No a la escultura de mujer arrodillada representando a Mariana Pineda en la Plaza Santa Adela de Huéscar

sábado, 17 de abril de 2010

¡¡NO A LA INCINERADORA DE HUÉSCAR!!

Hoy no hablaremos de igualdad, ni de malos tratos, ni de justicia social, ni de artesanías; ni siquiera de literatura o de días internacionales. Hoy es urgente hablar de incineradoras. Léase lugares donde se queman residuos tóxicos y muy tóxicos. Tienen definiciones mucho más técnicas, mucho más adornadas y que pueden llegar a sonar bien o asustar, dependiendo de los intereses económicos personales, del grado de inteligencia que se tenga, de lo que nos preocupe el futuro de nuestros descendientes e, incluso, de nuestro estado anímico.

En cualquier caso, una empresa que vaya usted a saber como ha conocido la existencia de la población de Huéscar, está dispuesta a invertir varios cientos de millones de euros en Huéscar para construir una planta de incineración de residuos tóxicos y hospitalarios. Ha prometido -y sigo resumiendo- que no tendrá impacto medio ambiental alguno ya que empleará métodos innovadores y experimentales -ay, las consecuencias de los experimentos que se conocen décadas después- y que creará 300 -si, trescientos, dos ceros con el número tres delante, sin comas que los separen- puestos de trabajo.

Y nuestro ayuntamiento -cuyo alcalde lo es por votación democrática y por alianza con el PA y que, naturalmente cobra su nómina con dinero público- está de acuerdo. Así lo ha planteado en un pleno y así ha votado a favor. Él, los concejales de su partido y el partido aliado.

Ya se ha resuelto el desempleo endémico de la comarca. Ya no necesitamos desarrollar más planes de agricultura ecológica, de turismo rural sostenible ni de ganadería natural. Ya no necesitaremos invertir más en nóminas de técnic@s para que fomenten empresas y autoempleos, ni para canalizar todas las millonarias subvenciones que nos llegan, previa solicitud de ellas, claro por l@s mism@s técnic@s. Ni siquiera necesitaremos del PER. Europa, el Estado, la Junta, Diputación de Granada, respirarán ¡por fin los pedigüeños mayores dejarán de sacarnos los cuartos con increíbles cuentos de pobreza!.

Claro que, si a los 300 empleos prometidos por la empresa que gestionará la incineradora le restamos los que ellos aportarán directamente desde cualquier lugar del país o de cualquier otro lugar del planeta, y seguimos restando los de tod@s l@s técnic@s de las entidades y sucursales que supuestamente están aquí para generarnos empleo, y añadimos a la resta los puestos de trabajo que se eliminarán de la agricultura ecológica y los de la ganadería de la oveja segureña, más la destrucción de los alojamientos rurales, más la propia exageración de la cifra de empleos, bien por la propia empresa, bien por el ayuntamiento interesado, o bien unos pocos por parte de la empresa y otros pocos por parte del ayuntamiento ¿en cuantos puestos de trabajo nuevos nos quedaremos?: ¿treinta?, ¿tres?.

Aún en el supuesto de que los 300 puestos de trabajo fueran reales, incluso aunque finalmente supusieran el doble de los previstos, ¿que derecho tienen es@s supuest@s futur@s trabajador@s de la planta incineradora a contaminar a toda la comarca y a toda la población a cambio de su propio e intransferible salario?. Ninguno. No tienen ningún derecho. Igual que un alcalde, ni ningún aliado de ese alcalde, no tiene ningún derecho a hipotecar la salud y el futuro de toda la comarca y de sus habitantes, a cambio de hablar de una cifra de empleo en la próxima campaña electoral, presumiendo que los habitantes de la comarca somos tontos por naturaleza.

Por que, no nos engañemos, no es necesario que seamos ecologistas de vocación y de profesión para saber que una incineradora de las características planteadas para Huéscar va a contaminar irremediablemente el aire, el agua y la tierra. Y no solo de Huéscar, sino de todo el entorno. Y por tanto, va a contaminarnos a nosotr@s directamente, a través del aire que respiremos, y a través de los alimentos que consumamos: verduras, hortalizas, frutas, setas, aceite, vino, carne, quesos ... con la consiguiente pérdida de salud, no solo para nosotr@s si no para l@s hij@s que engendremos, y para l@s hij@s que engendren nuestr@s hij@s.

Y todo para que 300 -supuestamente- personas tengan una nómina. Una nómina que les permita mejores casas, mejores coches, mejores electrodésticos, mejores celebraciones de bautizos, comuniones y bodas familiares, mejores vacaciones. Si el vecino enferma, no es asunto de ell@s (y presumo más de ellos directamente que de ellas). Si el vecino ha perdido su puesto de trabajo, tampoco es asunto de ellos. Si el entramado turístico se derrumba, no es asunto de ellos. Si enferman ellos, no importa, reclamarán grandes indennizaciones. ¿Que importa la salud, o la vida, si tiene más dinero ó simplemente se autoliberan del trabajo a muy temprana edad?. A vivir del victimeo y de las pastillas.

Y, ¿que les importa a los políticos de turno -que hoy la oposición lo desaprueba, mañana, si gobierna, lo aprobará, no nos engañemos, y el gobierno local de hoy, que entonces será oposición, lo desaprobará- tener una población enferma y de desecho si cobran más impuestos?. Como decía hace poco el alcalde de Huéscar, el ayuntamiento está pobre porque antes vivia de los cobros de licencias para construcción -y lo decía así, sin inmutarse, totalmente convencido-, y como ahora se ha paralizado el sector ... ¿cambiamos construcción insostenible por incineradora destructiva, Sr. Alcalde?.

¡¡NO A LA INCINERADORA DE HUÉSCAR!!

DahirA.

1 comentario:

Unknown dijo...

¡¡¡ MUY BUENO !!! Enhorabuena por la entrada. Creo que les habrá quedado clarito