No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

domingo, 25 de julio de 2010

resentimientos ¿de quien hacia quien?


Continuando el hilo de la última entrada, a Dahira nos calificaron de resentidas, "parece como si estuviérais resentidas". Reconozco mi falta de reflejos, o mi premura de ese momento por avanzar temas, para pedir que me especificaran el sentido que le confieren a resentidas, si es en la acepción de debilidad, pena o enfado. Si es en el de debilidad, que parecemos débiles, hay que tener mala uva para convocarnos a reunión y restregárnoslo acusatoria y repetidamente. Lo constructivo hubiera sido que, detectada la debilidad puntual o endémica en una asociación de mujeres del municipio, nos hubieran ofrecido y prestado apoyo para contribuir a solventar esa supuesta debilidad en calidad de técnica de igualdad y concejala de igualdad, como es su obligación.

Si en cambio es en el de enfadadas, no tiene sentido ninguno, puesto que en el tema de la macro incineradora (por cierto, siguen las contradicciones: por un lado, no hay que tener en cuenta lo que opine Greenpeace de las incineradoras y la contaminación que producen; por otro, dijeron que daban marcha atrás al proyecto precisamente por el informe negativo de Greenpeace ... ¿alguien es capaz de entender semejante contradicción?) y los efectos colaterales que produjo, al menos en alguna entrada, o en algún párrafo de alguna entrada, debió quedar patente nuestro enfado, tanto personal como colectivo.

Si es en el de apenadas, también. Los socios y socias de DahirA amamos esta tierra, y algunas de nosotras vivimos aquí por elección. Amamos esta tierra y creemos firmemente en ella y en el potencial humano que la alberga. Naturalmente que nos entristece ver que el tejido asociativo en la comarca es pasivo, que no reacciona ni siquiera cuando les anuncian que van a poner en peligro su salud, sus trabajos y el futuro de sus hij@s. Nos apenó y nos indignó. Todavía no hemos comprendido esa falta de reacción de las asociaciones. Y no lo hemos ocultado.

Quizás, y podemos estar equivocadas, no hay ningún ni ninguna experta psicóloga ni antropóloga ni socióloga en la asociación, la Concejala de Igualdad utilizó el término resentidas premeditadamente y en sentido peyorativo, en ese que a veces se le da popularmente vinculado a la venganza. Quizás, y podemos volver a equivocarnos, en el ayuntamiento y en el CMIM son conscientes, o al menos vagamente conscientes, que han cometido más de un error, en las formas y los contenidos, con DahirA, y presuponen que deberíamos estar resentidas por ello y utilizamos el blog de la asociación para vengarnos. De ser cierta esta hipótesis, debemos aclarar que no es así. Que a priori no tenemos nada en contra del PSOE ni del CMIM ni de la FAMAG ni de las asociaciones. Y a posteriori, lo que tenemos, lo decimos tal cual. Por tanto, no hay lugar a pensar en venganzas. Volvemos a la conciencia ciudadana y a la libertad de expresión: pensamos, opinamos y expresamos. Y al hacerlo a través de un medio público somos conscientes de que se nos puede rebatir, situación ésta que hasta agredeceríamos, puesto que desencadenaría en un diálogo, que en realidad es lo que se está necesitando en nuestro territorio. Quizás -otra vez el quizás, si; la suposición, la hipótesis, la cábala- estos organismos, o estas personas sí que están resentidas con DahirA por hablar en voz alta y por los perjuicios de credibilidad que les pueda o les haya podido causar. Pero esa no es nuestra responsabilidad, es su responsabilidad. Si es cierto lo que decimos, es que han cometido errores y omisiones de diversa índole, luego les corresponde asumirlos y rectificarlos. Si no es cierto lo que decimos, que lo argumenten públicamente para conocimiento de la ciudadanía, dándonle así la oportunidad de poder saber y opinar objetivamente de unos y otras. De ese diálogo DahirA saldrá bien o mal parada; el Ayuntamiento de Huéscar saldrá bien o mal parado; el CMIMH saldrá bien o mal parado; la FAMAG saldrá bien o mal parada; las demás asociaciones saldrán bien o mal paradas. En cualquier caso, cada una de las partes implicadas en ese diálogo habremos aprendido, de nosotras mismas y de las demás. Luego, ganaríamos todas. Y todos. A eso se le llama crecer social y políticamente. No olvidemos que una sociedad que se niega a crecer, a evolucionar, que es feliz en su estancamiento deficitario, empobrecido y desigual, no es una sociedad sana. Y no olvidemos tampoco que una sociedad apocada y silenciosa denota baja autoestima y es presa fácil para el primer déspota que se cruce en su camino, lo que imposibilitará todavía más el crecimiento de las futuras generaciones de esa misma sociedad.

En cuanto a lo que hemos dicho en este blog y en otros foros y medios acerca de las asociaciones de mujeres del Altiplano en general y con las honrosas excepciones que siempre decimos, lo volvemos a repetir, ahora. Si creemos las palabras de la técnica del CMIMH, con más seguridad. Si las asociaciones, molestas con DahirA, han acudido a ella a quejarse de nosotras para que sea ella la que resuelva el conflicto, ¿donde está la capacidad resolutiva de cada asociación?, ¿y la independencia?. No hemos exagerado ni un ápice cuando decimos que son pasivas, invisibles, dependientes. El origen de esa pasividad, invisibilidad y dependencia es otra cuestión. Cuestión, por otra parte, que merecería la pena tratar entre todas. Y no le toca mover ficha a DahirA en este sentido, que ya lo hemos intentado en una ocasión con los talleres RETAM, muy constructivos pese a la poca presencia de asociaciones.

Y sino creemos a la técnica del CMIMH, nos lleva a pensar que ésta ha utilizado a las asociaciones de escudo para comunicarnos lo que quiere decir en su nombre y no se atreve. Y como sabe que no hay comunicación fluida entre unas asociaciones y otras, nunca nos enteraremos. Cuando lo que debería haber hecho la técnica, si ha hablado en nombre de las asociaciones y a propuesta de éstas es, primero decir "señoras, yo lo único que puedo hacer es convocar por escrito y explicando los motivos, a las dos partes, y vosotras, que sois todas mayores de edad, resolveis vuestro conflicto". Es decir, es admisible su papel de mediadora, pero siempre con ambas partes presentes. Y si se debe solamente a su malestar particular con DahirA, lo correctos es hacernos llegar la propuesta de reunión por escrito y especificando el motivo. ¿Tan dificil es hacer las cosas medianamente bien?.

En cuanto a la concejala de igualdad, idem de idem. Tal como han contado la situación, los acontecimentos han sido: las asociaciones se quejan al CMIMH, el CMIMH se queja a la concejala, y la concejala, con la ayuda de la técnica, se queja a DahirA. A DahirA nos han dicho que les han dicho; a las asociaciones les dirán que DahirA les ha dicho. Ausencia total de diálogo y de interés en resolver un supuesto conflicto. Todo por lo bajini, oculto, sin cara a cara, sin que unas sepamos lo que piensan las otras, sólo las transmisiones objetivas o subjetivas que quieran dar las intermediarias. El enfrentamiento está servido. Y mientras haya enfrentamiento y división, las asociaciones seguirán sin reivindicar más allá de "me correspondía más subvención" o "que malo es el alcalde que no nos paga el desayuno". De hecho, no es la primera vez que la técnica del CMIMH nos ha avisado que las demás asociaciones de mujeres de Huéscar no van a querer hacer nada con nosotras. ¿Tendrá algo que ver con el temor de la propia técnica que las demás asociaciones tomen ejemplo de DahirA y actúen por cuenta propia? Porque mientras sigan siendo las técnicas de los CMIM quienes controlen, las asociaciones seguirán ñoñas, infantilizadas, invisibilizadas, desigualitarias. Pero eso sí: no tendrán capacidad de reivindicar asuntos importantes y comprometidos, ni de igualdad de género ni de cualquier otro. La mitad de la población del Altiplano controlada políticamente. Por unos y otros. Pero controlada. Y si una de las asociaciones no reúne el perfil políticamente correcto, para eso están la concejalía de igualdad y el CMIMH, para decirle como debe hacerlo. Para que todo siga igual. Voces libres en el Altiplano, las justas. Y si son de mujeres reivindicando igualdad o cualquier otra causa propia del territorio, ninguna.

¿Este es el progreso en igualdad de género que nos venden en Huéscar?. ¿Este es el apoyo que reciben del Ayuntamiento de Huéscar y del CMIM las asociaciones con un atisbo de feminismo? ¿Así es como apoyan a las asociaciones para que avancen hacia el empoderamiento social?. ¿Para eso perdemos el tiempo en seminarios y mesas de trabajo para elaborar el Plan de Igualdad de Huéscar? ...

Declaración Universal de los Derechos Humanos. Art. 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

DahirA.



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