No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

domingo, 1 de mayo de 2011

Macedonia de Patrimonio

Muchas veces me han dicho que escriba en el blog sobre temas bonitos y cosas bonitas. Y no es que no quiera hacerlo, es que, por un lado, las cosas bonitas saltan a la vista, no hay que hablar mucho de ellas y, por otro lado, aquí, como en otros muchos sitios, si tienes la costumbre de ver -y no solo de mirar-, es fácil que termines descubriendo que lo que aparentemente es hermoso tiene un trasfondo de fealdad que lo enmaraña y le resta belleza. Y como quiero que sea realmente hermoso, es necesario descubrir la fealdad con el objetivo de eliminarla.

He estado unas semanas fuera de la comarca. Siempre que regreso, por la carretera de Caravaca, pasado Barranda, ya empiezo a escrutar el paisaje hasta llegar a esa pequeña rambla seca que divide las dos comunidades. Cuando la traspaso, ya estoy en mi tierra. El paisaje es el mismo, pero me siento en casa, con el permiso -o sin él- de las personas xenófobas que pretenden restarme derechos ciudadanos por no haber nacido aquí.

Lo primero que aparece en el horizonte a esa altura de la carretera es Almaciles, a la izquierda, asentada sobre la ladera de un montículo, y la Sagra, a la derecha, en estas fechas con apenas dos rayas de nieve en la cumbre. Poco después llega La Puebla, desde hace poco con un colorido edificio que se ve desde lejos, también a la izquierda, y a la derecha, el conglomerado urbano sobre los que destacan la iglesia y otros edificios antiguos, y que ya desde la primera vez que lo ví desde la carretera, me atrajo su serenidad de pueblo antiguo.

Veinticuatro kilómetros más, montes de esparto, campos de cereales, algunas atalayas, pinares repoblados y la vista al frente de la hermosa, blanca, y dulce Galera que parece pegada sobre la ladera de un monte, llegamos a Huéscar. Ya se que Huéscar no es Villanueva de los Infantes, y que nos recibe con un prosaico letrero-fotografía de embutidos, que no se si lo habrán puesto con segundas intenciones, y que de paso al mercado de abastos (es un ritual comprar cordero segureño en una de las casetas), una de las personas que me acompañan se acerca a saludar a la escultura de Mariana Pineda y con unos toquecitos le dice "ten paciencia, algún día llegará un político cuerdo y te pondrá de pie", a lo que añado "o política", pero Huéscar sigue siendo un lugar especial, mi lugar.

Después vino el paseo por el casco antiguo, aprovechando que una de las personas no lo conocía. San Cristobal, Plaza del Ayuntamiento, Paseo del Santo Cristo, donde está ubicado el Palacete Penalva, y cuyo deterioro empieza a ser visible, y la Oficina de Turismo donde pretendieron, como otras veces, comprar vino de Galera, y que fue imposible porque la oficina cerró hace meses, atravesamos las callejuelas que nos conducen a la calle Tiendas y al final, entre Tiendas y Alhóndiga, a la izquierda, la casita del arco, el Pósito y la Torre del Homenaje -que no está abierta al público-, restaurados y rehabilitados hace unos dos años, y a la derecha, una casona en completa ruina, que pone en evidencia la falta de un proyecto integral de rehabilitación de la zona. Continuando por la calle Alhóndiga nos encontramos con la iglesia de Santiago y el crucero y bordeándola llegamos hasta la placeta Maza, continuando por la calle Carril hasta la calle Mayor y desde ahí nos acercamos a ver el Teatro Santo Domingo, un convento del siglo XVI declarado Monumento Nacional -Bien de Interés Cultural-, actualmente en proceso de rehabilitación... Bueno, exactamente rehabilitación, rehabilitación, no. El primer comentario fue "¿la concejalía de cultura lo hace todo igual o esto ha sido un lapsus?". No se porqué, pero pensé que la Sra. Palomares, concejala de cultura, no ha tenido nada que ver en ésto, no me la imagino discutiendo con el arquitecto encargado del proyecto la conveniencia o no de adosar un medio cubo de diseño contemporáneo al edificio del siglo XVI.

Más tarde leí en el foro de huescar.org, tema ¿Cual es la situación del Ayuntamiento?, comentarios nº 84 y 85, que la empresa encargada de las obras se ha declarado en concurso de acreedores, y aunque hace unas semanas leí (lamento no poder adjuntar la fuente) que las obras estaban ejecutadas al 87%, aún queda un 13 % por realizar, y si a eso le sumamos que no hay un programa estable de representaciones teatrales, culturales, ni de cine, que se sepa, salvo la representación de una zarzuela a cargo de un grupo local y una obra de teatro de una asociación de mujeres de Huéscar, mal vamos: ni el teatro está terminado, ni sabemos si lo terminarán en breve, ni hay previsto un programa estable de actuaciones, después de tantos años esperando la rehabilitación y apertura del mismo.

Así que, aunque mi intención sea hablar bonito, no es posible. Cierto que podría haber omitido todo lo negativo, los edificios en ruinas, los edificios cerrados, los edificios con abominables añadidos, pero estaría engañando, o pretendiendo engañar, ya que por mucho que yo diga "mira que fachada más bonita", es evidente que, además de bonita, está en manifiesto abandono y deterioro. Y por mucho que yo diga "que bonito está quedando el teatro", el pegote incompatible es visible desde lejos. Otra cosa es el blog, claro, especialmente, si es leído por alguna persona que no conozca Huéscar, ni tenga intenciones de visitarla alguna vez. Ahí si podría engañar, hablar de lo que no es, o adornarlo para que parezca lo que no es. Pero en ese caso, se trataría de un blog literario, y sería conveniente avisar que se trata de literatura, no de la Huéscar actual y real. Y desgraciadamente, mis dotes literarias brillan por su ausencia. Y, por otro lado, DahirA somos una asociación de artesanas, que además hablamos de igualdad, de desarrollo sostenible y de nuestra comarca. Tal cual es.

DahirA.


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