No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

lunes, 13 de abril de 2009

Con nuestras manos de la prehistoria a nuestros días


Pese a que los agentes de desarrollo del Altiplano no tienen confianza alguna en las artesanías, tal vez por desconocimiento de éstas, o un mal conocimiento de ellas, la exposición que hemos organizado en el Centro Cultural de Baza durante tres días y medio ha recibido a 466 visitantes, casi un 20 % mas que el año pasado. La mayoría de visitantes de la exposición, y de compradores, han sido visitantes turísticos y extranjeros, lo que confirma nuestra teoría de que las artesanías del Altiplano son necesarias en el Altiplano, no solo como un complemento indispensable para el sector turístico de la comarca, si no porque impulsando las artesanías ubicadas en nuestro territorio estamos desarrollando la sostenibilidad económica y transmitiendo un legado cultural importante.

Los aceites esenciales y jabones producidos artesanalmente mediante la destilación de plantas autóctonas silvestres del Parque Natural de la Sierra de Castril -que es necesario que sean regeneradas para su conservación- y con aceite de oliva virgen ecológico de la comarca, la cerámica innovadora que se inspira en las tonalidades del paisaje del Altiplano, la alfarería argárica -que utiliza el mismo sistema de cocción, bruñido y decoración que utilizaban los habitantes del Castellón Alto hace miles de años-, los tapices tejidos en lanas que parafrasean en verdores y en abstractos los paisajes de la comarca -y que desgraciadamente no pueden estar tejidos con la lana autóctona procedente de la cabaña segureña, ya que esta se desaprovecha absolutamente, siendo quemada o enterrada por los ganaderos año tras año, porque nadie le ha encontrado otro aprovechamiento, que tenerlo lo tiene-, las reproducciones en miniatura utilizando barro y engobes con todo lujo de detalles de cuevas -una de nuestras singularidades urbanísticas mas difundidas y que son la representación de vivienda ecológica-, la iniciativa emprendedora de un grupo de jovenes de Huéscar para tomar el relevo en producción artesanal de jabones, todos estos trabajos artesanales realizados con la mayor profesionalidad y en los que se tienen puestas las espectativas de futuro laboral de todas las personas que dedican su vida profesional a desarrollarlos, merecen, cuanto menos, ser escuchadas en el Altiplano, y ser apoyadas, como se apoyan a otros sectores. Y más, si tenemos en cuenta todos los significados de las artesanías, el alto índice de desempleo de la comarca, y la demanda de los visitantes turísticos de productos artesanos y ecológicos de de la tierra.


Por eso no es admisible que se ignoren las artesanías implantadas en la comarca, que nadie fomente iniciativas para recuperar las artesanías al borde de la extinción, que nadie apueste por las nuevas artesanías, que nadie vea viable siquiera una tienda de artesanías -una verdadera tienda de artesanías, no retales de artesanías aquí y allí, sin ninguna política comercial, como viene sucediendo ahora-. En definitiva, que no se tenga confianza en este sector ni se relacione con la actividad turística de la comarca, que tanto se quiere fomentar, ahora bajo el título de "turismo sostenible". Pero siempre ignorando a las artesanías, negando de esta forma, no solo futuros puestos de trabajo viables, si no el aprovechamiento de recursos naturales del Altiplano, la difusión de nuestra rica historia cultural y también la declaración de la comarca como "Zona de interés artesanal". Y en Dahira estamos seguras y seguros de que ninguna de estas influencias que pudieran tener las artesanías en la comarca son negativas para nadie.
Dahira.



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