ecológicos comarcales, con el objetivo de comenzar a difundir los productos locales y los recursos locales.

El ayuntamiento de Huéscar nos tuvo entretenidas cosa de un año con el proyecto del Centro de las Artesanías y las actuaciones en torno a él, ya que con el primer borrador que le entregamos le pareció tan buena idea que nos dijo "adelante" y seguimos adelante, estructurando el proyecto. El Centro de las Artesanías de Huéscar, en realidad era el fin, el objetivo de una serie de actuaciones satélites: censo, formación, nuevos talleres, oferta de monográficos, campos de trabajo, escuelas infantiles, ferias temáticas comerciales, y finalmente, el centro de las artesanías, de venta al por menor y al por mayor; el espacio que agrupara todas las demás actuaciones y que diera salida a la producción y un impulso al turismo rural, ya que los monográficos, los campos de trabajo y las escuelas infantiles de verano, estaban pensados para pequeños grupos independientes a los que además se les ofertaría visitas históricas, museos, rutas de naturaleza, gastronomía y, finalmente, alojamiento. Una vez que el proyecto estuvo terminado y entregado al alcalde la única copia que hicimos, este nos respondió que le gustaba, y que lo iba a defender él porque "se a quien dirigirme y además, es mi obligación" y nos dijo que si teníamos alguna objeción para que lo incluyera en el programa de las próximas elecciones. Inocentes de nosotras, le creímos, y no pusimos ninguna objeción; al contrario, pensamos que si lo quería incluir en el programa electoral de su partido es porque estaba convencido y decidido a poner en marcha nuestro proyecto.

Pero la convicción del alcalde respecto al proyecto del centro de artesanías duró lo que duró, es decir, una vez tuvo el proyecto en sus manos y la frase "centro de artesanos" en el listado de todo lo que prometía su partido hacer en la siguiente legislatura si salía ganador de las elecciones, perdió todo interés por el centro de artesanías. A partir de ahí hubo algunas frases de disculpa, algunas de ya veremos, hasta llegar a la de que la artesanía no vende y no se podía hacer, pese a que su partido siguió gobernando en el ayuntamiento de Huéscar.

Llegadas a este punto ya teníamos en el haber, por un lado, y como tema adicional, los extraños comportamientos del CMIMH con DahirA, y por otro, la hipocresía y manipulación con el centro de las artesanías, la factura de FERAMUR y la última respuesta del alcalde respecto a ella "podeis reclamarla lo que querais, no tenemos dinero y no la vamos a pagar", el extraño boicot a la I SDSH, la indiferencia del sector turístico, y las varias negativas del GDR respecto a apoyar proyectos de artesanía.

Nos preguntábamos los motivos del rechazo visceral a apoyar la artesanía de los agentes de desarrollo rural, en unos y otros apartados, y el rechazo "subliminal" del Centro de la Mujer para con DahirA. Estaba claro que éramos molestas, y que nos estaban despachando tranquilamente con algún ligero movimiento de manos, y con sutiles pataditas en el traseo. ¿Por qué éramos molestas? Al fin y al cabo, lo único que pretendíamos era contribuir al desarrollo sostenible de la comarca desde una perspectiva de igualdad. Pretendíamos crear puestos de trabajo, dignificar el sector turístico y que la comarca fuera conocida allende las fronteras por sus valores culturales y naturales.

Como nadie nos daba explicaciones razonables no tuvimos otro remedio que elucubrar y ir tirando del hilo. Así, fueron surgiendo hipótesis: es que somos mujeres que pretendemos estar codo a codo con los hombres, y eso en la comarca no se ha visto nunca, ni son bien vistas las mujeres con determinación; el sector turístico es un sector de una cerrada necedad incomprensible; las subvenciones las tienen amañadas para los amigos y los compromisos; no tenemos una definición política explícita y no saben si somos de los suyos o de los contrarios (por utilizar una frase muy habitual, con la que no estamos de acuerdo); no creen en nosotras porque somos mujeres y nos consideran inferiores; en realidad no saben, o no tienen intención de desarrollar un sector turístico rural fuerte; son acomplejados e incultos que relacionan la artesanía con la pobreza del pasado y prefieren los productos made in China porque creen que representan la modernidad urbana, etc. etc. etc.

Y, claro, hasta que no se solucionen estas cuestiones, no podemos dedicarnos a desarrollar el sector artesanal plenamente y a hablar mayoritariamente de artesanías. En la comarca estamos en un estadio anterior a la artesanía contemporánea, y es de ahí de donde tenemos que partir. Y en ello estamos. Intentando saber el por qué de la fobia a las artesanías de la comarca en general y a DahirA en particular. Por qué confunden desarrollo sostenible con el mismo desarrollo insostenible de siempre. Por qué no han escuchado nunca hablar de consumo de proximidad, ni falta que les hace. Por qué después de más de un lustro a rastras con el turismo rural no han creado un puñetero destino. Por qué hablan de que son igualitarios y nos ponen la escultura arrodillada en honor a Mariana de Pineda. Por qué rechazan a las mujeres resolutivas e igualitarias. Por qué no aceptan las críticas, cuando en democracia, las críticas son poco menos que una obligación.

Que ya nos gustaría a nosotras, y que eso no lo dude nadie, dedicarnos a comentar el estudio histórico y sociológico de la artesanía comarcal, lo avanzadas que van las obras del Convento de San Francisco, que albergará el Centro de las Artesanías, y que se ha iniciado la formación de las personas que trabajarán en él; que la feria comercial ha sido un éxito y que la organización de las Tres Culturas lleva buen ritmo; que se han puesto en marcha los talleres de confección; que ha comenzado el procesamiento de la lana de la segureña; que se han abierto tres nuevos talleres artesanales, que ha comenzado a trabajar el taller que manufactura esparto, siendo un éxito total la cogedora mecánica, la prensadora y la enrolladora, las tres inventadas en la comarca; que ya está funcionando la cooperativa de mermeladas con productos locales ecológicos, y la de queso de cabra, y la de esencias ecológicas, y la de manufacturación artesanal de almendras, y que la alcaparra ya ha recibido la denominación de ecológica; y que la revista de artesanías tiene tres mil subcriptor@s, y que en la radio comunitaria de Huéscar entrevistaron ayer a una maestra artesana de esparto, y que la semana próxima tenemos unas jornadas de radios comunitarias en Huéscar y que han encargado a un taller artesano los obsequios para l@s participantes, y que el concurso de artesanía ha alcanzado notoriedad internacional, y que los alojamientos rurales están al completo los treinta días del mes los próximos cuatro meses, y que ... ¡que más quisiéramos nosotras que hablar de todo eso, exclusivamente de eso, y nada más que eso!.

Pero de momento, no podemos, no hay realidades ni proyectos al respecto. Por eso hablamos de todo lo demás, observando, analizando, cuestionando, reclamando, exigiendo, reponiéndonos de las continuas sorpresas que nos depara el día a día... esperando respuestas.

DahirA.

lunes, 24 de enero de 2011

Si tenemos pista de padel y rejas en el parque ¿que importancia tiene el analfabetismo integral o funcional?


El desarrollo de un pueblo no se mide, o no deberíamos medirlo nunca, fijándonos exclusivamente en la imagen externa, es decir, en la cantidad de infraestructuras que posee y lo grandes y modernas que sean éstas, si no en la cultura que tiene el pueblo, la ciudadanía.

Digo ésto porque el grado cultural, entendiendo éste por lo más básico: la alfabetización, en Huéscar deja mucho que desear, y para ello voy a poner algunos ejemplos de situaciones que me han contado directamente, he estado presente o he sido parte de ellas:

1. Hace unos días, una chica que estaba de paso en Huéscar, por motivos laborales, y que venía de Málaga, me comentó muy sorprendida que nunca había visto a tantas mujeres sobre los cincuenta años analfabetas. Le parecía increíble que en estos tiempos, personas que todavía no son mayores no supieran leer y escribir.

2. Hace poco más de un año, la persona que dirige la revista de Huéscar y yo coincidimos en algún sitio y alguien nos presentó. Me animó, como presidenta de la asociación, a que le enviara alguna foto, si la tuviéramos, de nuestras últimas actuaciones, y algún texto, aunque fuera pequeño, manuscrito, y mal escrito "no te preocupes, que yo te corrijo las faltas de ortografía, y lo reescribo". ¿Por qué ese señor, que no me conocía de nada, dio por supuesto automáticamente que yo apenas sabía escribir? ¿quizás por que soy mujer y por la edad que intuyó que puedo tener?. Naturalmente, protestamos, y su disculpa no vino a solucionar mucho las cosas: "bueno, lo digo porque hace poco Fulanita, presidenta de X asociación, me pasó un escrito sobre tal actuación que dejaba mucho que desear, mal redactado y con muchas faltas de ortografía". Ah, vale, como Fulanita (por cierto, más joven que yo), es presidenta de asociación de mujeres y escribe poco y mal, todas las presidentas de asociaciones de mujeres de Huéscar escribimos poco y mal. Y, ojo, que no soy escritora ni lo pretendo, y cometo más de una falta de ortografía al escribir, y más de dos (y de las tildes, mejor no hablamos), que todavía recuerdo, en este mismo blog, un "abría" del verbo abrir escrito con h, que hace incomprensible la frase, y de lo que me dí cuenta una vez publicada la entrada.

3. Hace unos años, una asociación de mujeres contrató a una administrativa, cuyo fuerte no era la ortografía. En una presentación pública en pantalla, con un texto escrito por ella, el alcalde, cuyo fuerte no es la diplomacia, le fue corrigiendo en voz alta cada una de las faltas de ortografía que contenía el texto, y que eran unas cuantas, todo hay que decirlo. Pocos meses después llegó hasta la asociación un folleto del ayuntamiento que contenía faltas de ortografías garrafales y no pude por menos que recordar las correcciones del alcalde.

4. En unas dinámicas de grupo dentro de unas jornadas de liderazgo asociativo, la señora, mayor que yo, con la que correspondió trabajar un área en la que había que escribir, se disculpó antes de empezar "es que yo he aprendido hace poco a leer y escribir, y se me da mal, mejor escribes tú". Que la señora, que en su infancia tuvo que trabajar y no pudo asistir a la escuela, ni tampoco pudo hacerlo posteriormente por diversos avatares de su vida hasta llegar a una edad, podía ser comprensible, aunque no su baja autoestima en ese tema, ya que fue ella quien escribió lo que hubo que escribir, y lo hizo bien, además.

5. La asociación Educación Popular -tal vez ya he hablado de ello-, en su presentación en el blog plumabierta, en el apartado A punto primero de las Líneas de Trabajo, dice que, a través de un programa de voluntariado juvenil pretenden alfabetizar a los menores de entre 4 y 9 años de etnia gitana. Eso es muy preocupante, ya que viene a decir que en Huéscar existen muchos niños y niñas de entre 4 y 9 años que no están escolarizad@s, algo totalmente contrario a las leyes de este país, que dicen que es obligatoria la escolarización desde los seis hasta los dieciseis años. ¿Qué ocurre en Huéscar para que un porcentaje de niños y niñas estén sin escolarizar?. En el punto dos de ese apartado, también se dice que pretenden conseguir, a través de una escuela de flamenco, alfabetizar a los adolescentes de la misma etnia. Es decir, ni ahora ni hace diez años se ha hecho nada efectivo para que los niños y niñas de etnia gitana estén escolarizad@s. Sin que confundamos escolarización con absentismo escolar, porque son dos cuestiones diferentes, precisamente el mayor rendimiento escolar de los niños y niñas de etnia gitana excluidos socialmente se produce entre los cuatro y los ocho o nueve años. Un niño o una niña de esas características -exclusión social- lee y escribe mejor, y tiene una mayor capacidad de comprensión hasta los ocho o nueve años, que ese mismo niño o niña en la adolescencia, cuatro o seis años después.

6. En la biblioteca pública de Huéscar los carnets de soci@s de personas adultas escasean tanto que para el bibliotecario es un motivo de fiesta poder expedir uno.

Desconozco cual es el grado de analfabetismo entre la población masculina, así como el grado de absentismo escolar entre la franja de población afectada en total. Pero si que es bastante evidente que la palabra analfabetismo y analfabetismo funcional son relativamente usuales en Huéscar. A pesar de su Centro de Educación para Adultos, sus programas específicos con el colectivo gitano, su técnica dinamizadora para la igualdad trabajando incansable dentro de las asociaciones de mujeres.

Lo que viene a demostrar que las políticas practicadas en los tres últimos lustros para el desarrollo cultural de la población están siendo bastante ineficaces, o no les están concediendo la importancia que tienen. Quienes son, o deberían ser, los encargados de que esas áreas funcionen, y el analfabetismo en Huéscar, tanto integral como funcional, hubiera alcanzado la cota cero, no parecen preocupados en absoluto, puesto que no se ve en ningún sitio promoción de campañas y actuaciones al respecto. Ni siquiera se habla de ello. Les da igual que una parte de la población sea analfabeta, y que siga siéndolo por mucho tiempo.

Pero no, señoras y señores políticos locales: la primera valoración del estado de un pueblo no es en función de si tiene más o menos monumentos rehabilitados -y esto lo dice alguien que tiene una especial predilección por la historia urbanística rural, conste-, si no por la cultura que manifiesta tanto la ciudadanía como la clase política. Un pueblo inculto es un pueblo pobre, siempre. Y una clase política, que teniendo los medios, no hace nada, o no hace lo suficiente, para elevar la cultura de la ciudadanía a la que representa, es una clase política de tercera o de cuarta clase, como poco. Luego ese pueblo, por muchos adelantos tecnológicos y urbanísticos y de servicios públicos que tenga, es un pueblo marginal.

Por tanto, sin entrar a valorar el listado de consecuciones de ladrillo y pistas de padel que nos presenten como conseguidas, el nivel cultural de la población es lo que enriquece a un pueblo. Y me refiero a nivel general de cultura, que la formación reglada es otro tema. Cultura de conocer la historia del pueblo, de la comarca; cultura de que cualquier persona, de cualquier edad, y cualquier etnia acuda con regularidad a la biblioteca pública y utilice sus servicios; cultura de conocer y sentir orgullo de nuestro patrimonio urbanístico y natural; cultura de valorar lo nuestro, cultura de creer en nosotr@s, preservar y desarrollar nuestros recursos; cultura de saber informarnos, participar cuando nos convoquen o convocar nosotr@s mism@s cuando sintamos la necesidad; cultura para saber analizar, diferenciar, cuestionar, defender.

Para todo eso necesitamos saber leer y escribir, y ejercitar la lectura y la escritura; necesitamos utilizar las nuevas tecnologías de la información que nos conectan con el mundo vía directa. Mientras todo esto no suceda a nivel generalizado, que ningún político local se sienta orgulloso y predique a los cuatro vientos sus logros de carácter urbanístico en los que su intervención se ha limitado a solicitar la subvención para su consecución, y que en ocasiones se quedan inutilizados al día siguiente de terminados, o infrautilizados, en el mejor de los casos.

Cuando un partido político después de haber gobernado durante una o varias legislaturas consecutivas pueda aportar en su haber de logros que la biblioteca pública abre en horario de mañana y tarde y que las estadísticas de préstamos han crecido un mil por cien respecto a las actuales; que las asociaciones de mujeres ya no necesitan que personas ajenas les realicen, tramiten y entreguen la documentación para sus subvenciones; que todos los niños y niñas están escolarizados, y que el nivel de absentismo escolar ha descendido considerablemente; que tenemos una FPO con módulos de agricultura y turismo; que la artesanía tiene un espacio propio en la cultura y la economía locales; que los ciudadanos y ciudadanas acuden a los plenos municipales con regularidad y utilizan con criterio y participación el espacio de ruegos y preguntas; que los y las ciudadanas dejemos de ser "unidades de consumo" y nos hayamos convertido en actores y actrices participativas, críticas y dialogantes, en las mesas y los foros públicos, con datos en la mano, entonces, ese partido, sea cual sea, estará en todo su derecho de decir que gracias a su labor Huéscar es un pueblo culto, y por tanto, rico.

Pero mientras sigan pululando los fantasmas del envejecimiento, la emigración, el paro, y el analfabetismo, en cualquiera de sus acepciones, los listados de obras y servicios, por muy largos que sean, se quedan muy pobres. Excesivamente pobres. Signo inequívoco de la pobreza y la incultura de quien tan pomposamente los ha redactado y aprobado.

DahirA.


domingo, 23 de enero de 2011

Huéscar, descendida y descendiendo

En estos últimos días leo aquí y allí, en las páginas del partido gobernante en la localidad, sobre los logros obtenidos por el ayuntamiento de Huéscar en los últimos dieciseis años. La mayoría corresponden a infraestructuras, mejoradas las anteriores en unos casos, y de nueva implantación en otros. Estas infraestructuras no son discutibles: saltan a la vista. Pero no se han hecho en competencia con otro u otros partidos políticos. Es decir, no ha sido una carrera en la que varios partidos políticos actuaban simultáneamente, y el ganador en número de actuaciones ha sido un partido y no otro. No podemos decir por tanto que un partido ha sido mejor que otro. ¿Lo habría hecho mejor otro partido?. Eso no lo sabremos nunca.

Huéscar es cabeza de comarca, por ese motivo le corresponde albergar ciertas infraestructuras y delegaciones de administraciones, máxime teniendo en cuenta que las demás poblaciones cuentan con un número de habitantes bastante inferior a Huéscar, y las poblaciones pertenecientes a la comarca se encuentran en un radio no superior a los treinta kilómetros. Cámara Agraria, Escuela de Empresas, Oficina Seguridad Social, Centro de Salud, Institutos, Centro de la Mujer, SAE, Juzgado, Educación de Adultos, Parque de Bomberos, están concentrados en Huéscar. Después de más de treinta años de democracia, y habiendo sido hasta hace poco la comarca más deprimida de la Europa Comunitaria, y por lo tanto, fuertemente subvencionada por ésta, es de recibo que las infraestructuras y servicios anteriores hayan mejorado y se hayan creado otros nuevos acorde con los tiempos. Como también es de recibo que haya mejorado el asfaltado de las calles, el alumbrado público, las zonas verdes, las instalaciones culturales y deportivas, las áreas recreativas, el sistema de riego y la conservación de los montes y los bosques.

No cabe que el partido gobernante diga "yo he hecho y el otro no". El otro, aunque no sepamos exactamente quien es el otro (PP, PA, IU...) no ha tenido oportunidad de gobernar, la ciudadanía, no le ha dado ese voto de confianza. Pero lo que no se le puede reprochar es que no haya querido o sabido hacer.

Sin discutir todo lo que se ha llevado a cabo, todas esas infraestructuras realizadas, sí que hay un hecho indiscutible: la población sigue descendiendo. Parafraseando el título de una película, "Huéscar es una comarca de viejos". Se producen más muertes que nacimientos y el porcentaje de personas mayores de 65 años supera a las de menores de 20 años (cifras del 2006), a pesar de los residentes extranjeros e inmigrantes llegados a Huéscar, en las dos últimas décadas (algo más del 3% de la población total en 2006), así como el de residentes de otras comunidades del estado español, sobre los que no se tienen datos, el número de habitantes sigue descendiendo, hasta superar los mil habitantes menos en los últimos veinte años. El porcentaje de emigrantes es superior al de inmigrantes. Podríamos decir que en este fabuloso periodo de logros en infraestructuras y servicios, la población ha descendido en unas mil personas.

¿Qué está ocurriendo para que en una población pequeña, que apenas supera los ocho mil habitantes según unas fuentes, y que no llega a los ocho mil, según otras, a la que se la está dotando de numerosos servicios e infraestructuras públicas, el número de habitantes descienda de forma progresiva y relevante?. Algo grave de fondo tiene que estar pasando. Una de las razones puede ser, como decíamos antes, el envejecimiento de la población. Otra, qué duda cabe, la falta de oportunidades laborales que permitan vislumbrar un futuro digno.

El partido gobernante en los últimos dieciseis años puede vanagloriarse de las infraestructuras logradas, así como de los nuevos servicios públicos, pero no debe olvidar avergonzarse por su profunda incapacidad durante esos dieciseis años para lograr, no ya que la población aumente, si no para que permanezca estable basándose en los últimos dieciseis años. Si una población envejece, emigra, y tiene altos porcentajes de desempleo, es porque las políticas llevadas a cabo en cuestión de desarrollo económico y empleo son pésimas.

Si esa relación tan exhaustiva en materia en infraestructuras y servicios estuviera acompañada de cifras concretas de empleo y población, sin que las preceda el prefijo "des", habría que aplaudir y seguir apoyando al partido que lo ha logrado. Pero como desgraciadamente el prefijo "des" las acompaña, y las infraestructuras por sí mismas no dan de comer, especialmente cuando mientras dura su construcción se emplean a personas que no viven en Huéscar, donde se tendría que estar escuchando el estruendo de los aplausos, se escuchan abucheos. O, en el peor de los casos, reina el silencio absoluto.

DahirA.

viernes, 21 de enero de 2011

Altiplano de Granada: Territorio apto para especulador@s variopint@s.

Hace veintisiete o veintiocho años, una compañera del piso de estudiantes que compartíamos, me invitó a pasar unos días en casa de sus padres, entre nochebuena y nochevieja. Sus padres vivían en Cartagena, en una casa antigua, grande, estilo indiano. La electricidad integral de aquella casa la proporcionaban unas placas solares instaladas en el tejado. El día de mi llegada fue un día nublado, de esas nubes espesas y oscuras que amenazan con romper en tormenta, pero no dejan escapar ni una gota. A la mañana siguiente mi amiga me avisó que tuviera cuidado con el agua de la ducha, ya que salía hirviendo. Debo confesar que no me lo creí: después de dos noches y un día intensamente nublado, era imposible que el agua de un calentador alimentado con placas solares pudiera estar siquiera caliente. Tardé en darle la razón el tiempo que medió entre su consejo y mi mano sobre el grifo abierto: realmente, el agua estaba excesivamente caliente, quemaba. Como ya he dicho antes, las placas solares sobre el tejado suministraban de electricidad todas las necesidades de la vivienda: luz, calefacción, agua caliente, electrodomésticos, fogones (¡tenían lavaplatos y secadora!). En aquella casa vivían habitualmente tres personas, y aquellos días, el número se había duplicado. Aquello del agua tan caliente me pareció poco menos que un milagro.

Veinte años después, en distintos foros en los que se hablaba de energías renovables, expuse esa anécdota, que fue rebatida una y otra vez: eso era imposible. Las placas solares domésticas pueden ser útiles para calentar el agua, dotar de electricidad a una vivienda pequeña, o para la lavadora, pero no para cubrir todas las necesidades de una vivienda. Mis pobres argumentaciones (debido a que en su momento no pregunté, ni nadie me dijo, cuantas placas tenían en aquella casa, ni de que modelo eran) no servían de nada: no había placas capaces de lo que yo contaba. Fue tanta la insistencia en mi error, que llegué a creer que Flori no existió nunca, y por tanto, no pude estar en casa de sus padres, ni me quemé la piel con el agua caliente de las placas solares después de dos noches y un día oscuro y nublado. Que aquella anécdota era producto de mi imaginación.

Hoy leo en ATTAC un artículo, firmado por José Candela, muy interesante y esclarecedor titulado "La burbuja fotovoltaica" que, entre otras cosas, le ha devuelto la existencia a mi amiga, a su familia, y a su casa. Desde sus inicios en este país, hasta nuestros días ha mediado la especulación de las grandes multinacionales, de inversores que ni siquiera son del sector, que se han introducido en él porque vieron una inversión segura: futuro de la energía fotovoltaica, subvenciones y el pago del kw por el gobierno muy superior al precio que las empresas eléctricas le cobran al consumidor.

Pero claro, el gobierno está en crisis (económica) y no puede seguir financiando a esas multinacionales ni subvencionarles el producto que generan sus empresas. Y el sector de las fotovoltaicas está bajando al mismo ritmo que subió: vertiginosamente. Al fin y al cabo, la misión de esas empresas no era la de producir energía sostenible: su misión era especular y enriquecerse.

Al hilo del artículo de José Candela he recordado que en el Altiplano tenemos dos huertos fotovoltaicos, uno en Galera el otro en Cúllar, y el anunciado como el mayor de Andalucía, en Huéscar (reconozco que no se donde está ubicado ni ninguna de las personas a las que he preguntado ha sabido responder). Y se han anunciado en unos medios y en otros, cuatro termosolares en Campo Cámara y otras cuatro en Puebla de D. Fadrique. Las dos primeras, en Galera y Cúllar, si que son reales, están a la vista, funcionen o no, será cuestión de averiguarlo. En la de Galera la tecnología y el personal lo aportó Alemania e Italia. Nosotros pusimos el suelo. No caímos en negociar formación y empleos locales. En la de Huéscar, se rumorea que financió la guardería laboral y una cantidad en efectivo a la asociación Aspadisse. De las otras ocho, ni asomo de comienzo, parece que se quedaron en carne de prensa.

Tres plantas fotovoltaicas, ocho termosolares, y un parque eólico: habríamos tocado casi a planta de energía renovable por población, aunque siguiéramos pagando la factura eléctrica a las grandes compañías, a precio de mercado, y con el mismo número de personas desempleadas en la comarca.

Y, a la que nos hubiéramos descuidado, se les habrían sumado una macro incineradora, una urbanización de lujo (ahora hay un proyecto de complejo hotelero de extra-lujo en multipropiedad, que la Sagra es un solar muy goloso para especuladores), otro complejo turístico con sus campos de golf, faltaría más, y un río parcialmente desecado. Todo en aras de la especulación. Sin más empleos sostenibles que redundaran en la población comarcal. Nuestro territorio puesto al servicio de los especuladores. Todo basado en la especulación que termina convirtiéndose en una burbuja que estalla y desaparece. Modelo de economía sostenible, que dirían nuestros estimados políticos.

Por cierto, también he leído hoy, en el foro (huéscar.org) tema Central de Plasma del 24 de abril de 2010, el comentario nº 67 con fecha 7 de diciembre de 2010, que me ha resultado muy, muy curioso ... ¿no se le estará ocurriendo a cualquiera de nuestros queridos políticos algún proyecto con el Grupo Jugasa, a quien de momento, no conocen ni en su casa a la hora de comer?

http://www.huescar.org/blog/?p=206#comments

http://www.ideal.es/granada/v/20100410/provincia/seis-nuevas-plantas-termosolares-20100410.html

http://lidiaucher.blogspot.com/2007_03_01_archive.html

http://www.sferaproyectoambiental.com/proyectosmedioambientales/estudios-de-impacto-ambientales

DahirA.


martes, 18 de enero de 2011

Se fue San Antón, bienvenida, Realidad

Ayer, según decían en la prensa (público.es del 5 de enero), fue el día más triste del año. Debe ser algo así como nuestro "hasta San Antón, Pascuas son" y San Antón es el 16 de enero. Y al día siguiente, liberad@s de los excesos y buenos propósitos de la pascua, nos encontramos con la cruda realidad. Bueno, este año ya hemos superado el trance.

Para celebrarlo, esta tarde he preparado unas torrijas, que andaban rondándome el paladar desde hace días, desde que hace un par de semanas escuché un audio de Radio Valdivielso en el que un vecino del valle llamaba preguntando por la receta tradicional y una vecina llamó para dársela. Tomé nota de la receta, y desde entonces, cada día he querido hacerlas. Hasta hoy. Me he permitido, no obstante, alguna licencia: cambiar los granos de anís por vainilla. El anís no me gusta, y todavía guardo algunas de las vainas de vainilla que con tanto amor viajaron en una mochila de expedicionario desde Madagascar hasta Huéscar. Qué pequeño es el mundo cuando nos asomamos a él, aunque sea sin movernos de casa: unas torrijas hechas con las indicaciones de una vecina del Valle de Valdivielso, de la que he sabido a través de una radio comunitaria, por otra radio comunitaria: la nuestra, Radio Pikaza; con ese toque traído desde el sur del planeta, y sin gasto energético añadido ni intermediarios. Torrijas que he degustado mientras veía la película "El planeta libre", una delicia de película que nos podría servir de profunda reflexión, y que tiene momentos de humorosa ironía muy buenos.

Y un vez superados San Antón, el día más deprimente el año, las torrijas valdivielsanas a la vainilla, y la utopía en forma de película, nos queda el invierno recién estrenado que parece que no tiene intenciones de trabajar mucho esta temporada (los dioses y las diosas no quieran que sea un adelanto del cambio climático tan anunciado), y todo lo demás, que se puede reducir a desempleo y pre campaña electoral municipalista, en líneas generales.

En líneas particulares, la comarca, nuestra comarca, sigue su ritmo, o su arritmo, según como lo queramos ver. Leemos intenciones de nuevos pelotazos urbanísticos en La Sagra, el partido gobernante en Huéscar nos hace una relación de todo lo que ha logrado a lo largo de sus legislaturas (aunque se olvida de decir lo que no ha hecho y por qué no lo ha hecho, y si tiene intenciones de seguir intentándolo, como el Centro de Artesanos que anunció en su anterior programa electoral, y del que nunca más se supo; hablaremos de ello con más precisión en otro momento), los comercios empiezan a cerrar, la oficina de turismo ha cerrado, los monumentos recientemente restaurados comienzan a deteriorarse antes de haber sido abiertos al público, las mesas de la Agenda Local 21 ya cubrieron el expediente de participación ciudadana, l@s contratados por la administración local que no son fijos se refugian en oposiciones varias, y asociaciones varias. Se echan de menos las inauguraciones. De la última que tenemos constancia, el mural de Igualdad instalado en el Ayuntamiento, con la asistencia de la coordinadora del IAM en Granada, Olga Manzano, quien mantuvo una reunión previa con las asociaciones de mujeres de Huéscar, DahirA no fuimos invitadas. Supongo que sería un olvido, de esos tontos que se se tienen a veces, de la técnica de igualdad del CMIMH, o de la concejalía de Igualdad, ya que no tenemos ni idea de quien hizo la convocatoria a las asociaciones; supimos del evento por la web del ayuntamiento y a tiro pasado.

Luego están las micro campañas para desacreditar a DahirA, de las que ya hemos hecho algún comentario aquí: que si somos fanáticas por pedir la retirada de la escultura de mujer arrodillada en homenaje a Mariana Pineda, que si lo que hacemos no es artesanía, que si no somos nativas, que si estamos engañando con nuestros productos... burrerías, a no tener en cuenta, si no fuera por lo serio del tema. Por que ya tienen que ser cafres quienes se están dedicando a tales comentarios para desacreditar a un pequeñísimo colectivo que se empeña contra viento y marea en demostrar que tenemos recursos suficientes para desarrollarnos sosteniblemente y que la igualdad de género no consiste en plantar esculturas de mujeres arrodilladas en las plazas públicas, ni en subvencionar a las señoras asociadas para que se vayan de excursión.

Pero bueno, la alegría de San Antón no nos la ha quitado nadie, y ahora a pensar en la siguiente: Semana Santa, aunque este año va a llegar tarde, tendríamos que inventarnos otra fiesta que medie entre San Antón y Semana Santa, los años que ésta se retrase. Que las penas del desempleo y la incertidumbre del futuro de nuestr@s hij@s, entre fiesta y fiesta, menos penas son.

DahirA.

sábado, 15 de enero de 2011

Y tú, ¿encuentras romántico que te persigan?

Hasta ahora no habíamos alcanzado a comprender por qué en el Centro de Información a la Mujer de Huéscar recibieron tan mal la noticia, de que fulanitas y menganitas habíamos decidido formar una asociación de artesanas. Les gustó tan poco que intentaron disuadirnos de nuestra idea y decisión. Por más vueltas que le hemos dado durante estos cinco años, seguíamos sin comprenderlo. Por un lado, la técnica del CMIMH se quejaba de lo reacias a asociarse que son las mujeres de la comarca, y por otro, intenta frenar la puesta en marcha de una nueva asociación de mujeres, que además representan a un gremio que pertenece a los nuevos yacimientos de empleo rurales. Una paradoja difícil de entender.

Pero en vista de los acontecimientos del último año, más un exhaustivo repaso a extraños comportamientos del CMIMH con la asociación (exclusiones, inclusiones, comportamientos ambiguos disculpados con un "no me di cuenta", sies que terminaban siendo noes, pequeños subterfugios cuya finalidad era paralizar actuaciones, etc), hemos llegado a la conclusión de que fue precisamente el anuncio de que "habíamos decidido" constituirnos en asociación lo que produjo ese rechazo. Nosotras, un grupo de mujeres, mayores de edad, habíamos tomado una decisión, la de asociarnos en la defensa de nuestros derechos gremiales, sin consultar con el CMIMH, sin pedir permiso, sin rogar que nos ayudaran en la tramitación porque somos unas pobres mujeres que no entendemos de esas cosas. Simplemente acudimos al Centro de Información a la Mujer a eso, a pedir información (una copia de estatutos standard), y justificamos para qué la necesitábamos.

Ese fue nuestro "delito": que sin pretenderlo, dimos una imagen de independencia, de capacidad de decisión propia, de ideas claras, de ver a los organismos locales en su justa dimensión, ni más ni menos. Y eso no había ocurrido en la comarca nunca, donde las asociaciones de mujeres, desde su misma creación habían sido absorbidas por los organismos locales que las habían hecho altamente dependientes y por tanto, fácilmente manipulables. Esa futura asociación, que ni estaba constituida ni tenía nombre, podía ser un peligro para la pacífica sumisión que se había logrado, tras casi una década utilizando unas y otras herramientas para conseguirlo.

Agora todo encaixa, que dirían en gallego. Ahora todo encaja. Mientras las quejas que teníamos respecto a unas y otras actuaciones del CMIMH las estuvimos haciendo en privado, en las reuniones cerradas, y aceptábamos determinadas zancadillas sin protestar públicamente, todo fue más o menos bien: posiblemente éramos un grano en salva sea la parte, pero éramos un grano pequeñito, que molestaba poco, un grano controlado del que posiblemente se esperara que desapareciera por si solo, sin tratamiento, con el paso del tiempo.

Y en estas llegó el anuncio de la macro incineradora, anuncio que consiguió revolvernos las tripas. ¿Qué tenía que ver la macro incineradora con una asociación de mujeres artesanas?. Todo, tenía que ver todo: vivimos en la comarca, respiramos el aire de la comarca, comemos producción ganadera y agrícola comarcal, bebemos agua comarcal, aspiramos a un trabajo sostenible en la comarca, tenemos hijos que queremos que crezcan sanos y cuyo futuro laboral no sea el de emigrar o trabajar en la empresa que los enferma y nos enferma a tod@s. Y en nuestra calidad de ciudadanas libres y asociadas dijimos lo que pensábamos. Esta vez en público.

Y como unas cosas llevan a otras, la intención de incineradora abrió la caja de Pandora. No fuimos DahirA quien la destapó, la feliz idea de darle rienda suelta fue de quien quiso implantar aquí una macro incineradora, sin más información al respecto, sin respaldo ciudadano, y sin consenso político. Una vez destapada la caja de Pandora, su contenido se expande libremente; y como el contenido de esa caja es negativo, los "males" empiezan pulular por el aire sin control. Insistimos: DahirA no destapó la caja de Pandora.

En su momento se nos acusó, de forma más o menos velada, de hacerle el juego al partido de la oposición, ya que éste también era contrario a la incineradora y la única entidad, además de DahirA, que se mostró abiertamente en contra de la incineradora en Huéscar; e incluso se nos asoció directamente con ese partido. Nada más lejos de la realidad, ya que DahirA no es una asociación política y mucho menos satélite de ningún partido político. Y precisamente por eso, porque no somos una asociación perteneciente a ningún partido político, vemos la realidad desde el exterior, con una cierta objetividad, y cuando estamos de acuerdo con algo, no nos fijamos en las siglas de quien lo defiende, ni tenemos prejuicios políticos. ¿Que coincidimos con el partido en la oposición en el tema de la incineradora? Muy bien, coincidimos ¿hay algún problema al respecto?. Y si coincidiéramos con más, tampoco lo ocultaríamos. Como no ocultaríamos los desacuerdos. Con ningún partido. Tampoco es que queramos desprestigiar deliberadamente al partido que gobierna. Es que el partido que gobierna es el que toma las decisiones del municipio, y según nuestra opinión, muchas son desafortunadas y otras nefastas. Según la opinión de la asociación y de otra parte de la ciudadanía, que es anónima, y a la que muy posiblemente el partido no puede acceder (no le dirían abierta y claramente lo que piensan de él, de sus actuaciones, precisamente por eso, por ser un partido político y el que gobierna, el que manda, el que tiene en sus manos que entre en un Taller Ocupacional o no entre; el que influirá para que me concedan una subvención o no me la concedan; o son personas conocidas de toda la vida, familia, vecin@s, y no voy a enemistarme con ellas, les pongo una cara, expreso mi opinión de espaldas a ell@s y a seguir la convivencia aparentemente pacífica e hipócrita), y así lo decimos. Se llame el partido Perico o Perica. No estamos en contra de ningún partido, estamos en contra de cualquier decisión política que adopte cualquier partido político y que afecte negativamente a la ciudadanía, que suponga una pérdida de identidad, trabajo, cultura, igualdad, calidad del aire, patrimonio, movilidad; dignidad, derechos y desarrollo sostenible, en definitiva. Ni más, ni menos. Nada extraordinario, por otro lado.

Y digo ésto porque hace unos días, en el foro que ya empieza a ser una referencia comarcal, pikazahuescar.superforos.com, un comentarista dejaba su opinión respecto a DahirA y al tequio: "No se si es artesanía lo que venden allí. Más bien parece una tapadera". ¿Por qué parece una tapadera? Quizás porque nadie en su sano juicio de machista, conservador, posiblemente funcionari@, y fiel defensor de "o eres del PSOE o eres del PP" puede entender que una asociación de mujeres pueda expresarse libremente sin el respaldo de un partido político, aunque este respaldo sea desde la sombra. A estas alturas damos por hecho que no se nos vincula directamente con el primero. Por tanto queda la opción del segundo. Tal vez hayan pensado en más opciones: IU, Falange, Plataformas Ecologistas, AIT, o vaya usted a saber con que otras siglas nos puedan relacionar. Y también se nos presupondrá vinculación porque nadie en su sano juicio de ideología "sin subvención por delante no muevo un dedo" es capaz de entender que se pueden iniciar actuaciones en defensa de lo nuestro, de nuestros recursos, de nuestros yacimientos de empleo, de nuestra producción, aún sin que medie subvención.

La cuestión es que muy probablemente, pocas o muchas personas de ideología progresista-conservadora, o a la inversa: conservadora-progresista (conviven, si; conviven ambos términos aunque sea difícil de comprender y explicar) siguen sin aceptar la insumisión de un grupo de mujeres, organizadas en asociación, que miran a los hombres de igual a igual, que apuestan por el desarrollo sostenible de la comarca, que se reponen de las zancadillas que les van poniendo quienes están en contra de los principios que ellas manifiestan, que defienden el contenido frente a las formas, que piden responsabilidades a quienes gobiernan, que exigen congruencias y que, en un momento dado, son capaces de emprender una actuación kamikace por su cuenta: alquilar un local sin subvenciones para sede, y exposición venta de los productos más ninguneados en Huéscar: las artesanías y algún guiño a la producción ecológica. Con tablón de anuncios incluido.

Para esas pocas o muchas personas, necesariamente tenemos que ser la cabeza de turco de alguien más potente, y masculino, claro, porque aquí no hay ninguna entidad fuerte en la que predominen las mujeres; somos la avanzadilla, el tanteo, el escudo, la parte subliminal de algo o alguien que nada tiene que ver con la producción artesanal comarcal, ni con la igualdad de género, ni con el desarrollo sostenible. Algo o alguien que, naturalmente, estará corriendo con los gastos.

Pues no. No actuamos en representación de ninguna organización, ni mayor ni menor. Hemos realizado y presentado proyectos a la administración local, provincial y autonómica; hemos pedido subvenciones; hemos adaptado el presupuesto a la cantidad concedida, siempre mucho menor, eso cuando nos la han concedido; hemos devuelto una subvención por considerar que no habíamos realizado correctamente la actuación para la que habíamos solicitado la subvención,y no era honesto quedarnos el dinero; alguna administración local nos ha propuesto financiación para una actuación y después se ha desentendido, o nos ha dicho que nos habían aprobado una cantidad y en función de esa cantidad hemos invertido, y después esa cantidad era menor, y hemos tenido que asumir las facturas si o ni, o nos ha contratado para una actuación y después ha dicho "no es eso lo que dije" o se ha desentendido de la factura presentada; y hemos realizado unas cuantas actuaciones sin ninguna financiación pública, con fondos propios provenientes de las cuotas y de los talleres abiertos remunerados que realizamos de cuando en cuando.

Los proyectos los realizamos nosotras, la documentación la rellenamos y presentamos nosotras, los fondos los conseguimos nosotras, las memorias nos las hacemos nosotras, el tequio está atendido por nosotras, en calidad de voluntarias. Hacemos lo que decimos hacer. Y defendemos lo que creemos oportuno y necesario defender. Las personas que se sienten identificadas, nos apoyan. Las que piensan lo contrario, nos llaman fanáticas, tapadera, y nos presuponen un gusto romántico por ser perseguidas. A otras muchísimas, estamos seguras, les seremos indiferentes o ni siquiera sabrán de nuestra existencia. En cualquier caso: somos mujeres mayores de edad, con plena capacidad de decisión, conocedoras de la libre expresión, e independientes de cualquier grupo político, mafia, o intereses ocultos de terceros.

Y no nos gusta sentirnos perseguidas ("A algunas personas les gusta sentirse perseguidas y proscritas o proscritos, ¿que romántico, no?", mismo foro). Dejando a un lado la ironía y los comentarios acerca de quien quiere utilizar un lenguaje no sexista y no sabe, ¿a quien le gusta sentirse perseguid@?. La persecución entraña irremediablemente vigilancia, acoso, maltrato y, llegados a casos extremos, exterminio. La persecución supone miedo, recortes o privación total de los derechos fundamentales, exilio, detenciones, torturas, cárcel, asesinatos. DahirA hablamos, y hacemos, en igualdad de género, desarrollo sostenible, artesanías ... todo perfectamente legal en nuestro país, al que pertenecen Huéscar y el Altiplano de Granada. Incluso mucho más que legal: está de moda, especialmente igualdad de género y desarrollo sostenible. Y si no, que le pregunten a quienes viven de solicitar y tramitar subvenciones: el apellido igualdad de género o desarrollo sostenible es imprescindible o son puntos añadidos para que tengan en cuenta la solicitud. Por tanto, jamás se nos ha ocurrido pensar, y muchísimo menos desear, que por pensar y actuar desde unos principios tan lícitos y tan en boga, seríamos perseguidas. Ni por asomo barajamos la posibilidad de que seríamos perseguidas por pensar y actuar en igualdad y sostenibilidad, por tanto, no tuvimos, que asumir el riesgo que ello entrañaría.

El romanticismo lo entendemos de otra forma bien diferente: como un movimiento revolucionario basado en la libertad, que supone la ruptura con el orden anterior y con los valores culturales y sociales que representaba. En ese sentido sí que podríamos ser románticas, ya que repudiamos completamente el orden anterior: la dictadura franquista. Aunque no nos sentimos nada orgullosas por ser las primeras románticas en la comarca: por lógica, hace treinta años que tendrían que haber aparecido los primeros movimientos románticos en la comarca, tanto de hombres como de mujeres. Si acaso, nos apena ser las primeras.

DahirA.


martes, 11 de enero de 2011

Reflexiones de una huesquerina adoptiva

Ya he dicho en alguna ocasión que me quedé en este lugar, en Huéscar, por amor. El territorio me sedujo hasta enamorarme cuando lo visité por primera vez: las montañas, las huertas y los campos, la arquitectura. El aire parecía destilar almas poseídas de una vasta cultura ancestral: tierra fuerte y sobria en la que había ido dejando su impronta pueblo tras pueblo, desde que el hombre era un homínido.

Me instalé a principios de un otoño, cuando el clima todavía era amable, y disfruté de la intensidad que brindan los otoños en los territorios donde los árboles de hoja caduca abundan, transformando el paisaje de transición del verano al invierno tan magistralmente, con una precisión y amplitud cromática tan asombrosa que casi es imposible desentenderse de ellos.

Luego vino el invierno más crudo registrado aquí en muchas décadas y, desde luego, el invierno más riguroso que he vivido jamás. Y allí estaba yo, en mi hermosa casita de espacios diáfanos, feliz con mi estufa de leña que cuando soplaba el poniente me llenaba la casa de humo, intentando plasmar mis impresiones paisajísticas en urdimbre y lana, hurgando en internet cualquier información que me enseñara sobre esta tierra: historia, cultura, paisajes, cocina, rincones, flora, fauna ... hielo, nieve, chisporroteo de fuego, internet, fibras y bastidores, libros y música. Y batallando a menudo con la leña; y la estufa, asunto en el que era totalmente profana y que a veces me costaba soltar algún que otro resoplido en los intentos para encenderla.

El invierno apenas me dió para descubrir los churros y el chocolate de La Perla, la iluminación navideña más minimalista y hermosa que nunca había visto, en Castilléjar (todas, salvo esa, me han parecido y me parecen de horrendas a pasables, pero nada más), un concierto de música clásica interpretado por un cuarteto de cuerda en la iglesia de Galera, el museo paleontológico de Orce, y paseos por el parque municipal y el casco antiguo de Huéscar, sola o haciendo de "guía" cuando venían a visitarme amig@s y familiares.

Apenas cuarenta y ocho horas después de la última nevada, rozando ya la primavera, empezaron a brotar los árboles y que para mí significó el final del invierno. Fue entonces cuando me dije que era hora de socializar. Quería ser parte del pueblo, necesitaba pertenecer al pueblo, y para ello era necesario conocer a las personas, aprender, compartir. Mi primer contacto fue a través de internet: una página que invitaba a pasarte por una oficina si buscabas empleo. No lo buscaba exactamente, pero pensé que podía ser un buen comienzo; debo decir que no me fue útil en ningún sentido, salvo en que para llegar a esa oficina, en la que estuve varias veces, primero pasaba por unas puertas que ponían "Información a la mujer" o "Centro de la Mujer", o algo parecido. Así que un día, decidí entrar. Me atendió Mª Carmen Nieto a quien, básicamente, le dije quien era y lo que quería: socializar. Y me ofrecí para realizar algún tipo de voluntariado que tuvieran disponible. No tenían ninguno, pero Mª Carmen, y eso siempre lo he dicho desde entonces, fue amable conmigo y buscó una alternativa: invitarme al grupo que próximamente iniciaría las mesas para crear el I Plan de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres de Huéscar.

Así conocí a Encarna Blázquez, a Angel Fernández, a Pilar Sánchez Aránega, de la asociación de Emprendedoras, quien a su vez, y después de una o dos reuniones más, me invitó a unirme a su asociación, y me propuso participar en el stand de Emprendedoras de la feria medieval, la primera; y allí conocí a Lola Olivares y sus hermanas Mª José y Manuela, quienes me presentaron a Carmen Montore; y aquella feria me llevó a la feria argárica de Galera, donde conocí a Chus Mantecón... en el otoño me apunté a un cursillo de informática en el Guadalinfo, nada menos que para hacer una página web, yo, que era, y soy, una absoluta patosa informáticamente hablando, me lancé, sin mucha confianza, pero allí estaba Luisa Román, quien con su maravillosa capacidad impartiendo y dinamizando, hizo que le perdiera el miedo al ordenador, después de muchos años.

Todas estas personas, y aún otras -a las que por haber perdido el contacto con el paso del tiempo, puedo confundir los nombres, así que mejor no doy ninguno-, cada una con su personalidad, su profesionalidad, sus conocimientos, su alegría, su ironía, su inocencia, su energía, no solamente me admitieron, si no que algunas de ellas también me tendieron su amistad, y todas, todas, me enseñaron mucho, y aún me enseñan, que duda cabe.

Por ellas, por unas y por otras, a retazos, entre bromas, ironías, confesiones, y diversos contextos, fui sabiendo que la sociedad huesquerina es machista, conservadora, que es poco menos que imposible encontrar un trabajo si no tienes un enchufe, que aquí se vive principalmente de las subvenciones, que la artesanía está totalmente marginada, que en general la gente era bastante inculta, que esta tierra es un lugar horrendo, sin nada bueno... Si he de ser sincera, diré que era escéptica ante todas esas negatividades y pensaba que lo decían por humildad o por exageración.

Yo veía oportunidades por todos lados ¡hay tantos recursos aquí! y me hablaban de tanto dinero público, que era imposible que aquí se viviera mal, y que no hubiera ni una persona que no estuviera enamorada de su tierra. Lo único que no hay aquí son centros comerciales, cines, teatros y discotecas, y teniendo en cuenta que para mí son prescindibles los centros comerciales y las discotecas, y que para cines y teatros tenemos dos ciudades a hora y media, eso no era ningún problema. A cambio no hay contaminación, el aire en primavera huele a lilas, los cielos son nítidos, los atardeceres más hermosos son los de la comarca en invierno, los contrastes entre unos paisajes y otros son sorprendentes y cautivadores, el agua brota de la tierra como por encanto, incluso en algunos parajes semidesérticos, las personas son amables, divertidas y sabias, la historia sale al encuentro desde la remota prehistoria, sobran recursos naturales, las huertas son ricas en productos, escuchaba hablar de turismo rural ¿como iba a estar marginada la artesanía si se estaba desarrollando un proyecto de turismo rural? ¡eso era poco menos que imposible!

Y se impartían tantos cursos, y había tantas conferencias, y tantas asociaciones, y el alcalde, cuando hablé por primera vez con él, me pareció tan honesto; tantos servicios.

Pero si decían que en artesanía estaba todo por hacer, lo lógico era organizarnos y empezar a desarrollarla. Y así nació la idea de la asociación, sobre la que estuvimos reflexionando varios meses, hasta que nos decidimos a formalizarla. Y empezamos a trabajar, transformando las ideas en proyectos, presentándolos, defendiéndolos, archivándolos, participando en mesas y jornadas ... descubriendo, conociendo, ubicando.

Y fueron apareciendo las otras caras del territorio, sobre las que yo era escéptica, y las carencias, y las gestiones de unos y otras, otros y unas, y las formas que no se correspondían con los contenidos, y los engaños, y las sorpresas, unas positivas, las más, negativas. Y con los años, han ido creciendo y acumulándose. A veces, me parecen demasiadas y demasiado pesadas. A veces pienso, apropiándome de la frase con la que Javier Marías empieza la novela "Corazón tan blanco", que "no he querido saber, pero he sabido". Siempre que amo, sé, aunque no quiera saber. Si no amara a esta tierra, me importaría un bledo que funcionara bien o mal, que sus habitantes fueran tal o cual, que la sociedad esté avanzada o sea retrógrada, que las corruptelas sean habituales, que las estadísticas de desempleo encabecen las de la Europa comunitaria. Aprovecharía de ella lo que me interesara, y paz y gloria. Allá se las apañen sus gentes. Pero es que me siento parte de esta tierra, parte de sus gentes, parte de lo que está hecho y parte de lo que hay que hacer. Y sigo, a pesar de los pesares, creyendo en ella, y pensando que es fácil su avance, que basta poner un poco de interés en ella, apartandoa un lado las cifras de lo que nos dan por ella.

Quizás el principal problema de este territorio radique, precisamente, en que se confunde posesión con amor, y no tienen nada que ver lo primero con lo segundo. Esta tierra está falta de amor, que sus dirigentes políticos y sociales la amen, confíen en ella, la traten con respeto, y la dejen crecer libre y responsable, en lugar de actuar como sanguijuelas, exprimiéndola y avergonzándose al mismo tiempo de ella. Si fueran capaces de sentir apego por ella, darle antes que recibir, no ponerle precio sino esquivar el precio ...

DahirA.

sábado, 8 de enero de 2011

De machismos, xenofobias y "peligrosos" feminismos

En los últimos días la asociación estamos en el punto de mira de unas personas que dejan sus comentarios en el foro pikazahuescar.superforos.com en el tema ¿Igualdad de género en Huéscar? Comentarios nada generosos por una parte, y por otra, de apoyos. Agradecemos los de apoyo y aceptamos los adversos, ya que no todas las personas tienen porqué estar de acuerdo con nuestra filosofía y forma de actuar, y vivimos en un país democrático donde cada persona tiene derecho a expresarse libremente.

No obstante, alguno de esos comentarios persigue exclusivamente el acoso y derribo, desde los más bajos instintos de las personas anónimas que los dejan como el que, entre otras cosas dice:"fanatismo de un par de cabecillas dolidas por motivos personales (...) Fanáticos han sido los mayores dictadores/asesinos de la historia" (comentario 30 diciembre 2010 a las 12.22). Por un lado, para esta persona, una asociación de mujeres no tiene lideresas, tiene "cabecillas", que viene a significar lo mismo, pero que entraña connotaciones despectivas. Y por otro, nos acusa de fanáticas, y matiza que los mayores dictadores y asesinos de la historia han sido fanáticos, luego, según su opinión, nosotras vamos camino de convertirnos en dictadoras y asesinas en masa, lo que se puede interpretar como que se tenga mucho cuidado con nosotras, que nadie se acerque a nosotras, o que se alejen de nosotras. Incluso se puede interpretar como que nos persigan y nos ilegalicen.

Ese comentario no sabemos quien lo hace, ya que el foro es de libre participación y anónimo. Puede ser una persona a nivel individual, o puede que sea una persona que represente a un colectivo, a una entidad, a un partido político. Lo primero preocupa menos, aunque no deja de preocupar, ya que esa persona nos conoce mientras que nosotras no le conocemos: nos puede abordar por la calle con violencia sin que l@ veamos venir. Lo segundo, descartando la posibilidad de que medie violencia, nos preocupa muchísimo más ya que significaría la intransigencia total de un grupo social huesquerino hacia quienes no piensan de la misma forma. Y eso si es muy grave, no ya como posible atentado contra nuestra integridad física, que también, si no porque reflejaría el estado de embrutecimiento de una parte de la ciudadanía huesquerina perfectamente organizada.

Por otro lado, el viernes recibimos en la sede la visita de una señora, a quien no conocemos y quien no se identificó, cuyo preámbulo y epílogo de la conversación que giró en torno a la escultura de la plaza Santa Adela y del autor, fue su afirmación de que si yo no he nacido en el pueblo no tengo derecho a opinar sobre cuestiones del pueblo. La señora, que me dió la sensación, y digo sensación, no puedo afirmar nada más, parecía la madre del escultor, que a su vez es, o estaba enviada, por una de las personas que han dejado comentarios del estilo que antes he mencionado, ya que repitió frases textuales completas de las leídas en el foro; la señora en cuestión, se saltó de un plumazo la Constitución Española del 78, que reconoció desconocer por completo, así como el Estatuto de Autonomía de Andalucía.

Y aún hay más. En el mismo foro, desde el viernes están dejando comentarios despectivos que cuestionan la eficacia del tequio: "manualidades chapuceras", "con la riqueza que producen puede vivir por lo menos cuarto y mitad de una familia", "subvenciones de miles de euros para que unas feministas pasen el rato", "ecológico no es todo lo que hay en ese chiringuito".

Sin buscarle tres pies al gato, todo ésto ha comenzado en la escultura de la plaza Santa Adela, la que según la placa identificativa, representa a Mariana de Pineda. La opinión contraria de DahirA sobre la escultura por considerar que es un símbolo machista donde los haya y que debe ser retirada de ese espacio público, ha derivado en xenofobia, y ésta ha llevado al fomento del desprestigio de la artesanía, la producción ecológica y el consumo de proximidad que defendemos desde la asociación.

En realidad, el machismo, la xenofobia y el desprecio por el desarrollo sostenible de la comarca, los tres juntos, estaban ya latentes en esas personas, la actitud de DahirA solamente ha servido para despertarlos. Otra hipótesis es que, amparándose en el machismo, la xenofobia y la repelencia por la sostenibilidad, han encontrado una vía para atacar, y a ser posible, quitar de enmedio, a la molesta asociación que tan crítica está resultando ser y en quien determinadas organizaciones públicas están viendo un peligro para su estable y cómoda situación, no cuestionada antes en público.

No obstante todo ésto, queden claros varios puntos:

1. Seguimos pidiendo públicamente la retirada de la escultura de la Plaza Santa Adela inaugurada por el Ayuntamiento de Huéscar en el 2006, ya que no representa ni a una santa católica, que podría ser por la expresión de su rostro y por estar postrada de rodillas, pero no por su desnudez física, ni a una heroína que murió defendiendo los derechos del pueblo, la libertad y su derecho individual de mujer frente al maltratador institucional.

2. No responsabilizamos de la escultura al autor que la realizó. Personalmente, como ya he dicho en más de una ocasión, me gusta la obra de Mario Romero, exceptuando esa escultura, que además no se corresponde con su estilo artístico. Esa escultura es consecuencia de un encargo del ayuntamiento, que es quien dió el visto bueno al diseño, le adjudicó el espacio para exponerla, y la inauguró públicamente. El responsable único es el Ayuntamiento, la corporación que gobernaba en el año de la inauguración. En ningún momento hemos infravolorado ni acusado de machista al escultor, ni pensamos que deba ser perjudicado ni artística ni económicamente por esa escultura. Sí pensamos en cambio que el ayuntamiento debía reconocer el error, tal vez por puro desconocimiento de quien fue y qué representa Mariana Pineda, y la polémica que podría suscitar en el futuro exhibir una escultura de una mujer arrodillada que además representa a las heroínas por la justicia y la libertad, así como sus escasos conocimientos en cuestiones de igualdad de género más allá de las consignas standard; lo que debía hacer el ayuntamiento actual es encargarle una nueva escultura al mismo autor, acorde con los valores que representa Mariana Pineda, en la que el autor pueda expresar libremente su creatividad, añadirla orgullosamente a su curriculum, y por la que cobre la factura que corresponda. Con esta actuación, el ayuntamiento devolvería la dignidad a Mariana de Pineda, a Mario Romero y a todas las mujeres y hombres, de Huéscar, y de cualquier parte del mundo.

3. Valoramos profundamente, ya que forma parte de la sostenibilidad local que defendemos, que el ayuntamiento encargara esa escultura a un artista local -entendiendo por local que vive y trabaja en Huéscar, o en la comarca o que, al menos, tiene alguna relación con la comarca- y que pensaran en utilizar, y utilizaron, una materia prima local para su creación. Es más, abogamos para que la obra de este artista local esté representada en una galería local de forma permanente, o al menos, que realicen exposiciones periódicas que visibilicen tanto al autor como a su obra, y que por ende, elevarían el nivel cultural de la comarca.

4. Como sugerencia a la polémica Plaza Santa Adela/Mariana Pineda de Rodillas, a quien corresponda, podría valorar la posibilidad de cambiar el nombre de la plaza y que se llame Plaza de Mariana Pineda y albergue la nueva escultura, o trasladar la nueva escultura al antiguo emplazamiento que llevó el nombre de Mariana de Pineda y restituir el nombre de Mariana de Pineda al paseo, y dejar la Plaza de Santa Adela con su actual nombre y con una escultura que represente dignamente a la santa.

DahirA.

jueves, 6 de enero de 2011

Cuento de Navidad (Altiplánica) I Parte

El pequeño grupo de personas del que formo parte elegimos el Altiplano de Granada para pasar una semana de vacaciones el último verano seducidas por el programa de actividades que ofrecía una web de alojamientos rurales. No conocíamos la provincia de Granada, ni tan siquiera las archi nombradas Alpujarras, sobre las que también debatimos antes de decidirnos por el Altiplano, que por el nombre nos sonaba más bien a Bolivia.

Las personas del grupo del que hablo vivimos y trabajamos en una ciudad que supera los tres millones de habitantes, por lo que pasamos la mayor parte de nuestras vidas entre asfaltos, contaminación de todas las clases, y ríos de personas en todas direcciones. Trabajamos en oficinas con aire artificial, luz artificial, cafés artificiales, timbres de teléfonos, pantallas de ordenador, jefes más o menos siesos y amargados y máquinas que controlan el minuto y el segundo de nuestra hora de llegada y de salida. La mayoría de nosotros nos desplazamos habitualmente en transporte público, preferentemente el metro, lo que supone pasar una hora diaria, al menos, bajo tierra, con más luces artificiales, más aire artificial, más ríos de personas por los pasillos y las escaleras; los vagones del tren circulan por lúgubres túneles cargados hasta los topes de personas apiñadas y tan lúgubres como los propios túneles, cuando, como es mi caso, me desplazo en una de las muchas horas punta del día.

La constante de nuestros días cotidianos de personas urbanitas es el tiempo. No el tiempo en abstracto, ni siquiera las horas. Los minutos, y hasta los segundos son fundamentales. A mí, si se me escapa el tren de las 6.49, o llega con dos minutos de retraso, pierdo el enlace con el siguiente, y llegaré 12 minutos tarde al trabajo, lo que significa bronca segura del jefe, y si le pilla en un día de malhumor, hasta me dejará caer una basta amenaza "conozco a becarios mucho más baratos que llegarían diez minutos antes y no diez después, a ver si tomas nota". Al mediodía me quedo a comer en la oficina, la comida que me he preparado la noche anterior y que me llevo en un taper, y que me como en la misma mesa de trabajo, delante de la pantalla del ordenador y con los teléfonos sonando. No se que es peor, si atender las llamadas interrumpiendo mi tiempo de comida y entrecomillado descanso, o dejar que suenen martilleándome en los oídos los insistentes timbrazos. De premio, puedo optar a un café o una infusión de máquina, muy barata y muy asquerosa.

Así, un día, y otro, y otro. Por eso, en vacaciones queremos libertad; aire libre, sitios donde no haya ruidos, ni ascensores, ni repelentes comidas industriales, ni la atmósfera esté cargada de polución, ni haya gentío, y la luz sea natural el mayor tiempo posible. No nos gusta hacer deporte organizado, no somos deportistas ni queremos parecerlo, pero sí nos gusta movernos, patear suelos de tierra, senderos entre naturaleza. Incluso soñamos con hacer algún trabajo físico al aire libre, de esos que te dejan rendido o rendida, con la piel quemada por el sol, las manos ásperas, agujetas hasta en las pestañas, que te hacen desear imperiosamente una ducha y una cama.

Cuando planeamos vacaciones nunca nos hemos planteado acudir a una agencia de viajes. Las agencias de viajes nos suenan a vacaciones manipuladas para beneficio económico del empresario que las manipula. ¿Hay algo más estúpido que una empresa te diga a que hora tienes que levantarte, a que hora comer, con que música tienes que divertirte y relajarte, qué lugares tienes que ver y cuanto tiempo tiene que durar la visita, y que además le pagues a esa empresa con el dinero que te ha pagado otra empresa por tenerte a su disposición ochos horas diarias mínimo, cinco días a la semana, diciéndote qué, cómo y cuanto tienes que hacer? Vale que no somos los seres más libres del mundo por elegir unas vacaciones no organizadas, pero nos sentimos así: libres, con las horas a nuestra disposición, y no al revés.

Como tampoco nos planteamos ir a lugares que estén de moda, ya que con toda seguridad estarán masificados y cualquier servicio que ofrezcan y necesitemos tendrá una calidad más que dudosa. Ir a a un restaurante de esos que tienen enormes comedores llenos hasta la última silla, en los que estás escuchando las conversaciones de todos los comensales que están alrededor, y que además te ofrecen la carta más insulsa que puedas imaginarte, no es de recibo. No digo ya lo de levantarte bien temprano para plantar la sombrilla en la playa, lo que te da derecho a ese mínimo espacio para cuando más tarde vayas a relajarte, leer, tomar el sol, charlar tranquilamente, completamente rodeado o rodeada de cientos de sombrillas y una masa humana que se asemeja a la que me encuentro en el metro en las horas punta.

Sin embargo, como ya dije al principio, lo que nos sedujo para elegir ese lugar que sonaba a Bolivia, el genuino Altiplano boliviano, pero que, según leímos en la página de los alojamientos, y en otras a las que nos llevó nuestro escepticismo, se encuentra en la provincia española de Granada, fue precisamente el programa de actividades organizadas que ofrecían junto con el alojamiento. El programa era alternativo, una sugerencia nada más. No era imprescindible aceptarlo, ni era necesario reservarlo con anticipación. Tampoco realizarlo al completo. Si nos decidíamos por algunas de las actividades, nos cargarían en la factura sólo las realizadas. Podíamos probar un día. Si nos gustaba, bien, y si no, lo dejaríamos y empezaríamos a movernos por nuestra cuenta, como hacemos cada vez que vamos de vacaciones.

Llegado el mes de julio, y el día de la semana que teníamos reserva de alojamiento, nos pusimos en marcha. A pesar de las fotografías y textos que habíamos visto por internet de la zona, estábamos preparados y preparadas para encontrar algo distinto y peor. Ya se sabe que la información turística en general a veces está bastante manipulada, ponen una foto de un hermoso campo de almendros en flor, pero no ponen otra con el vertedero que está junto a esos almendros y que, una vez en el lugar, te los encuentras en tu mismo plano de visión, te guste o no. El problema que se presenta es que yo he ido a ese lugar a ver los almendros en flor, pero no quiero ver el vertedero, del que ni siquiera tenía noticias de que existiera. Y una vez que estoy allí, ¿a quien denuncio el sutil engaño? ¿Quien me devuelve el tiempo que he empleado en llegar hasta allí?

Conforme nos íbamos acercando a la población de destino, Huéscar, nos empezamos a sorprender.

(continuará)

DahirA.

lunes, 3 de enero de 2011

Viejas promesas para un Año Nuevo

Comienza un nuevo año, y como cada nuevo año, viene cargado de buenos deseos, planes, y promesas. Las clásicas autopromesas en estas fechas son las de dejar de fumar entre las personas fumadoras, aprender inglés, y el de adelgazar entre quienes se han pasado dos o tres semanas entre atracones de comida y bebida y ahora, cuando las cinturillas de los pantalones y las faldas se resisten a cerrarse, les entra la mala conciencia por los excesos que tan alegremente se han cometido durante esas semanas. Este año, además, será un año electoral, así que posiblemente también esté cargado de inauguraciones de última hora, y promesas políticas, muchas de las cuales serán hechas sin ningún pudor, acogiéndose a la mala memoria de la ciudadanía: l@s votantes.

Pero entre las promesas que nos hacemos las personas a nosotras mismas y las promesas políticas que nos harán, está la realidad, la cotidianidad: el paro, la adolescencia rebelde y apática de nuestros hijos e hijas, la hipoteca, las subvenciones que no llegan, los transportes públicos que no existen, las calles mal asfaltadas y mal iluminadas, las plazas públicas invadidas por los vehículos aparcados, los achaques y las enfermedades que sufrimos, el negocio que tiene pérdidas, el sueldo que no nos llega hasta finales de mes, los subsidios que se acaban, la falta de sensibilidad feminista de nuestr@s dirigentes políticos y sociales, el fracaso escolar de nuestros hijos e hijas, el coche que hay que reemplazar por otro justo en el peor momento económico, la subida del precio de la luz y el gas, el despido que nos amenaza, la expectativa de trabajo que se desvanece, ver como nos pisa un trabajo temporal una persona enchufada, el ninguneo político a nuestra actividad profesional, la idea de emigrar a no se sabe donde que nos ronda cada vez con más insistencia... con todo esto y más es con lo que nos levantamos y nos acostamos la mayor parte de la ciudadanía cada día, con esto es con lo que tenemos que lidiar a diario.

Las promesas personales e intransferibles que nos hacemos la mayor parte de las veces quedan en el olvido a los pocos días, y las que nos hacen, y nos harán, a veces nos las creemos, necesitamos creerlas, y a veces respondemos "que les den por ... siempre hacen lo mismo, tod@s los polític@s son iguales". Y terminaremos votando, a unos o a otros, casi por inercia, por aquello de que nos dicen que es necesario nuestro voto; o bien para castigar, negándoles otro periodo de poder a quienes nos tienen hart@s; o bien para dar una oportunidad a quien dice ser mejor y todavía no ha tenido oportunidad de demostrarlo, con la vaga esperanza de que esta vez no nos engañen.

Es bueno dejar de fumar, que duda cabe, como es bueno adelgazar si tenemos sobrepeso y éste afecta a nuestra salud; también es bueno aprender idiomas ya que ese conocimiento nos puede abrir muchas puertas sociales, culturales y profesionales. Pero deberíamos replantearnos nuestras promesas de año nuevo, ser mucho más ambicios@s con ellas. Podríamos, por ejemplo, prometernos participar activamente en las políticas locales, con el objetivo de construirnos nuestro propio presente y futuro.

DahirA.