No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

domingo, 9 de diciembre de 2012

Emocionante escaparate de feminidad a golpe de karate



Leo en Ideal, un periódico nada sospechoso de ser feminista, que la violencia de género entre adolescentes ha aumentado significativamente en la última década.

Algo esta haciendo muy mal el Instituto Andaluz de la Mujer, el área de Igualdad de Diputación, los Centros de Información, las concejalías de Igualdad y las asociaciones de mujeres por la igualdad para que aumente la violencia de género entre adolescentes.

Los y las adolescentes no surgen de la nada por generación espontánea. Nacen primero y después transcurre la etapa infantil antes de llegar a la adolescencia. Son educados por sus familias y formados por el profesorado de los centros educativos a los que acuden desde muy temprana edad. Los niños y niñas no son violentas tampoco por generación espontánea. Aprenden de las personas adultas de su entorno. Asimilan y reproducen lo que ven a su alrededor.

Ya dije una vez lo que opinan algunos, que yo sepa,  adolescentes y pre adolescentes huesquerinos de la escultura Mariana Pineda en la plaza Santa Adela, la escultura de la mujer arrodillada: creen, no se si por deducción propia o por la información que les haya aportado alguna persona adulta de su entorno, que Mariana Pineda es una prostituta, y que por eso merece estar castigada de rodillas.

Una escultura que fue inaugurada en el 2006, con el beneplácito de la delegada de bienestar social de la Junta de Andalucía, la concejala de la Mujer del ayuntamiento de Huéscar, las técnicas del Centro de la Mujer de Huéscar y las asociaciones de mujeres de Huéscar, que dicho sea de paso, por aquellas mismas fechas, no sabían quien fue Mariana Pineda, ni cuales fueron sus meritos, aunque el CMIM ya tuviera una andadura a sus espaldas de toda una década.

Para que luego digan los y las defensores de semejante atropello, la escultura de mujer arrodillada, se llame como se llame,  que no hace daño a nadie. Hace daño y mucho. Conozco a una madre de uno de esos adolescentes que ha dado por buena la explicación de su hijo, al que le da la razón. Esa madre es militante en varias asociaciones de mujeres supuestamente por la igualdad de género. Tiene, por otra parte, en gran estima a las técnicas del CMIM. Participa en seminarios, jornadas y demás parafernalia con apellido igualitario que le ofrezca la Junta y sea de su interés. Es obvio que sus principios de igualdad, basados en tanta militancia y tanta estima a organismos que supuestamente trabajan en pos de la igualdad no la han llevado a que alguien le explique quien fue, que hizo Mariana Pineda, ni su curiosidad la ha llevado a entrar a Internet y poner en el buscador “Mariana Pineda”. Su hijo adolescente dice que fue una mujer mala, que merece humillación pública por los siglos de los siglos, y sea.

Si el hijo de esta señora y sus amigos se han formado esa opinión, debe ser porque tampoco el profesorado que les haya tocado de turno en cada curso, ni las charlas que les organiza el CMIM en los colegios periódicamente tampoco han abordado el tema y tratado con rigor histórico. Probablemente, no hayan hecho mención a Mariana Pineda nunca. Probablemente nadie les ha explicado la problemática de la prostitución.

Si la coordinadora del IAM, la concejala de Igualdad (vale, son la misma persona, pero más motivo aún para que se pongan de acuerdo ambos cargos), las técnicas del CMIM, las técnicas de Diputación, la Escuela de Formación en Igualdad, las asociaciones de mujeres, las asociaciones de padres y madres, el profesorado, no ven la relación que pueda tener una exhibición publica tan obscena y denigrante de la mujer con que los malos tratos de genero permanezcan igual o incluso crezcan ¿me puede explicar alguien para que sirve tanto cargo, tanta técnica, tanta subvención en nombre de la igualdad, tanto evento contra el maltrato?

Después del vergonzoso juego que se trajo entre teclas el ayuntamiento de Huéscar el 23 de noviembre en relación a la información en la web, lo siguiente ha sido el anuncio de Mancomunidad de Municipios de la oferta de Diputación, organizada por el CMIM, de un curso de defensa personal para mujeres. Puñetas, yo tenia entendido que hay una escuela municipal de karate y que esta es, si es municipal esta obligada a serlo, mixta.

No es el primer curso de estas características que oferta el CMIM. Solo que antes lo anunciaba como el CMIM a través de la web del Ayuntamiento y nombraba a la Diputación. Pero como ahora Diputación y Mancomunidad están en manos de un partido, y el Ayuntamiento en manos de otro, las vías por las que nos llega la información han cambiado también de manos. El filtro del CMIM para pasar la información es el Ayuntamiento, que en este caso, ha preferido hacerse el mudo.

Si según todos los informes la violencia de género va en aumento, inclusive entre los y las que han nacido bastante después de la creación del Instituto Andaluz de la Mujer, y a la par que muchos centros de información a la mujer y asociaciones de mujeres, quiere decirse que sus políticas están erradas. Los escaparates de libros feministas, los talleres de búsqueda de emociones y feminidad, los plenos juveniles en los ayuntamientos, las excursiones deportivas, no están sirviendo para acercarnos a la igualdad y alejarnos de la violencia de género, sino más bien al contrario, están sirviendo para generar más desigualdad y más violencia de género.

Los cursillos de dos sesiones, tres horas por sesión, de defensa personal a mujeres con el objetivo de prevenir los malos tratos y pararle los pies a los violadores no se si considerarlos educación en igualdad, tontuna institucional, o qué.

¿Qué pretenden con esos cursillos? Si un buen día, como quien no quiere la cosa, mi pareja se levanta malhumorado y saca a relucir la educación ultra machista que recibió de niño, y considera que no le he tostado el pan en el punto adecuado y reacciona levantando la mano con la intención de castigarme con un bofetón por mi poca atención al punto de tueste de su pan, yo, que hace dos años me apunté a un cursillo de defensa personal para mujeres, lo veo venir, y le paro el golpe con una de las llaves maestras que me enseñaron.

 ¿Es eso lo que pretenden con esos cursillos? Yo, mujer maltratada por mi pareja desde hace cinco, diez años (es un ejemplo, leñes, que tengo muy claro que me golpearán una vez, porque me pillarán desprevenida, pero nunca habrá una segunda vez), me apunto a un cursillo de defensa, mal aprendo algunas llaves básicas y la próxima vez que mi pareja se dirija a mi con la intención de golpearme, le arreo un golpe magistral y le digo ¡te jodes! A partir de ahora ya no me vas a golpear más. Hala, malos tratos de género solucionados. Lección de igualdad concluida, ya somos iguales en todo.

Confío en que próximamente estos organismos oferten un taller de telepatía con el objetivo de paliar los malos tratos psicológicos, de manera que si miro a mi pareja y le leo en el pensamiento que me va a soltar una frase humillante, ataco yo primero “imbécil cara cerdo atontado inútil desgraciado putón escoria tú”. Desde ese momento, a la porra los días 25 de noviembre y las guerras de entradas en la web del ayuntamiento de Huéscar, que si no has puesto, que si he puesto.




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