No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

martes, 20 de julio de 2010

No están tod@s, pero si son tod@s l@s que están



No, DahirA no ha desaparecido, no se ha disuelto. Ni siquiera ha decidido silenciarse. Pero estas últimas semanas han transcurrido vertiginosas y algo complicadas de tiempo: tequio, reformas, visitas, organización de los Made in Altiplano itinerantes de Campo Cámara y Cortes de Baza. Y calor, mucho calor. Demasiado, diria yo.

Pese a lo absorbid@s que estamos en nuestros propios asuntos asociativos, que en realidad, al ser públicos, son de tod@s, estamos al corriente de los cortes de luz en Puebla de Don Fadrique que impidieron a sus ciudadanos y ciudadanas ver la final del Mundial de Fútbol. A mí, personalmente, el fútbol es un deporte que no me gusta ni para practicarlo haciendo sofing, y aún así, estuve hablando por Skype con mi hijo, que ahora pulula por tierras escocesas, y a quien tampoco le gusta el fútbol, después de terminar el partido, que ambos habíamos seguido en directo, al menos parcialmente. Si yo fuera ciudadana de Puebla de Don Fadrique creo que esa misma noche busco al alcalde y le arreo todo un señor mordisco en la nariz del que todavía le quedaría la señal, para escarnio público, por no haber previsto esa previsible posibilidad de un corte de luz y haber tomado las medidas oportunas con tiempo suficiente para que el pueblo no se quedara sin ver el histórico partido, con corte de luz o sin corte de luz. En fin, cada alcalde pasa a la Historia como buenamente puede, sabe y quiere. Y ya dejo el tema, que luego me tildan, como lo ha hecho en alguna ocasión el mismísimo gerente del GDR, de persona crítica.

De lo que pretendía hablar es del tequio Made in Altiplano de Granada de Huéscar, pero como siempre ocurre cuando me dejan sola con un poco de música -una delicada música medieval es perfecta, refrescante y relajante, ah!, el salterio y la lira- me voy por los cerros de Úbeda, o por los cielos de Huéscar, que están radiantes, aunque esta noche estén a media luna. Me gustan más sin luna, cuando se puede jugar, tumbados sobre un mullido césped a ser posible, al juego de cazar estrellas fugaces con un grupo de amig@s mientras mantenemos distraídas charlas.

Que sí, que sí, que retomo el hilo del tequio. El tequio que no deja de sorprendernos. Por ejemplo, cuan fácilmente es reconocida la artesanía por las personas que pasan casualmente por delante del tequio, aquí, donde parecía que solamente la palabra ya era maldita. Y además suscita interés. Así como el papel reciclado. Y los productos ecológicos. Los poquísimos que tenemos hasta ahora de los pocos que existen, que ya sabemos que en el Altiplano, producir, vale, pero elaborar, ese es un tema pendiente todavía. Y eso que iniciativas hay, pero se quedan en eso, en iniciativas que ya se encargan de disolver las trabas burocráticas, las licencias que no llegan -si estuviéramos hablando de macro incineradoras, se acelerarian, ya lo decía el alcalde de Huéscar respecto al desvarío de la incineradora, que el ayuntamiento agilizaría todo lo posible las licencias, pero claro, una licencia para una pequeña fábrica de queso artesanal, o mermeladas, es otra cosa, no se va a molestar para tan poco-, y el "te doy dos si tu pones el doble de lo que necesitas".

A pesar de todo, y del poco tiempo transcurrido, ya hay quien se ha aficionado a preparar ensaladas de tomate y pimiento embotellado de Benamaurel en el que han encontrado el mejor sustituto de la propia conserva, a la espera de producir su propio embotello a finales de verano. Y han descubierto que el pimiento y el tomate aderezados con alcaparras ecológicas y aceite ecológico les proporcionan un rico y refrescante plato veraniego.

Contábamos con la aceptación de l@s residentes comunitarios, pero tampoco esperábamos tantas felicitaciones, todo hay que decirlo. Pero no contábamos en absoluto con las de quienes han nacido y viven aquí toda la vida. Ese prejuicio generado por las numerosas negaciones desde los distintos organismos y entidades comarcales respecto a la artesanía. Estamos descubriendo que la artesanía no funciona aquí, no porque no haya cultura artesana y el gremio artesanal esté poco desarrollado en el Altiplano, si no porque nadie ha tenido interés en que funcione, más bien todo lo contrario, se ha perdido más tiempo y esfuerzo en convencer de que no funciona que en poner en marcha actuaciones para que funcione.

Y esto no quiere decir que en dos semanas y con un pequeño tequio se hayan resuelto los problemas de la artesanía en el Altiplano. Para nada. No se ha resuelto nada de momento. Sólo estamos descubriendo que existe cultura en Huéscar y en la comarca, que el tequio motiva a unos visitantes desde el otro extremo del Altiplano para venir hasta Huéscar a ver que les ofrece el Made in Altiplano , intuyen que algo puede interesarles. Y además descubren el mercadillo semanal, y la población como tal. Y que las personas muy jóvenes, e incluso niños y niñas, y las personas mayores se interesan por la artesanía del Altiplano.

¿Donde estaba entonces el problema? ¿Por qué ese rechazo visceral de las administraciones locales hacia la artesanía? ¿En que piensan que puede perjudicarles la artesanía local? ¿Y por qué al mismo tiempo califican como una debilidad de la comarca la falta de tejido artesanal e incluyen la artesanía en los distintos planes subvencionables? ... Más que preocuparnos la artesanía, en estos momentos nos preocupan más las respuestas a las preguntas anteriores.

DahirA.

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