Hoy es el aniversario de la ejecución de Mariana de Pineda y
Muñoz. Nadie hablara de ella en Huéscar, ni hoy ni ningún otro día. No tendrá ningún
homenaje junto a la escultura de la Plaza
Santa Adela.
Posiblemente, la coordinadora del IAM en
Granada, Ana Belén Palomares, huesquerina y actual concejala de Igualdad en
este pueblo, ignore esta fecha. En Huéscar, el pueblo del marido de Mariana, Manuel
de Peralta y Valte, sigue en pie la casa blasonada familiar, abandonada y en
evidente deterioro, sin ningún signo externo ni información alguna que nos haga
sospechar a quien perteneció ni quien fue Manuel de Peralta y Valte: esposo de;
por una vez se cambian las tornas, ya que lo habitual era lo contrario: esposa
de. Mariana fue por si misma, y no un apéndice. Los apéndices, para quien
corresponda y cuando corresponda, sean hombre o mujer.
Mariana de Pineda y Muñoz sufrió maltrato institucional,
elevado al grado máximo, la muerte; pero
antes fue una mujer revolucionaria, y sobre todo, fue consecuente con sus ideas
y sus decisiones, algo que en esta época no es nada frecuente. Lo propio ahora
es decir una cosa y hacer otra bien distinta. Despojamos de sentido cualquier
idea y cualquier ideología. Seas como seas, pienses como pienses, tienes cabida
en un grupo y en el contrario al mismo tiempo.
Para muestra, un botón, el de la coordinadora del IAM en
Granada: supuestamente, la máxima representación institucional en materia de
igualdad en la provincia, quien no se ha pronunciado respecto a la escultura en
mármol de una mujer arrodillada con gesto sumiso que sus promotores, a la sazón
compañeros y compañeras de partido de Ana Belén Palomares, inauguraron en el
año 2006 y le pusieron el nombre de Mariana Pineda y, por si esto fuera poco,
añadieron que es un homenaje a todas las mujeres que se han sacrificado en aras
de la justicia, la libertad y la igualdad; hasta se atrevieron a decir en la
prensa que esta escultura “recoge los rasgos mas distintivos de las mujeres
oscenses. Para que no haya ningún genero de dudas: las mujeres revolucionarias,
libres, luchadoras, igualitarias: desnudas, arrodilladas y sumisas estamos mas
guapas.
Y no lo dicen en el programa de TV, Intereconomía, como
podría deducirse y hasta cabria esperar, lo dice, sin decirlo, el PSOE de
Huéscar. La escultura de la
Plaza Santa Adela, ni condenada a la sumisión por los nuevos
y nuevas Pedrosa, desprovistos de congruencias, deja de hablar por si misma: Mariana,
siempre libre.
DahirA.