No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

lunes, 22 de noviembre de 2010

NO a las figuras de mujeres arrodilladas y sumisas expuestas públicamente en Huéscar

"Desde que Pedrosa ejercía su ministerio en Granada, no había conseguido probar la intervención política de Mariana, aunque las sospechas de complicidad eran evidentes para el subdelegado. El juez esperó mucho tiempo hasta tener testimonio de acusación. Su intento de proseguirle la causa de infidencia se había frustrado. No obstante, es posible que hubiese llevado a cabo su proyectada deportación bajo vigilancia. Pero un día, un azar le pone en las manos la justificación de su complicidad, tanto tiempo asediada, y el subdelegado de Policía procura hacer la acusación procesalmente legal.

A don Ramón Pedrosa le comunican secretamente que en Granada se borda una bandera para un proyectado alzamiento de los liberales granadinos. Detrás de esta labor eminentemente femenina tendría que existir una mujer. ¿Y quién podría ser, en Granada, sino Mariana de Pineda?. En estos tiempos bastaba sólo una delación para abrir un expediente, y la puerta de una celda al acusado. Pero en esta ocasión la técnica de Pedrosa fue más refinada. Tenía que operar de forma que la perseguida no tuviese la menor coartada. Su sangre herviría por encontrarse frente a frente con la mujer. Después de tan larga espera, unas horas más... y se acabaría el juego del gato y el ratón; los términos se iban a invertir, Mariana quedaría convertida en el ratoncillo intrépido, pero indefenso, y Pedrosa, en el gato inquieto, frío, con la zarpa levantada."

Mariana de Pineda, Antonina Rodrigo.



Se aproxima el 25 de noviembre, esa fecha del calendario que por tener nombre propio, y laico, "Dia Internacional contra la violencia hacia la mujer", nos sirve para escandalizarnos con las cifras, para recordar que quien más y quien menos conoce a alguien que sufre o ha sufrido maltrato, y hacer comentarios y cuchicheos y confidencias en secreto; y si es necesario, aprovechamos la "festividad" para reunirnos y merendar, e incluso hacer un poco de turismo comarcal, que ya que estamos echando el día fuera de casa ... También nos sirve, a las mujeres asociadas del Altiplano, para hacer algún que otro manifiesto en contra del maltrato. Manifiesto leído en privado, claro. Que eso de que las mujeres salgamos a la calle con pancartas y consignas no está bien visto por estos lares. No es propio de mujeres como dios manda. Ni como les gustamos a los hombres altiplánicos. Y no seremos nosotras, adalides del movimiento por la igualdad de género en nuestros pueblos, quienes contradigamos a los hombres, ni hagamos nada que pueda herir su sensibilidad machista. Nuestras reivindicaciones de igualdad de género y contra el maltrato machista, las hacemos, somos mujeres modernas, integradas socialmente, pero las hacemos de forma que no se note; algo que quede entre nosotras, pero que a la vez sea público. De ahí que se editen folletos y carteles. Repartidos entre nosotras, claro. Es algo así como el hombre invisible de la literatura y el cine, que cuando quiere hacerse visible, se viste y se cubre la cara y las manos con vendajes que, aunque le confieren una forma física, un rostro, un tronco, unas extremidades, seguimos sin saber quien es, ya que los vendajes impiden identificar el rostro. Y de paso, esos folletos y/o carteles, sirven para justificar y justificarnos: fíjate todo lo que hemos hecho. Incluso nos sirven de coartada para decir que nuestras asociaciones están, son, para el desarrollo de la igualdad de género.

Para DahirA, en cambio, todo manifiesto que no sea público carece de valor, puesto que nadie va a conocer lo que se expone, la información y reivindicación objeto del manifiesto. Nadie, además del reducido grupo invitado, va a saber qué está ocurriendo, qué es lo que se comunica, lo que se denuncia, a quien se denuncia, cuales son los argumentos y propuestas resolutivas. No se consiguen adhesiones hacia ninguna dirección, no se suma nada, no se busca crear una fuerza mayor, con más conocimientos, más poder de incidencia, que se dirija hacia la solución. Con la lectura de los manifiestos asociativos privados sólo se busca y se consigue la autojustificación para mantener la existencia en la nada de ese grupo.

Pero bueno, DahirA, que somos un poco envidiosillas, nos hemos sumado esta vez a la dinámica de los manifiestos ¡no vamos a ser menos! ¡a ver si vamos a ser las grandes ignoradas del Altiplano por no hacer un manifiesto! Y nos hemos puesto manos a la obra. ¡Ojo!, que el manifiesto también lo vamos a imprimir. Con impresora casera, pero a todo color, con sus fotitos y todo (alguna prestada sin permiso, ya que no sabemos como contactar con el autor o autora de la misma; en su defecto, citaremos la fuente). Y ya que está hecho, y tenemos un montón de copias, pues hemos decidido ponerlo a disposición de toda persona que se pase por el tequio-sede y quiera una copia ... la edad, sexo, religión, nacionalidad, lugar de residencia, color de piel y filiación asociativa y política de esas personas no tiene ninguna importancia. Cualquier persona que quiera una copia, puede pasarse por la Plaza Santa Adela, 10 bajo, Made in Altiplano de Granada-Artesanas DahirA y llevarse libremente una copia, a partir de mañana y durante los próximos trescientos sesenta y cinco días, entre las 10 y las 14 horas de lunes a sábados.

Haremos llegar copias al Ayuntamiento de Huéscar, a la Delegación de Igualdad de Diputación de Granada, al IAM, al Centro Europeo de Estudios de las Mujeres Mariana de Pineda, a Mujeres Hermanas, a la FAMAG, a Mujeres en Marcha, a la AHIGE y a la Radio Comunitaria Network del Altiplano (la Pikaza, para entendernos) . Y no descartamos una propuesta en Actuable para recogida de firmas.

¿Que no es para tanto? ¿Cómo que no? La Violencia, en mayúsculas, ¿no es para tanto? ¿La violencia de género no es para tanto? ¿La desigualdad de género no es para tanto? Mientras exista la violencia hacia los niños y niñas, hacia las mujeres, hacia las personas ancianas, hacia las personas con distinto color de piel, hacia las personas de distinta religión, hacia la prensa, hacia las personas homosexuales, hacia las libertades y derechos fundamentales de las personas, hacia las personas con cualquier tipo de discapacidad, es para tanto. Y para mucho más. La discriminación también es violencia.

Además, el día 25, de 10 a 14 horas, en la ya citada sede de DahirA de la Plaza Santa Adela de Huéscar, realizaremos un acto simbólico, tomando la figura de Mariana de Pineda como hilo conductor de nuestra reivindicación: una figura de mujer erguida, de pie, identificada como Mariana de Pineda a través de los colores de la bandera liberal, sobre la que cada persona que lo desee, podrá añadir una de las cientos de citas que hemos imprimido y que hacen referencia a su vida, declaraciones sobre ésta, expresiones artísticas diversas basadas en Mariana de Pineda, hasta que esté completamente vestida. Vestida y de pie: digna, libre.

Además de las citas mencionadas, pondremos a disposición de las personas que se acerquen, papel en blanco, bolígrafos y lápices, para que quien quiera pueda hacer una aportación personal escrita o gráfica. También pueden traer cualquier mensaje que haga referencia a Mariana de Pineda, a las mujeres que se han sacrificado por la igualdad, por la justicia, a las mujeres maltratadas, a los hombres maltratadores, a las instituciones ... y añadirlo al resto. Los mensajes pueden ser anónimos o estar firmados, manuscritos o impresos; pueden ser dibujos, fotocopias ... con fecha, sin fecha, con identificación de la población, sin ella ... ideas, opiniones, propuestas, citas, lemas ... libertad de expresión, conciencia ciudadana, solidaridad, respeto.

Con este acto simbólico pretendemos que la libertad que representa la figura histórica de Mariana de Pineda, y su temprana contribución al feminismo, deje de estar maltratada institucionalmente en Huéscar, ante la indiferencia de la ciudadanía, y la escultura que se halla sobre el pedestal en el que reza escrito sobre una placa "Excmo. Ayuntamiento Ciudad de Huéscar. Huéscar, a Mariana Pineda y a todas las mujeres anónimas que con su sacrificio iniciaron el camino para conseguir una sociedad más justa, libre e igualitaria. Huéscar, marzo 2006." representando a una mujer arrodillada, desnuda y en actitud sumisa, vejatoria sin ningún género de dudas para todas las mujeres, y aún para cualquier persona con sensibilidad de justicia, que puede inducir subliminalmente a la sumisión femenina, y que es objeto de burla hacia nuestras instituciones locales por parte de las personas que nos visitan, ya que ofrece una imagen de machismo local tremendamente manifiesta, sea retirada inmediatamente de ese espacio público. Y que nunca jamás vuelva a ser colocada en ningún espacio público de la localidad, ni en ningún otro lugar público del mundo.

No nos sintamos orgullos@s de haber conseguido, ciento setenta y cinco años después -aunque sea figuradamente-, bajo la legislatura de un gobierno demócrata y supuestamente defensor de la igualdad, lo que no consiguió el maltratador de Mariana de Pineda: verla humillada y sumisa, a su disposición, para su disfrute.

Devolver la dignidad a Mariana de Pineda equivale a recuperar nuestra propia dignidad: la de todos los hombres de Huéscar y la de todas las mujeres de Huéscar. Y transmitirle valores de dignidad a nuestras hijas y a nuestros hijos.


"Qué relación tuvo este hombre, trístemente célebre, en la tragedia de Mariana de Pineda? La tesis sostenida a lo largo de siglo y medio desde la ejecución de la mujer es que el juez estaba enamorado de la bella viuda, atribuyendoa una malograda pasión, no correspondida por Mariana, la pena de muerte impuesta. La intuición popular de todos los tiempos se ha ensañado con esta figura, dándole carácter legendario de crueldad desde los primeros romances que cantó el pueblo. La prueba documental la encontramos en una alusión directa de don José Escalera, defensor de Mariana en el proceso que la condenaría al patíbulo. El abogado hizo explícitas referencias a "no haber accedido a pretensiones que generaron resentimiento y venganza, hasta el extremo de arruinarla"

Hoy, con mayor perspectiva histórica, no tenemos la menor duda de la influencia que ejerció Ramón Pedrosa en el proceso de Mariana de Pineda. De hecho, tomó este caso con excesiva pasión, como asunto personal. Se observa, en más de una ocasión, la predisposición del subdelegado para "buscar una ocasión, que desde su alto cargo no había de faltarle, y convino las cosas de suerte que la Pineda cayese infaliblemente en sus brazos o en los del verdugo".

Mariana de Pineda, Antonina Rodrigo.


DahirA.

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