No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

miércoles, 28 de noviembre de 2012

50:2050



Los cerezos de la comarca de Huéscar están teniendo el mal tino de ponerse a brotar en pleno otoño, justo antes de los fríos invernales que se encargarán de aplacarles la prisa que han mostrado por ponerse a fabricar las hojas de la nueva temporada. Veremos si, después de este despiste, cuando llegue el momento de verdad, actúan con la misma celeridad.

De hecho, el primer frío importante de la temporada comenzó ayer. Si bien a nivel de suelo, en el pueblo, no hay evidencias de nieve, si hay unas sospechosas goteras de los tejados, que evidencian un deshielo que se ha producido esta noche.

Estas nieves entran dentro de lo normal, no es la primera vez que nieva por estas fechas en el pueblo, al menos desde que yo puedo recordar, aunque no son muchos los años de los que puede nutrirse mi recuerdo en este sentido.

Los brotes de los frutales ya me sorprenden más. Probablemente, estemos ante los primeros signos del anunciado y ninguneado cambio climático. Otro más de los que a lo largo de su extensa historia ha sufrido el Planeta Tierra, solo que esta vez es un cambio climático forzado por la acción del ser humano, provocado por las acciones erróneas de este, por ésa prepotencia innata que nos caracteriza de que estamos por encima de la naturaleza y podemos domeñarla sin que haya consecuencias.

Estamos en un punto en que deshacer acciones individuales, aunque sean pequeñas, cuenta, y mucho, a la hora de frenar el cambio climático, porque todavía podemos hacerlo reversible. Si seguimos al ritmo que hemos mantenido hasta ahora, en unos pocos años, no, ya será irreversible. Conozco a personas mayores que dicen “bueno, yo ya no lo veré y mis hijos y nietos que arreen”. A la clase política le interesa menos todavía, supongo que porque está inmersa en los beneficios inmediatos, económicos y en especie –votos- que le proporciona el saqueo de recursos y despilfarro de emisiones contaminantes.

Una muestra de lo que digo respecto a la clase política, a nivel local, es la colaboración del Ayuntamiento de Huéscar con la organización de una Ruta 4x4 en nuestro territorio prevista para el mes de enero próximo, promovida por un Club 4x4 local. Ya está mal que las políticas medio ambientales sean tan necias que den permisos para este tipo de eventos, pero mucho peor es que el Ayuntamiento colabore, en nombre de la ciudadanía sin preguntarnos antes.

No es la primera ruta ni la primera carrera oficial de 4x4 que se ha desarrollado en nuestro territorio, por supuesto, con el aplauso y colaboración del Ayuntamiento. Incluso con la colaboración económica, a cambio de publicidad de un club senderista y de alojamientos de turismo rural, entre otros. Pero bueno, que colabore una gasolinera es comprensible, ya que estos vehículos consumen unas cantidades indecentes de combustible fósil, y si van a la carrera en competición, supongo que mucho más, y eso son beneficios económicos inmediatos para el negocio.

Esta ruta, no obstante, tiene una particularidad: es una Ruta Solidaria. Si, como lo leen: Solidaria. Los vehículos 4x4 locales y los que vendrán de otras localidades y regiones, aunque no hay datos sobre el total de ellos, destrozarán caminos, contaminarán tierra,  aguas y aire, alteraran el ecosistema, despilfarrarán combustible fósil cuyas reservas están menguando alarmantemente, pero no lo harán por capricho ni mucho menos, lo harán porque se lo dicta sus conciencias solidarias, las conciencias de las y los participantes con sus caros cacharros contaminadores y rompedores de caminos rurales y, también, las conciencias del Concejal de Medio Ambiente, de la Concejala de Agricultura y Ganadería, y del Alcalde.

Entonces, quizás se pregunte alguien ¿en que consiste la solidaridad? Es muy fácil de explicar: cada participante, al inscribirse, tendrá que pagar la tasa impuesta por la organización y además tendrá que entregar alimentos envasados con fecha de caducidad avanzada, que la organización del evento, el Club 4x4 local, donará a una organización católico-caritativa de carácter nacional, la Conferencia San Vicente de Paúl.

Así de fácil nos lavamos las conciencias los seres humanos: por un lado, nos divertimos despilfarrando recursos porque si, a la par que contaminamos y fomentamos la aceleración  del cambio climático y, simultáneamente, practicamos la caridad más básica y trasnochada, con lo que nos vamos a dormir con seguridad de estar haciendo un bien social.

Mientras haya  personas ignorantes e irresponsables que dañan al planeta porque si, y por tanto, dañan a sus descendientes porque si, tiene que haber otras personas y otros grupos organizados enfrente, dejándose la piel  en el intento de compensar los desmanes de este tipo, y de otros muchos igual de irresponsables y gratuitos, calculando cuanto más es necesario reducir para equilibrar los excesos.

El proyecto A safer year 2050 es uno de esos proyectos en que algunas personas se dejan la piel intentando restablecer un equilibrio, concienciando a nivel planetario, intentando dar a conocer cualquier iniciativa en cualquier lugar y ponerla en contacto con personas de cualquier otro para que la absorban y la pongan en practica, o les sirva de guía para sus propias iniciativas.  

 Mi imparcialidad respecto a la importancia de este proyecto puede verse cuestionada, sin duda, porque el autor es socio de DahirA, y además, el parentesco entre ambos es evidente. Por eso, es interesante que lean ustedes el avance del proyecto, valoren su importancia utilizando el sentido común, y si lo estiman oportuno, difundan y, si así lo consideran, conviértanse en uno o una patrocinadora más del mismo, entre los cientos que ya se han sumado.

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