Suena bien: Universidad Popular Comarca de Huéscar. Horas eran. Conozco dos universidades populares, cada una de ellas desde una perspectiva diferente: Colmenar Viejo, Madrid, como alumna (curso 1989-1990), y Alcantarilla, Murcia (curso 1995), como profesora. Hace años ya de eso, de ahí que antes haya escrito "horas eran". En la primera Universidad Popular aprendí a tejer tapices sobre telar vertical sin lizos. En la segunda impartí clases de tapices sobre telar vertical sin lizos. Entre una y otra, aprendí por mi cuenta -investigando con la urdimbre, las fibras textiles, y tejiendo y destejiendo, cual Penélope, aunque con fines bien diferentes- una metodología más pragmática tanto para tejer como para enseñar, que el tiempo ha demostrado que es eficaz, comparándola con los tradicionales métodos de enseñanza de esta materia.
Las dos universidades populares que conozco son municipales, o lo eran en aquellos momentos, dependientes ambas de la Concejalía de Cultura de sus respectivos ayuntamientos. No estoy completamente segura, pero tanto en una como en otra, impartían seis u ocho cursos por año, la mayoría de ellos estables, con profesorado contratado por el ayuntamiento. Los cursos puntuales, al menos en Alcantarilla, tenían un formato administrativo diferente: estaban cofinanciados por igual entre ayuntamiento y alumnado. Quienes estuvieran interesad@s en impartirlos realizaban un proyecto (objetivos, metodología, duración, materiales, programa, nº de alumn@s, infraestructura, sesiones, fechas, vacaciones, presupuesto) que lo entregaban en la concejalía correspondiente, quien valoraba la viabilidad, aunque no se sabe bajo que parámetros, y si lo consideraba de interés y lo aceptaba, proporcionaba las infraestructuras necesarias para el desarrollo del curso, e ingresaba, al o la docente el 50% de lo pactado, al inicio del curso, y el otro restante 50% al finalizar el curso, que constaba, como mínimo, de 25 horas mensuales durante 10-11 meses. La parte que correspondía pagar a l@s alumn@s estaba dividida en mensualidades, que cada un@ pagaba directamente al o la docente a principios de cada mes. El o la docente estaban obligad@s a comunicar a la concejalía cualquier cambio que se produjera de bajas y nuevas altas entre el alumnado, así como cambios de horarios, a lo largo del curso, y finalmente redactar una memoria detallada del curso completo.
Quiero decir con ésto que las universidades populares que tienen su origen en los años ochenta del siglo pasado, están directa y abiertamente vinculadas a los ayuntamientos, que las dirigían, gestionaban y financiaban o cofinanciaban, proporcionando siempre, en cualquier caso, las infraestructuras necesarias para la realización de los talleres. No voy a hablar ahora sobre si ese es el mejor sistema, más justo, eficaz e imparcial, de las universidades populares. Pero lo cierto que todas las partes implicadas tenían claro cuales eran sus funciones, derechos y obligaciones desde antes de comenzar los cursos.
En cambio, de la Universidad Popular de Huéscar, no entiendo apenas nada, y esto lo digo, por un lado, desde el punto de vista personal, de quien se ha ofrecido a impartir clases, y que está incluida en ese largo listado de cursos y nombres de docentes (área oficios tradicionales) y por otro, como integrante de la asociación de artesanas de Huéscar. Esta universidad popular no es municipal, pero tampoco deja de serlo. Está dirigida por una asociación creada para tal efecto que está compuesta por personas vinculadas directamente con el ayuntamiento, e indirectamente también. Una asociación que tiene entre sus soci@s a otras asociaciones comarcales que han sido admitidas no sabemos bajo que criterios, como tampoco sabemos por qué a unas asociaciones las han informado e invitado/admitido como socias y a otras ni nos han informado siquiera de la existencia de la Universidad Popular, como es el caso de la Asociación de Artesanas DahirA.
Ésto se contradice, ya para empezar, con el espíritu que dice el presidente de la asociación, y director de la misma, que será el de la Universidad Popular Comarca de Huéscar:
http://plumabierta.blogia.com/2010/032602-ante-el-gran-reto-la-transformacion-social-desde-la-accion-y-el-desarrollo-comun.php
Si han empezado por excluir a parte de la ciudadanía, mal se podrá emprender una transformación social desde la acción y el desarrollo comunitario. De comunitaria, no tiene nada. En el diseño, planificación, organización y objetivos de la Universidad Popular de Huéscar están excluídos sectores sociales de la comarca, por tanto, ésta comienza siendo directamente parcial, donde sólo se escuchan las voces y, probablemente los votos, de un sector social y político comarcal. Es decir, que en el mejor de los casos, sería una acción catequizante, la llevada a cabo por un sector político con destino a la ciudadanía. La Asociación Universidad Popular de Huéscar no es una asociación plural y abierta; es sectaria y cerrada. El discurso del director, que se contradice con los hechos, nos lleva a pensar en la palabra y significado de "manipulación".
Por otro lado, viendo el listado de cursos ofrecidos y actuaciones, hasta quinientas,
http://www.comarcadehuescar.com/pdf/univ_popular.pdf
me hace pensar que la directiva no ha reflexionado mucho respecto a la viabilidad de esa extensa oferta. En los ejemplos que he puesto al principio de universidades populares hablaba de municipios que superan los cuarenta mil habitantes y que acogen a otros cercanos más pequeños pero que siguen sumando, y la oferta de cursos no alcanzaba a la decena, si bien estos eran todos permanentes. Aun así, algunos no alcanzaban el mínimo aconsejable de personas; aunque para otros había lista de espera. Aquí, ateniéndonos a los que hemos leído por internet
http://www.comarcadehuescar.com/mancomunidad/univ_popular/oferta_form.asp
http://www.comarcadehuescar.com/pdf/univ_popular.pdf
que los cursos que están en negrita son permanentes, cuento hasta 40 permanentes. Para una población total de dieciocho mil habitantes, dispersa en seis núcleos de población. Los cursos totales ofertados para las seis localidades son 21 (aunque algunas negritas por no estar muy claras, las he descartado, así que puede ser alguno más, que me corrija alguien que tenga mejor vista, por favor). Es decir, en cualquiera de las cinco poblaciones que están sobre los dos mil habitantes, se ofertan 21 cursos permanentes, a los que hay que sumar algunos permanentes más que se ofertan en unas localidades sí y en otras no, a los que añadimos los de corta duración ... A priori, eso es un despropósito inviable, nada creíble. En el 2006, coincidiendo con un extraordinario boom de subvenciones, en Huéscar, con ocho mil habitantes, llegaron a realizarse simultáneamente hasta ocho cursos diferentes, de una duración de entre dos y seis meses, completamente gratuitos, y en la mayoría de ellos no hubo más de cinco personas. ¿De quien ha salido la feliz idea de que en Orce o en Castril van a matricularse mínimo doscientas personas al mismo tiempo en veinte cursos diferentes?. Doscientas personas que, por otro lado, tienen que pagar el curso, y que si solamente son cinco por curso, el importe se duplicará, cuanto menos. Ese programa está confeccionado para parecer que se va a hacer algo grande, cuando en realidad, es inviable, si llega a cumplirse en un 10% del mismo, ya será mucho. El tiempo nos lo dirá.
Por otro lado, la descoordinación, a fecha de hoy, entre la Universidad Popular y l@s docentes, es completa. L@s docentes no tenemos más información ni nos la han solicitado. El alumnado, de momento, es abstracto, no se sabrá hasta que finalice el plazo de matrícula. Y hasta entonces no se sabrá cuantas personas se han matriculado en cada población, que cursos demandan, y cuantas coinciden en cada curso. Tomándome a mí misma como referencia (ay, que ya me veo totalmente excluida, haya demanda para mi curso o no la haya), me resulta inviable impartir un curso con menos de diez alumn@s, ya que si para un grupo de diez personas y dieciseis horas mes, el precio sería de 20,00€/mes + materiales, para cinco sería ... ¿y quien en la comarca va a pagar 40 euros mensuales por cuatro horas de clase a la semana para aprender a tejer tapices?. Entonces se verá la eficacia de ese completo listado de cursos, y a cuantas personas llegará realmente.
Y luego, en el mismo lote, han incluido una radio municipal (ahá, ya se le ha terminado de ver el plumero a la asociación UP ¿No hubiera sido más sencillo que la universidad popular estuviera gestionada directamente por el ayuntamiento, en lugar de tantos rodeos y secretismos y ambiguedades que nos hacen pensar mal, muy mal, a la ciudadanía?). Un curso de radio, estupendo. Siempre y cuando se aprovechen las infraestructuras ya existentes en la comarca. Y siempre y cuando sea impartido por profesionales de la comunicación y el periodismo con reconocida trayectoria profesional independiente. Un curso de radio sin más, y que cada alumn@ decida después qué hacer con los conocimientos adquiridos en el curso: organizarse una radio unipersonal, adjuntar en su curriculum esa formación, demandar empleo en esa categoría, o lo que le venga en gana, los conocimientos le pertenecerán, por tanto podrá utilizarlos como mejor le convenga. Pero no, la Universidad Popular oferta un curso de radio y habla de poner en marcha una radio municipal, cuyo equipo no se sabe, de momento, de donde procede, aunque se supone que estará financiado por el ayuntamiento, dado que va a ser una radio municipal.
Al menos, sabemos que la infraestructura y las herramientas de un curso sí las aporta la Universidad Popular, y eso es un precedente: si a un curso le aporta las infraestructuras y las herramientas la Universidad Popular, tiene que hacerlo con el resto de cursos, sean permanentes o de corta duración. Que este detalle no se nos pase por alto a nadie de l@s que estamos en el listado de docentes: si hay infraestructura y herramientas para uno, necesariamente tiene que haberlas para tod@s. Aunque no se si ese grupo de privilegiadas asociaciones socias de la UP habrían pensado en ello o no. De lo contrario, el saco de la marginación se va llenando poco a poco: exclusión de ciudadanía y asociaciones, despilfarro en materiales, pésima información y peor planificación, filosofía hueca, secretismos, adoctrinamiento ... Y todo, un par de meses antes de saber en que se va a quedar la UP, porque no le vemos mucho futuro. Salvo, quizás, a las jornadas gratuitas, que servirán para rellenar el expediente a quien corresponda, y sin que les cueste un euro, a costa de las personas que están en paro y buscan desesperadamente cualquier trabajo, aunque éste sea muy, muy temporal, y de las que necesitan promocionar su autoempleo en otro intento desesperado de sobrevivir, más la oferta de l@s soci@s de la UP que, sin duda alguna, será interesada y posiblemente, remunerada, de una u otra forma: en efectivo o en especies.
También es posible que prospere la radio municipal, sobre todo, teniendo en cuenta que la inversión en equipos habrá sido alta. Otro motivo más, para que la ciudadanía nos organicemos y creemos una radio comunitaria: Radio Comunitaria Pikaza-Huéscar. Una radio ciudadana y libre para que la ciudadanía estemos informada sobre todo lo que acontece en el municipio, los porqués y los objetivos, y como nos afecta a unos y otras, y como se podría mejorar, y que se debería suprimir. Una radio municipal informará de lo que le interese al ayuntamiento que sepamos, cuando le interese que lo sepamos y como le interese que lo sepamos, por tanto, no nos es válida a la ciudadanía. Aunque ya hayamos pagado los equipos, o adquirido la deuda sobre ellos. Sin saberlo, claro: decisiones políticas sin la ciudadanía para que las pague la ciudadanía.
En fin, que la Universidad Popular de Huéscar tiene todos los visos de ser un fraude más a la ciudadanía, como la Escuela de Pastores, la Incineradora, la Agenda Local 21, los cursos de cocina con el compromiso de contrataciones, el Centro de Artesanos, el Plan de Igualdad de Oportunidades ...
DahirA.
Artículo 19 Declaración Universal de los Derechos Humanos ... No es necesario repetirlo, ¿verdad? ... Nos lo sabemos ya de memoria tod@s y todas.