Me congratula ver que en el Congreso de los Diputados hay
representantes del Partido Popular, no solo educadas, sino con un alto concepto
de la justicia social, como no podía ser menos, especialmente si proceden de
familias con pedigrí de egolatría y corrupciones. Me estoy refiriendo, como no,
a Andrea Fabra y su harto conocida frase ¡que se jodan! Que se jodan los seis
millones de desempleados, que ella esta robando a la ciudadanía 1.831€
mensuales en concepto de alojamiento, y eso sin entrar en más detalles. Y
todo, porque le votaron cincuenta y una
mil personas, que a la sazón representan
menos de un uno por cien de las personas a las que ella insulta tan
obscenamente aprovechando su escaño.
Que se jodan quienes pasan hambre, piensa y dice esta
ilustre representante del PP en el Congreso. Que se jodan quienes no tienen
futuro. Que se jodan quienes estando enfermos no puedan pagarse las medicinas
que los sanarían. Que se jodan quienes ven como sus hijos se quedan sin acceso
a la educación universitaria. Que se jodan los parias que se pasan el día haciendo cola en las oficinas del INEM. Que se
jodan los que se quedan sin su vivienda.
En cualquier otro país con una cultura democrática un poco más
avanzada, habría sido motivo para que dimitiera ipso facto, o en su defecto,
que su partido la cesara inmediatamente, por vergüenza, por responsabilidad.
Pero claro, esto es España. Aquí le votan a uno o una y ya tiene vía libre para
cometer todos los delitos que se le parezcan y sin que nadie le tosa: me han
votado, dice, y eso es sagrado. Pero olvida posiblemente, que su sueldo es público,
y aunque nadie espera que su trabajo durante cuatro años consista en nada más
que emitir un voto en la cámara cuando así lo exija la situación, tampoco le
pagamos para que nos insulte de forma tan explicita. Eso no.
El silencio de su partido, el PP, respecto a este tema es muy significativo. Implícitamente,
supone que está de acuerdo con sus palabras, con que los seis millones de
parados de este país, y los que están por venir, se jodan. Como si ya no
estuvieran lo suficientemente jodidos por su situación.
Permítame que me ponga a su mismo nivel de señorita educada
en colegios privados: jódase usted, Sra. Fabra, porque mientras usted sea una
representante del PP, ese partido no merecerá la más minima de mis
consideraciones. Jódanse usted y su partido cuando, quizás a no mucho tardar,
su presidente sea destituido por los mercados y se convierta en una vulgar
lacaya de lacayo. Jódase usted por ser una persona tan miserable, con tan pocas
luces intelectuales y con una ética absolutamente deplorable. Jódase por ser
hija de un político más que sospechosamente corrupto, al que le toca la lotería con mucha frecuencia
y construye y mantiene aeropuertos sin aviones, entre otros méritos. Y disfrute
su jodienda, al igual que los cerdos disfrutan revolcándose en el fango de su
propia mierda.
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