"(por favor, que alguien me hable de la incineradora de Belmez, parece que después del 2008 ha desaparecido del mapa)" ... decía en la entrada del 7 de mayo titulada "Aviso: parece que constructora ya tenemos, abstenerse posibles candidatas". Y me han hablado de la incineradora de Belmez, vaya que sí; seis meses y medio después, pero me han hablado. Me ha hablado la Plataforma Ciudadana por un Guadiato Sostenible y me ha hablado Aurora Rubio, alcaldesa de Belmez.
Hace un par de semanas, compartí con la Plataforma Ciudadana por un Guadiato Sostenible casi cuarenta horas, parte de ellas de viaje. Acepté su propuesta de participar en una mesa informativa organizada por la Plataforma en Peñarroya-Pueblonuevo, en representación de la ciudadanía huesquerina, que ya teníamos experiencia en incineradoras. La Plataforma nos había conocido a través del blog, cuando, igual que hicimos nosotras, se pusieron a investigar qué era eso de gasificadora por arco de plasma, de las que, naturalmente, no tenían ni idea, como no teníamos ni idea aquí hasta que vimos la noticia en la prensa en la que el ayuntamiento anunciaba la instalación de una gasificadora por arco de plasma en Huéscar.
El formato de la pretendida incineradora de Belmez es diferente de la de Huéscar, y también es muy diferente la movilización ciudadana, así como la capacidad de incineración de una y de otra. Aunque existen puntos en común entre ambas: misma empresa suministradora de tecnología, Selena Group, y mismos puestos de trabajo: trescientos. También existen otras similitudes, como la empresa local al mando de un timador creada para la incineradora, con sus tres mil euros de capital, aunque el timador de Belmez es también local, no han necesitado recurrir a ningún polaco.
La Plataforma de Huéscar fue una plataforma fantasma, nunca supimos quien estaba detrás de ella, no hubo convocatorias informativas a la ciudadanía, no conocimos sus nombres ni sus caras. La Plataforma de Peñarroya-Pueblonuevo, en cambio, tiene nombres y apellidos, son personas conocidas en el pueblo, conocidas y de reconocido prestigio como personas y como profesionales; personas que han dado la cara. Personas que consiguieron sentar en la misma mesa a ecologistas, políticos de la capital, teniente de alcalde de Peñarroya-Pueblonuevo, alcaldesa de Belmez, ambos a favor de la incineradora, representante de la Plataforma, y representante de la ciudadanía con experiencia en la lucha contra incineradoras. Eso ya fue un logro importante: l@s polític@s locales no se escondieron tras la prensa afín, ni achacaron la alarma al partido en la oposición. Supieron dar la cara, se sentaron con la la Plataforma y con la Ciudadanía. L@s polític@s locales de Belmez y Peñarroya son analfabetos y brutos a la hora de aceptar cualquier propuesta de cualquier tipo de cualquier empresa con el señuelo de los puestos de trabajo. Pero también, hay que reconocérselo, tienen una madurez democrática y una asunción de su responsabilidad para con la ciudadanía para la que gobiernan, mucho mayor que la que tienen nuestr@s polític@s altiplánicos. Especialmente la alcaldesa de Belmez aguantó estoicamente cuantas preguntas y acusaciones le lanzaron en contra de la incineradora y de su ayuntamiento. El teniente de alcalde de Peñarroya, después de escuchar a la mesa y a la ciudadanía dijo que el ayuntamiento al que representaba se oponía a la incineradora, y no lo dijo por quedar bien con la ciudadanía en aquel momento, si no fue ratificado en Pleno hace unos días, añadiendo que gasificadoras por arco de plasma ni en la Comarca del Guadiato ni en las comarcas limítrofes.
El otro gran logro de la Plataforma Ciudadana por un Guadiato Sostenible fue el poder de convocatoria que tuvieron, ya que acudieron a la mesa participativa unas quinientas personas, algunas de las cuales utilizaron el turno de preguntas para expresarse con mucho sentido común.
Viví aquella situación como si fuera propia, no ya porque se trataba de una incineradora similar a la huesquerina (hubiera tenido la mitad de capacidad, más o menos), sino porque por primera vez estaba, hablaba, escuchaba, compartía, con personas que pertenecían a la Plataforma contra la Incineradora. Con personas físicas, cercanas: miradas, voces, gestos. Aquí, en la comarca de Huéscar, nadie conocía a nadie. Fue una lucha y un trabajo virtual. Funcionamos por internet: buscamos información por internet, investigamos por internet, conectamos con otras asociaciones y blogs comarcales a través de internet, descubrimos la radio comunitaria y la escuchábamos a través de internet.
La Plataforma Ciudadana Guadiato Sostenible también ha utilizado internet como una herramienta eficaz de información, investigación y comunicación, pero no ha sido la única: allí, las personas, la ciudadanía, son visibles, se agrupan, se organizan, acuden a informarse. El interés es real y no tienen miedo al que dirán, ni a que un partido político los asocie con otro, ni a posibles represalias caciquiles.
Altiplano y Guadiato son dos comarcas rurales andaluzas en las que el paro es una de sus características principales, pero cada una con unos recursos endógenos diferentes y una idiosincrasia diferente, tanto política como ciudadana. En el Guadiato, la ciudadanía es más madura, más consciente; y también lo es la clase política. Quizás por eso, una y otra comarca ha actuado de forma diferente, aunque la voz de la ciudadanía ha ganado en ambas: no habrá incineradora. Dos formatos distintos de lucha ciudadana, los dos igual de efectivos.
Desde aquí les damos la enhorabuena a la Plataforma Ciudadana Guadiato Sostenible por la madurez y sensatez con la que están actuando, y por los resultados tan positivos que están obteniendo ... ¿nos vemos en la siguiente población que algún buitre empresario haya elegido para montar su negocio de gasificación aprovechándose del ayuntamiento despistado e interesado? ...
Hace un par de semanas, compartí con la Plataforma Ciudadana por un Guadiato Sostenible casi cuarenta horas, parte de ellas de viaje. Acepté su propuesta de participar en una mesa informativa organizada por la Plataforma en Peñarroya-Pueblonuevo, en representación de la ciudadanía huesquerina, que ya teníamos experiencia en incineradoras. La Plataforma nos había conocido a través del blog, cuando, igual que hicimos nosotras, se pusieron a investigar qué era eso de gasificadora por arco de plasma, de las que, naturalmente, no tenían ni idea, como no teníamos ni idea aquí hasta que vimos la noticia en la prensa en la que el ayuntamiento anunciaba la instalación de una gasificadora por arco de plasma en Huéscar.
El formato de la pretendida incineradora de Belmez es diferente de la de Huéscar, y también es muy diferente la movilización ciudadana, así como la capacidad de incineración de una y de otra. Aunque existen puntos en común entre ambas: misma empresa suministradora de tecnología, Selena Group, y mismos puestos de trabajo: trescientos. También existen otras similitudes, como la empresa local al mando de un timador creada para la incineradora, con sus tres mil euros de capital, aunque el timador de Belmez es también local, no han necesitado recurrir a ningún polaco.
La Plataforma de Huéscar fue una plataforma fantasma, nunca supimos quien estaba detrás de ella, no hubo convocatorias informativas a la ciudadanía, no conocimos sus nombres ni sus caras. La Plataforma de Peñarroya-Pueblonuevo, en cambio, tiene nombres y apellidos, son personas conocidas en el pueblo, conocidas y de reconocido prestigio como personas y como profesionales; personas que han dado la cara. Personas que consiguieron sentar en la misma mesa a ecologistas, políticos de la capital, teniente de alcalde de Peñarroya-Pueblonuevo, alcaldesa de Belmez, ambos a favor de la incineradora, representante de la Plataforma, y representante de la ciudadanía con experiencia en la lucha contra incineradoras. Eso ya fue un logro importante: l@s polític@s locales no se escondieron tras la prensa afín, ni achacaron la alarma al partido en la oposición. Supieron dar la cara, se sentaron con la la Plataforma y con la Ciudadanía. L@s polític@s locales de Belmez y Peñarroya son analfabetos y brutos a la hora de aceptar cualquier propuesta de cualquier tipo de cualquier empresa con el señuelo de los puestos de trabajo. Pero también, hay que reconocérselo, tienen una madurez democrática y una asunción de su responsabilidad para con la ciudadanía para la que gobiernan, mucho mayor que la que tienen nuestr@s polític@s altiplánicos. Especialmente la alcaldesa de Belmez aguantó estoicamente cuantas preguntas y acusaciones le lanzaron en contra de la incineradora y de su ayuntamiento. El teniente de alcalde de Peñarroya, después de escuchar a la mesa y a la ciudadanía dijo que el ayuntamiento al que representaba se oponía a la incineradora, y no lo dijo por quedar bien con la ciudadanía en aquel momento, si no fue ratificado en Pleno hace unos días, añadiendo que gasificadoras por arco de plasma ni en la Comarca del Guadiato ni en las comarcas limítrofes.
El otro gran logro de la Plataforma Ciudadana por un Guadiato Sostenible fue el poder de convocatoria que tuvieron, ya que acudieron a la mesa participativa unas quinientas personas, algunas de las cuales utilizaron el turno de preguntas para expresarse con mucho sentido común.
Viví aquella situación como si fuera propia, no ya porque se trataba de una incineradora similar a la huesquerina (hubiera tenido la mitad de capacidad, más o menos), sino porque por primera vez estaba, hablaba, escuchaba, compartía, con personas que pertenecían a la Plataforma contra la Incineradora. Con personas físicas, cercanas: miradas, voces, gestos. Aquí, en la comarca de Huéscar, nadie conocía a nadie. Fue una lucha y un trabajo virtual. Funcionamos por internet: buscamos información por internet, investigamos por internet, conectamos con otras asociaciones y blogs comarcales a través de internet, descubrimos la radio comunitaria y la escuchábamos a través de internet.
La Plataforma Ciudadana Guadiato Sostenible también ha utilizado internet como una herramienta eficaz de información, investigación y comunicación, pero no ha sido la única: allí, las personas, la ciudadanía, son visibles, se agrupan, se organizan, acuden a informarse. El interés es real y no tienen miedo al que dirán, ni a que un partido político los asocie con otro, ni a posibles represalias caciquiles.
Altiplano y Guadiato son dos comarcas rurales andaluzas en las que el paro es una de sus características principales, pero cada una con unos recursos endógenos diferentes y una idiosincrasia diferente, tanto política como ciudadana. En el Guadiato, la ciudadanía es más madura, más consciente; y también lo es la clase política. Quizás por eso, una y otra comarca ha actuado de forma diferente, aunque la voz de la ciudadanía ha ganado en ambas: no habrá incineradora. Dos formatos distintos de lucha ciudadana, los dos igual de efectivos.
Desde aquí les damos la enhorabuena a la Plataforma Ciudadana Guadiato Sostenible por la madurez y sensatez con la que están actuando, y por los resultados tan positivos que están obteniendo ... ¿nos vemos en la siguiente población que algún buitre empresario haya elegido para montar su negocio de gasificación aprovechándose del ayuntamiento despistado e interesado? ...
http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=599829
http://www.publicacionesdelguadiato.com/index.php?seccion=noticias&ref=2036
http://www.guadiatosostenible.es.tl/ART%CDCULOS-DE-OPINI%D3N.htm
http://lacasitadepicalcan.blogspot.com/
DahirA.
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